BME perderá más de 20.000 millones de capitalización por el cierre masivo de sicavs
Estas sociedades tienen emitidas acciones que cotizan MTF Equity La liquidación supondrá también un proceso de deslistado
El desmantelamiento de las sicavs va a generar ondas sísmicas por todo el sistema financiero español. Una de ellas afectará al gestor de la Bolsa española. BME, filial del grupo suizo Six, verá en los próximos meses cómo dejan de cotizar miles de estos vehículos, lo que le supondrá una pérdida de capitalización de más de 20.000 millones de euros, según los expertos consultados.
El origen del cierre de las sociedades de inversión de capital variable (sicavs) está en un cambio regulatorio que obliga a estos vehículos a contar con más 100 socios que tengan una inversión de al menos 2.500 euros cada uno, si quieren mantener el gravamen reducido en el Impuesto sobre Sociedades (del 1%). Así se pretende evitar que grandes fortunas controlen estos vehículos utilizando como socios a personas de relleno, los conocidos como mariachis. Hasta ahora, ese era su uso mayoritario.
El nuevo régimen fiscal entró en vigor el 1 de enero, y ha provocado una auténtica desbandada. Más de 1.000 sicavs ya han comunicado a la CNMV que van a convocar a sus juntas de accionistas para disolverse en los próximos meses. A&G Banca Privada calcula que quedarán menos de 200 sociedades, después de todo el proceso.
Al cierre de 2020 había aún 2.307 sicavs en España, que acumulaban cerca de 30.000 millones de euros de patrimonio. Los expertos del sector consideran que el 80% dejará de estar listado, al menos sobre el papel. Nunca se ha hecho proselistismo de invertir en sicavs por parte de los minoritarios, salvo contadas excepciones, en las que la gestora hace promoción activa de ellas.
Casi todas las sicavs españolas cotizan en BME en la plataforma MTF Equity, incluida dentro de la plataforma BME Growth. Si bien, el gestor separa las capitalizaciones de las sicavs de las de empresas en expansión y de las de las socimis. En teoría, cualquier pequeño inversor puede comprar y vender acciones de estos vehículos de inversión colectiva si emplean un intermediario que le permita el acceso a esa plataforma.
Nuevo destino
De hecho, algunas sicavs, como Torrenova o Smart Social, han acumulado miles de inversores, a imagen y semejanza de los fondos de inversión. En teoría, la reforma se ha hecho para que solo estas pervivan.
Una vez que las juntas de accionistas acuerdan la liquidación, se inicia un largo proceso, que pasa por deslistar la firma y acordar cómo se liquidan sus activos y dónde se llevan.
El proceso de liquidación de miles de sicav supondrá que BME pierda más de 20.000 millones de capitalización, de acuerdo con cálculos moderados. Algunas de las sicavs más grandes ya han anunciado que van a mantener el actual régimen jurídico. Es el caso de los vehículos controlados por Alberto Palatchi (fundador de Pronovias), la familia Del Pino (Ferrovial), la familia March... Con todo, estas sicavs solo suman un patrimonio de 5.000 millones.
Fuentes conocedoras de la situación reconocen que van a deslitarse cientos de vehículos en los próximos meses y que se reducirá la capitalización de las acciones que ellos negocian. Esto tendrá implicaciones también en la industria financiera auxiliar, además de posible salidas de capitales hacia otros centros financieros europeos, apuntan.
La mayor parte del dinero que hay ahora a las sicavs se destinará a fondos de inversión clásicos. El Gobierno ha querido dejar esta puerta de salida para los accionistas de las sicavs, de manera que les permitirá no tener que tributar por las plusvalías que tienen acumuladas siempre que destinen el patrimonio, antes de julio de 2023, a un vehículo de inversión tradicional.
También podrán llevarlo a sicavs luxemburguesas, sociedades de capital riesgo, fondos de inversión libre... Otra opción es la transformación de las sicavs en sociedades anónimas o sociedades limitadas.
Impacto en tasas y comisiones
Baja. Las sicavs tienen que pagar una tasa si quieren la exclusión del mercado de las acciones que han emitido. En concreto, deben abonar 1.500 euros. En un escenario en el que desaparecen 2.100 sicavs, BME ingresaría por esto unos 3,2 millones de euros. Pero sería una vez y nunca más.
Mantenimiento. BME cobra ahora anualmente 650 euros por cada sicav, salvo que una gestora tenga bajo su batuta más de 50 firmas. Si este es el caso, el precio se reduce.
Negociación. El volumen que se mueve en el segmento de sicavs de BME es nimio, debido a la propia idiosincrasia de este vehículo inversor en España. No existe ni la cultura ni la facilidad para que el inversor acceda a ellas. Las tarifas para comprar acciones de una sicav oscilan entre los 1,1 euros que pagan para operaciones y los 13,4 para transacciones de más de 140.000 euros.