Letterone ganó 550 millones en 2020 y repartió un dividendo de 100
Mijail Fridman, uno de sus fundadores, dejó ayer su puesto en el consejo de administración
Letterone Investment Holdings, el grupo de inversión propietario de Dia y fundado, entre otros, por el magnate ruso Mijail Fridman, registró un beneficio neto de 550 millones de euros en el ejercicio 2020, casi 11 veces más que en el ejercicio anterior, según las cuentas anuales consolidadas que el grupo acaba de depositar en el registro mercantil luxemburgués.
Un resultado que se cimentó, sobre todo, en las revisiones al alza del llamado "valor real" de sus inversiones. En el caso de Dia, esta pasó de 540 millones de euros a 630, pero el principal incremento llegó en los fondos de inversión en los que participa y que son gestionados por terceros. Estos se revalorizaron en 1.000 millones de euros.
Con todo ello, el consejo de administración de Letterone aprobó el año pasado el pago de un dividendo de 115 millones de dólares, unos 100 millones de euros al campo actual.
Letterone está en el ojo del huracán después de que la Unión Europea incluyera a Fridman en la lista de empresarios sancionados por la invasión rusa sobre Ucrania, basándose en sus lazos con el presidente del país, Vladimir Putin. Algo que Fridman consideró ayer "injusto y equivocado", y que atribuyó a "falsedades malintencionadas y deliberadas, producto de fantasías históricas y teorías conspirativas ideadas por individuos particulares con su propia agenda".
Fridman, que impugnará la decisión de Bruselas, abandonó ayer el consejo de administración de Letterone, al igual que otro de sus miembros que también ha sido incluido en la lista negra, Petr Aven, en un intento de alejar los problemas del empresario con la actividad del grupo de inversión.
El magnate, nacido en suelo hoy ucraniano, considera que su sanción no debe tener consecuencias en Letterone ni en sus inversiones, como es el caso de Dia. El argumento que defiende tanto Fridman como la cadena española de supermercados es que ni él, ni el mencionadoPetr Aven, tienen el control accionarial de Letterone. Es decir, ninguno de los dos tiene más del 50% de sus acciones a título individual ni tienen un pacto de socios para ejercer dicho control, por lo que la firma de inversión no puede ser sancionada.
Las cuentas consolidadas del grupo inversor explican que su accionariado está en manos de “Mijail Fridman, German Khan, Alexey Kuzmichev, Petr Aven, Andrey Kosogov y The Mark Foundation, además de algunas de sus entidades benéficas y familiares. Ninguno de ellos tiene un 50% o más del grupo”.