Sacyr construirá un intercambiador de 210 millones en Belfast
La pública Translink confía el proyecto a la española y la británica Farrans
La operadora del servicios de transporte público en Irlanda del Norte, Translink, ha encargado la construcción de un intercambiador en la ciudad de Belfast a un consorcio formado por la española Sacyr, a través de su filial Sacyr UK, y la británica Farrans.
La instalación (Weavers Cross Belfast BTH) contará con 26 dársenas y ocho andenes de tren. El plazo de ejecución de las obras es de cuatro años y el presupuesto alcanza los 175 millones de libras (unos 210 millones de euros). Sacyr y su socio se encargarán de los trabajos principales.
Este nodo de transportes ha sido proyectado sobre 80.000 metros cuadrados de suelo en el céntrico barrio de Weavers Cross, donde se está acometiendo un plan de reformas valorado en 400 millones de libras (480 millones de euros).
La infraestructura, en el centro de la ciudad, tendrá 26 dársenas para autobuses y ocho andenes de tren
La infraestructura va a sustituir a la estación de autobuses Europa y a la de ferrocarril de la calle Great Victoria. Durante la fase de construcción está previsto que trabajen medio millar de personas.
Sostenibilidad
La ministra de Infraestructuras de Irlanda del Norte, Nichola Mallon, ha afirmado que “el intercambiador reconciliará muchos aspectos de cómo nos desplazamos, incluyendo un transporte más limpio y ecológico en bicicleta, autobús y tren. Mejorará la conectividad en toda la región y será un factor social, económico y medioambiental clave para el bienestar de toda la comunidad”. La nueva infraestructura incidirá en una mejor conectividad transfronteriza.
La firma que preside Manuel Manrique cuenta con experiencia en la remodelación y operación de dos de los mayores intercambiadores de transporte de la ciudad de Madrid, los de Moncloa y plaza Elíptica, con un tráfico diario de 150.000 viajeros.
El consorcio Farrans-Sacyr ya estaba activo en el proyecto de construcción de una línea de tranvía en Edimburgo. Las obras, valoradas en 210 millones de libras (252 millones de euros) y sobre un trazado de 4,7 kilómetros, comenzaron en 2019. Según el calendario de esta actuación, el fin de los trabajos está fijado en la primavera de 2023.