Bruselas alerta de que la inflación rozará el 4% durante 2022 en toda la UE
Los precios subirán en España un 3,6% para caer al 1,1% en 2023 Prevé que el PIB español avance un 5,6%, el segundo mayor repunte
La escalada de los precios a costa del encarecimiento de la energía todavía no ha tocado techo. Durante 2022 avanzará en toda Europa y no empezará a moderarse hasta finales del ejercicio, con la esperanza de que se reduzca notablemente ya en 2023. Así lo explicó ayer la Comisión Europea en sus previsiones de invierno, en las que constató que, tras el repunte inflacionista del 2,9% registrado en la Unión Europea durante 2021, el indicador avanzará casi un 4% en el actual ejercicio para caer al 1,9% el siguiente.
Las proyecciones de Bruselas, por ello, mantienen sobre la mesa las tensiones inflacionistas y los peligros que unos efectos de segunda ronda severos ocasionarían en el conjunto de la economía y en la recuperación.
Por lo pronto, todas las capitales registrarán cifras inusualmente elevadas. España, según las previsiones, anotará repuntes en los precios del 3,6% en 2022, en sintonía con países como Italia (3,8%), Alemania (3,7%) o Francia (2,8%). En España, en concreto, es de prever que la inflación se mantenga alta en la primera mitad de 2022, “impulsada principalmente por los precios de la energía”, y que los productores “trasladen a los consumidores parte del aumento de los costes no salariales”.
Bruselas confía, no obstante, en que la situación sea transitoria en el conjunto de la UE y que la escalada vaya revirtiéndose.
De ello, junto a otros factores como la evolución de la situación sanitaria o la crisis de suministros global, depende que la recuperación económica se afiance en cada uno de los Estados miembros y, por lo tanto, en el conjunto de la UE.
La Comisión espera por el momento que la economía avance en el conjunto de la Unión un 4% en 2022 y un 2,8% en 2023 después de haber cerrado el año 2021 con un repunte del 5,3%. España, atendiendo a las previsiones de invierno, será uno de los socios que mejores cifras registre en el presente año.
Para España se espera un avance del PIB del 5,6% en 2022 y del 4,4% en el año siguiente. Si los números se cumplen, sería el segundo país europeo –por detrás de Malta– que más crecería en el presente ejercicio después de haber cerrado 2020 y 2021 con un hundimiento del 10,8% y un repunte posterior del 5%. Pese a la mejora, que haría que se recuperase el PIB previo a la pandemia antes de 2023, las proyecciones se quedan muy lejos de las del Gobierno, que aún confía en cerrar 2022 en el 7%.
Bruselas asume que el primer trimestre de 2022 se verá aún lastrado por el impacto de la variante ómicron y el aumento de los contagios, registrando una subida de únicamente el 0,6%. A partir de entonces, explica la Comisión, “se espera que el crecimiento económico recupere impulso”, con tasas trimestrales “superiores al 1% hasta principios de 2023”.
En las previsiones, la Comisión fía la mayor parte del avance de la economía nacional al consumo privado y a la inversión. “Serán los principales motores del crecimiento económico durante el horizonte de proyección”, explica. Así, los ahorros acumulados durante la pandemia y la subida de las pensiones, entre otros factores como la recuperación del turismo internacional, impulsarán el consumo. En el capítulo de la inversión, las esperanzas están puestas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.