Fridman deja el consejo de Letterone tras aparecer en la lista negra de Bruselas
"He invertido mucho dinero en Dia, la he salvado de la bancarratota", dice el magnate
El magnate ruso Mijail Fridman se enfrenta a la Unión Europea por su inclusión en la lista de empresarios y oligarcas sancionados por su relación con la administración de Vladimir Putin, a la que se sumó este lunes. El fundador de Letterone, compañía dueña de Dia, considera "injusta y equivocada" la decisión de Bruselas, que cree que se debe solo a su condición de empresario ruso. "Solo por ser ruso no puedo hacer negocios en Occidente. Es injusto. ¿Por qué?", ha explicado en una rueda de prensa celebrada este martes.
Poco después, tanto Fridman como su socio Petr Aven, también sancionado por Bruselas, han dejado su puesto en el consejo de administración de Letterone. Sus perfiles han sido eliminados de la web corporativa del grupo inversor, en la que aparecían hasta hace unas horas. Letterone Investment Holdings, cabecera del grupo, tiene como accionistas de referencia a Mijail Fridman, German Khan, Alexey Kuzmichev, Petr Aven, Andrey Kosogov y The Mark Foundation, "además de algunas de sus entidades benéficas, y familiares. Ninguno de ellos tiene un 50% o más del grupo", dice en su informe financiero.
Impugnación
Fridman ha anunciado que impugnará la decisión de Bruselas, que congela sus activos en territorio europeo y le impide desplazarse a países comunitarios. Pese a ello, el empresario cree que esto no debería tener impacto en la actividad de Letterone, y por extensión, de las compañías en las que invierte, como Dia, de la que posee un 77%. "Espero que no tenga ningún impacto en la compañía. No hay un problema político con España. Letterone sigue funcionando. Hemos invertido más de 2.000 millones en Dia. Tenemos una aspiración de construir una gran empresa de retail en España y en el resto de mercados donde opera. Estamos en ese camino y espero que nada nos aleje de eso", ha dicho el propio Fridman.
Dia envió un comunicado a la CNMV sobre la situación del empresario. La compañía cree que, al no tener Fridman el control de Letterone a título individual, ni con un acuerdo con otros accionistas, las sanciones de Bruselas sobre el empresario ruso no tienen impacto ni en la compañía de supermercados ni en su propietaria. Su presidente ejecutivo, Stephan DuCharme, se ha referido a la situación esta mañana. "Letterone es una compañía internacional de inversión, con sede en Luxemburgo. Quiero transmitir un mensaje de estabilidad después de la inclusión de Fridman en la lista de sancionados por la UE. Ningún accionista de Letterone, a nivel individual, tiene el control del grupo. Por tanto, Letterone no esta sujeta a sanciones, y tampoco lo está Dia".
Fridman, según ha explicado hoy, no cree que los activos que tiene fuera de Rusia estén en peligro, aunque sí teme que una valoración política sobre la invasión sobre Ucrania tenga consecuencias sobre los empleados que tiene en el país. El magnate ha dicho que "lo que sucede en Ucrania es una tragedia" y que "la guerra debería parar ya, no es la solución". Sin embargo, no ha querido señalar de forma explícita a Vladimir Putin. "Un comentario político mio puede poner en riesgo a los miles de empleados que tenemos en Rusia, y también en Ucrania. No podría permitírmelo. No es mi por seguridad personal, es por la gente a la que puedo poner en riesgo".
En un comunicado lanzado en la mañana del martes, tanto Fridman como su socio, Petr Aven, han dicho que los argumentos de Bruselas para sancionarles son "falsedades malintencionadas y deliberadas, pura y simplemente, producto de fantasías históricas y teorías conspirativas ideadas por individuos particulares con su propia agenda".
En el caso de Fridman, Bruselas considera que "ha cultivado lazos estrechos con la administración de Vladímir Putin, y es conocido como uno de los principales financieros de Rusia y facilitador del círculo más próximo a Putin". También que la hija mayor de este, Maria Putin, "dirigió un proyecto benéfico llamado Alfa-Endo, financiado por Alfa Bank", el grupo bancario fundado por Fridman. "Vladímir Putin recompensó la lealtad del Alfa Group a las autoridades rusas ofreciendo ayuda política a los planes de inversión en el extranjero de Alfa Group", añade la Unión Europea.
Déficits democráticos
El empresario, nacido en Ucrania pero con nacionalidad rusa, ha dicho que ninguno de los dos países gozan de "democracias plenas". "Somos gente demócrata, ligeral. La transición desde un régimen autoritario a uno plenamente democrático es muy complejo. En los próximos años, tanto Rusia como Ucrania deben ser más democráticos, más abiertos, más transparentes. La democracia es un mecanismo sofisticado y no tienen ese entendimiento".
Sobre el impacto de las sanciones impuestas sobre la economía rusa, Fridman cree que "tendrá un fuete impacto", pero que "no va a desaparecer la economía". En el caso de sus empresas en el país, dice no importarle las consecuencias que tenga la situación sobre ellas. "No me importan los negocios ahora mismo. Nuestro deber ahora es continuar cumpliendo los servicios con nuestros clientes".