Las farmacéuticas producen 12.000 millones de vacunas, aunque sin traspasar África
En ese continente se han inyectado solo el 62% de los 692 millones de dosis recibidas. La agencia África CDC pide frenar las donaciones
Se cumplen dos años de la extensión de la pandemia de Covid-19 a Europa y del confinamiento en los hogares de la población española y de otros países vecinos. En este tiempo, la industria farmacéutica ha sido capaz de batir todos sus récords al contar con un arsenal de 33 vacunas y varios tratamientos. Los laboratorios ya han superado los 12.100 millones de dosis fabricadas hasta febrero, según datos de Ifpma, la patronal mundial de las farmacéuticas. Aunque esas cifras suponen casi dos inyecciones por persona, la realidad es que la distribución no es equitativa. El reto al que se están enfrentando las autoridades sanitarias y las compañías es la barrera de la distribución en África.
John Nkengasong, director de Centro Africano de Prevención y Control de Enfermedades (África CDC), resumió hace escasos días en una entrevista cuál es el problema de los países del continente para extender la vacunación: el desafío principal para vacunar a África ya no es la escasez de suministros, sino los desafíos logísticos y las dudas de la población respecto a estos productos, especialmente entre los más jóvenes. Y, por eso, llegó a solicitar que se frenaran las donaciones hacia esa región del globo.
La patronal europea de farmacéuticas, Efpia, recuerda que en zonas como Portugal la vacunación ha llegado al 95%, frente a países africanos como Nigeria donde la administración de pinchazos se queda en el 7%. De hecho, desde Efpia se apunta a que con el objetivo final de vacunar a la mayor cantidad posible de ciudadanos, “es fundamental fortalecer las diversas capacidades del sistema de atención médica en África en el futuro inmediato”.
Inicialmente, los países occidentales acapararon las dosis, pero el problema fundamental ahora en África es la distribución de las vacunas, sobre todo las de ARN mensajero que deben mantenerse congeladas, la falta de sistemas sanitarios mínimamente potentes y la escasez de todo tipo de suministros, por ejemplo de las propias jeringuillas.
“Igualmente importante es compartir información clara para aumentar la confianza en las vacunas”, entre la población, se señala desde Efpia.
Por eso, Nkengasong ha abierto el debate parar el flujo de donaciones a áfrica. “Eso no quiere decir que las donaciones no sean importantes”, afirma. “Es solo para decir que no lo hagamos de una vez” para no desperdiciar las que caduquen.
Según los datos de África CDC con fecha del 9 de marzo, al continente han llegado 692 millones de dosis, de las que se han administrado únicamente el 62%. El porcentaje de población con la pauta completa se queda en el 12,95%. Marruecos lidera esos planes, con el 63% de sus habitantes vacunados, seguido de lejos por Egipto con el 30%. En la mayoría de los países las inyecciones son casi anecdóticas, incluso con fuertes retrasos en Sudáfrica (29% de la población), siendo una de las principales economías de la región. La industria, a través de Ifpma, ha pedido redoblar el apoyo a los sistemas de salud de los países con menos recursos para que puedan llevar a cabo los planes de vacunación entre la población.
A nivel global
En la actualidad, el número de dosis producidas (12.100 millones) supera al número de administradas (9.200 millones) a nivel global, según datos de Efpia. A estas alturas, la fabricación (que comenzó a inicio de 2021 con enormes cuellos de botella) ya no es un problema.
Para junio, la industria farmacéutica habrá producido 7.717 millones de dosis, según datos proporcionados por la consultora especializada británica Airfinity a este diario a finales de enero. La cifra de fabricación en 2022 alcanzará los 18.600 millones, un 166% más que hace un año. Con esa cantidad, sería más que suficiente para aplicar este año dos dosis a toda la población mundial.
Según avanzó este viernes la patronal española Farmaindustria, esta capacidad de producción tan elevada –hasta antes de la pandemia en el mundo se fabricaban alrededor de 4.000 millones de dosis de todo tipo de vacunas– se debe a las alianzas entre farmacéuticas. Se trata de diferentes pactos, como de transferencia de tecnología y de fabricación. “Ya se contabilizan cerca de 370 acuerdos de colaboración, que implican a casi un centenar de empresas, muchas de ellas competidoras”, afirman desde Farmaindustria.
Los productores
El 70% de las vacunas que se distribuirán en el mundo en 2022 provendrán de cuatro compañías. El consorcio formado por Pfizer y BioNTech elaborará 1.922 millones de dosis hasta junio, lo que significa que fabricará alrededor del 24,9% de todas las vacunas, según datos de Airfinity.
Le sigue la china Sinopharm, con 1.200 millones de dosis hasta mitad de año. Tras ella, aparece la versión de AstraZeneca y la Universidad de Oxford, con 1.085 millones. En este caso, la compañía británica cuenta con socios como la india Serum para la producción. Por último, como empresa muy destacada se encuentra la china Sinovac, que comercializará alrededor de 1.060 millones de dosis.
En África, a diferencia de Europa o EE UU, la versión china Sinopharm o la rusa Sputnik V han tenido presencia, sobre todo la alternativa china. Igualmente, AstraZeneca ha tenido un papel protagonista, gracias a que la compañía británica la produce a bajo coste (sin ánimo de lucro mientras dure la pandemia) y es fácil de distribuir manteniendo el frío de una nevera convencional.
Algunas de estas compañías están haciendo esfuerzos por producir en África para facilitar la distribución. Moderna, por ejemplo, anunció esta semana que instalará en Kenia su primera planta, con capacidad para 500 millones de dosis al año.
Ampliación del estudio de Hipra
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) informó este viernes de que la farmacéutica gerundense Hipra realizará una ampliación del ensayo clínico de su vacuna como refuerzo, en este caso en concreto para los vacunados con la versión de AstraZeneca, tal como avanzó este diario el lunes.
La Aemps especifica que el estudio de la vacuna española deberá reclutar a 300 voluntarios que ya hayan recibido la pauta completa y no hayan pasado el Covid-19. La intención es contar con más datos de eficacia sobre la inyección de refuerzo de Hipra, ya que el número de participantes en el caso de AstraZeneca era escaso.