El mercado ante las crisis y los conflictos geopolíticos
La historia nos ha demostrado, una vez más, que el mundo puede cambiar de un día para otro y que los capítulos más improbables se pueden escribir. En la madrugada del jueves nos despertábamos con la noticia de que Rusia había comenzado a invadir Ucrania. Más de 24 horas después, la ofensiva se ha recrudecido y este viernes estamos viendo cómo prosigue la invasión rusa llegando ya a la capital ucraniana.
Las aspiraciones de Vladimir Putin tienen en vilo a todo el mundo. Mientras el resto de los países condenan la invasión y debaten sobre qué sanciones van a imponer a Rusia, las consecuencias de la guerra ya las estamos viendo, lamentablemente, por el lado humanitario y social, y, también, por el lado económico y financiero.
La gran dependencia que tienen los países europeos del gas ruso -en España solo el 10% del gas que importamos viene de Rusia-, ha hecho que el gas natural se llegara a disparar el jueves un 60%, mientras que hemos visto cómo el petróleo -el brent, el de referencia en Europa-, ha llegado a superar los 100 dólares por barril, algo que no sucedía en los últimos siete años.
Economistas y analistas están estudiando el impacto económico de este conflicto y cómo puede afectar a los distintos países e industrias mientras los mercados financieros, por su parte, ya respondieron el jueves con una jornada de mucha volatilidad -el índice VIX, el conocido como índice del miedo, subió hasta los 37 puntos, máximos del año, y en niveles de 2020- y con fuertes caídas, que, eso sí, se fueron moderando.
Así, el jueves, el Euro Stoxx cayó un 3,63%, con el Ibex 35 perdiendo un 2,86%, marcando mínimos de un año, mientras que en Estados Unidos los índices se dieron la vuelta y pasaron de las caídas a terminar casi plano en el caso del Dow Jones y subiendo un 1,50%, el S&P 500, y un 3,34%, el Nasdaq Composite. A cierre de ayer, las caídas anuales en Wall Street rondaban el 10 y el 14% en Estados Unidos.
Este viernes parece que la calma se ha impuesto en los mercados, que se están moviendo en Europa recuperándose de las pérdidas de ayer, también en la bolsa de Moscú, que este viernes sube más de un 10% después de que ayer cayera un 33%. Como explica Ángel Olea, socio y director de inversiones de Abante, “ayer conocimos la invasión a gran escala y el mercado ya lo somatizó. A primer ahora del jueves los mercados ya descontaban el escenario de menor volatilidad y mayor riesgo. Por eso vimos mucha incertidumbre, tensión, volatilidad y caídas espectaculares”.
¿Cómo puede ser el comportamiento de los mercados?
No debemos olvidar que los mercados son un mecanismo de descontar expectativas y, aunque nadie tiene la bola de cristal, ver qué ha pasado en anteriores conflictos geopolíticos nos puede dar cierta perspectiva sobre lo que podemos esperar de los mercados ahora.
Como dice Olea, “los mercados, ante eventos geopolíticos, guerras o atentados, reaccionan bruscamente en el muy corto plazo, pero luego recuperan bastante rápido”. Desde LPL Research han elaborado una tabla con los principales eventos geopolíticos y cómo ha sido su impacto en los mercados y de ella se desprende que, desde el ataque a Pearl Harbor en 1941 y hasta la actualidad, el S&P 500 ha caído un 4,6% de promedio en cada crisis y ha tardado en recuperar esas pérdidas y volver a los niveles previos cerca de 40 días.
En este sentido, Olea explica que en los últimos años lo que hemos visto es que las bolsas han caído fuertemente y durante un tiempo más prolongado en dos situaciones: la burbuja tecnológica agravada por temas de credibilidad del caso Enron en 2022 y la crisis financieras de 2008. “En el resto de los episodios de fuertes caídas, los mercados se han recuperado bastante rápido”, añade.
¿Y qué puede pasar con los bancos centrales?
La guerra en Ucrania ha llegado en un momento en el que gran parte del foco en los mercados estaba puesto en la inflación y en cómo de intenso va a ser la normalización de la política monetaria por parte de los bancos centrales.
Antes del jueves, en Estados Unidos lo que se descontaban eran siete subidas de tipos para este 2002 y, desde ayer, esa previsión ya ha bajado a 6. Como señala Joaquín Casasús, director general de la gestora de Abante, “los bancos centrales, que ya habían empezado a endurecer su política monetaria para contener la inflación, tienen ahora que incorporar a sus escenarios aún mayores precios de la energía, aunque en el contexto de un conflicto armado, lo razonable es que no aceleren las subidas de tipos y se den un poco más de tiempo para controlar los precios”.