La pandemia dispara al 30% del PIB el gasto público en sanidad y protección social
En 2020 España alcanzó, por primera vez en ocho años, el mismo nivel que la UE
En 2020 la Unión Europea se vio obligada a poner todos sus esfuerzos en mitigar la crisis tanto económica como sanitaria que desató la pandemia. Esto se tradujo en un aumento del gasto público, que pasó de un 46,5% de media en 2019, al 53,1% del PIB al año siguiente. La mayor parte de ese dinero se dedicó a la sanidad y a la protección social, que juntas representaron el 30% del PIB en la UE.27, según un informe publicado por Funcas este martes. Este aumento de 6,6 puntos porcentuales ponen de manifiesto el fuerte crecimiento del sector público en las economías europeas, incluyendo a España, donde el aumento fue aún más significativo. Aquí la subida fue de 10 puntos porcentuales, pasando del 42,1% al 52,4%, lo que supone alrededor de 588.000 millones de euros. Es la primera vez en casi una década que el Estado español alcanza el mismo nivel de gasto que la media europea.
Si se analiza solo el gasto dedicado a protección social, se observa que el gasto público español subió 4,7 puntos en 2020 respecto al año anterior, situándose en el 22,1% del PIB. De manera paralela, el gasto sanitario creció 1,5 puntos para llegar al 7,6% del PIB. En el caso de la Unión Europea, el dinero invertido en protección social, que ya se encontraba desde la crisis de 2008 en el 20% del PIB, escaló con la pandemia hasta el 22%, mientras que en sanidad lo hizo hasta el 8%.
A pesar de estos datos, Funcas matiza que la convergencia entre el gasto público español y el europeo no es en sí misma una buena noticia. Esto porque España sufrió en el primer año de pandemia la mayor caída de la UE-27 y el gasto público es, precisamente, resultado tanto del crecimiento del gasto en términos absolutos como del descenso del Producto Interior Bruto. A esto se suma el hecho de que el país acabó 2020 con el mayor déficit público del bloque (11%).
Frente al incremento de los recursos destinados a estas dos áreas, Funcas resalta la estabilidad del gasto en defensa que, junto con el de vivienda, es una de las partidas de gasto a las que menos dedican los países de la Unión Europea. En 2020, solo destinaron el 1,3% del PIB, una décima más que un año antes. En España, el aumento también fue modesto: pasó del 0,8% al 0,9%. En términos absolutos, el gasto público español en defensa ese año se acercó a los 10.600 millones, aproximadamente el coste mensual de las prestaciones contributivas de la Seguridad Social.
La poca inversión en defensa se da en un contexto de una opinión pública poco favorable al gasto militar. Antes de que estallara la guerra en Ucrania, la mayoría de los ciudadanos europeos estaban a favor de reducir este tramo de la partida presupuestaria. El 30% de los españoles, por ejemplo, consideraban que los recursos dedicados eran excesivos, según la encuesta anual sobre política fiscal realizada por el Centro de Investigaciones Sociológicas en 2021.
La misma encuesta arrojaba que entre el 60% y 80% de la población cree que se dedican muy pocos recursos a la sanidad, las pensiones, los cuidados de larga duración, la investigación científica o la protección del medio ambiente. Y solamente el 21% consideraba que la defensa está infradotada. A pesar de estas cifras, Funcas recuerda que las encuestas realizadas en los últimos tres años muestran indicios de que la opinión pública española está cambiando lentamente hacia una postura menos hostil respecto al aumento del gasto en defensa y es probable que la invasión rusa refuerce esta tendencia en 2022.