Castilla y León rompe los planes del PP, en manos de Vox
El PSOE vuelve a fracasar en la captación del votante de Cs y prende el fenómeno de la España vaciada, pero solo en Soria
El resultado de las elecciones en Castilla y León es la victoria más amarga que se podían imaginar en el Partido Popular. El cataclismo de Ciudadanos es aprovechado íntegramente por Vox, que se convierte en el socio imprescindible del PP, lo que cuestiona la estrategia de Alfonso Fernández Mañueco y el liderazgo de Pablo Casado. Este resultado da alas a los que creen que Isabel Díaz Ayuso debe ser la próxima candidata del PP a las elecciones generales.
Al tiempo, se pone de manifiesto que la gestión del Gobierno nacional de Pedro Sánchez es una losa en las regiones, pasó en las autonómicas de Madrid y vuelve a pasar en Castilla y León, donde pierde 7 diputados. La otra incógnita, que era ver hasta donde llegaba el fenómeno de Teruel Existe, su impacto ha quedado limitado a Soria, aunque con mucha fuerza.
Mañueco convocó elecciones anticipadas sin ninguna necesidad, cuando aún le quedaba año y medio de legislatura y con un socio en declive, como Ciudadanos. Ahora se van a tener que comprometer por cuatro años con Vox, una formación mucho más inflexible y que aspira con claridad a sustituir al PP. Mañueco va a cambiar a Francisco Igea por Juan García-Gallardo, el desconocido cabeza de lista de la candidatura de ultraderecha y con residencia en Madrid. La fuerza de Vox está en que es la única opción que tiene el PP, por eso le ha pedido ya la vicepresidencia. La otra alternativa sería pactar con el PSOE, algo tan racional como imaginario.
Por tanto, este resultado pone en cuestión el plan diseñado en la sede central del PP por su presidente, Pablo Casado, y el secretario general, Teodoro García Egea. Ellos fueron los que convencieron a Mañueco de que se arriesgara a precipitar el calendario para así concretar lo que les decían las encuestas confidenciales. Si llega a saber que el resultado iba a ser este, no hubiera apretado el botón.
La demoscopia decía en diciembre que el PP estaba al borde de la mayoría absoluta en Castilla y León y que, en el peor escenario, obtendría más diputados que la suma de PSOE, Podemos, Ciudadanos y los partidos provinciales. Se veían hoy con al menos 38 diputados, el PSOE y demás 36 y Vox 7. Mañueco se quedaba, en el peor de los casos, a tan solo tres escaños de la mayoría absoluta (41), de manera que aunque necesitara a Vox sería en un rol de mero convidado de piedra, el mismo que tiene en Madrid.
El plan Casado-Egea continuaba con anticipadas en Andalucía para antes del verano. De nuevo, Juan Manuel Moreno Bonilla sacaría mayoría absoluta o gobernaría con un apoyo parlamentario de Vox, sin darle mucho juego. El siguiente puerto es las autonómicas, municipales y europeas de mayo de 2023, que llevarían bajo palio a Pablo Casado al triunfo final de las elecciones generales.
El fortísimo crecimiento de Vox en Castilla y León, donde pasa de uno a 13 diputados, puede hacer cambiar los planes del PP. Las próximas elecciones van a ser en Andalucía, las anticipen o no, puesto que la legislatura finaliza en diciembre. Se da la circunstancia de que esta región es el gran granero de votos y diputados de Vox a escala nacional. En las elecciones generales de noviembre de 2019, el partido de Santiago Abascal se llevó el 20,4% de los votos y 12 diputados, que son el 23% de los 52 que tienen en el parlamento nacional. Con los datos de Castilla y León, Bonilla no va a tener ningún incentivo para adelantar las elecciones.
Ahora bien, aunque esta victoria era la esperada por el PP, tampoco para el PSOE, que obtiene un resultado muy malo, ya que pierde siete escaños desde la oposición. El resultado pone de manifiesto que la gestión de Pedro Sánchez y su lentitud en tomar medidas frente a la despoblación pesan. El PSOE sigue siendo el partido más relevante en las provincias más industriales (Valladolid, Burgos, León y Palencia), y deja en manos del PP y Soria Ya las más rurales.
Estas elecciones también eran el primer termómetro de la fuerza electoral que pueden tener las organizaciones provinciales aglutinadas alrededor de La España Vaciada. Ante el éxito de Teruel Existe, decidieron presentarse a todas las convocatorias electorales que se produjeran con el fin de poder influir en los Gobiernos y que sus reivindicaciones entren en los presupuestos. Ayer ha quedado claro que la confianza requiere años de trabajo, los que lleva Soria Ya, que ha conseguido tres de los cinco diputados que aporta esta provincia al parlamento autonómico.
Estas plataformas no han conseguido representación en ninguna de las otras ocho provincias. Unión del Pueblo Leonés ha obtenido tres diputados, pero esta organización no tienen nada que ver con las plataformas anteriores, su primer objetivo es conseguir que el antiguo reino de León (León, Zamora y Salamanca) se conviertan en una autonomía separada de Castilla. También ha conseguido un diputado el partido Por Ávila, organización que es una escisión del PP y que gobierna la capital de la provincia.
Otra de las claves de las elecciones de ayer es que Podemos va camino a la misma irrelevancia que tuvo en su día Izquierda Unida. En las autonómicas de Galicia pasaron de 14 diputados a ninguno; en la del País Vasco, de 11 a 6; en Madrid, subieron de 7 a 10 pese, pero quemando a Pablo Iglesias y viendo como Más Madrid, su querido enemigo, les doblaba en escaños y lidera la izquierda. En Castilla y León, de dos a uno.
Pedro Arriola, el gran hombre de la demoscopia del PP durante más de tres décadas, falleció el 28 de enero pasado. Qué diría hoy al ver que su partido convocó innecesariamente unas elecciones de las que sale más débil pese a haberlas ganado y da alas a la extrema derecha.
Este resultado pone en cuestión el calendario diseñado en la sede central del PP por Pablo Casado y Teodoro García Egea