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Rescate

La ayuda de la SEPI para salvar Abengoa deberá ir a las filiales

Las bendiciones al salvamento de Grant Thornton y PKF están a punto Los 249 millones irán a las siete filiales operativas de Abenewco 1

Vista de una planta solar de Abengoa en Sanlúcar la Mayor (Sevilla).
Vista de una planta solar de Abengoa en Sanlúcar la Mayor (Sevilla). EFE

La recta final de Abengoa parece interminable y nadie puede asegurar un final feliz, pero el proceso sigue adelante. La última novedad es que el rescate de Abenewco 1 ha sufrido una metamorfosis. Las consultoras encargadas de bendecir el plan de salvamento, PKF Attest y Grant Thornton, han determinado que la hoja de ruta de los 249 millones de euros que ha de inyectar la SEPI, que se sumarán a los 200 millones que ofrece Terramar, debe diseñarse para las siete filiales operativas de Abenewco 1, en lugar de para la holding.

La gran buena noticia es que, ahora sí, la interlocución con la SEPI es fluida. De hecho, se prevé que el expediente se resuelva de una vez y para siempre el próximo mes de marzo como muy tarde, según fuentes conocedoras de la operación.

La situación de liquidez de Abengoa, con una plantilla de unos 13.000 empleados en todo el planeta y alrededor de 2.000 en España, no da para más. La oferta de Terramar, en teoría, caduca el próximo 24 de febrero.

El tiempo apremia, pero las consultoras se han tomado su tiempo. Lo cierto es que el caso era complicado y han tenido que hilar muy fino. Los papeles todavía no están enviados, pero les queda muy poco. PKF Attest, encargada de discernir si Abenewco 1 es elegible para las ayudas, ya ha concluido su trabajo. Grant Thornton, ocupada con el plan financiero, todavía ha de finalizar su informe, en este caso relativo a la viabilidad económica. Pero se espera que ambos estén listos en los próximos días.

Los últimos informes necesarios llegarán en los próximos días

Es preceptivo que en el expediente que se cursa por parte del fondo de rescate de la SEPI conste el plan de viabilidad y de devolución del dinero y también que la empresa en cuestión sea elegible para recibir la ayuda. En esencia, debe demostrar que no estaba en crisis antes del estallido del Covid-19. Pese a que los problemas de Abengoa se remontan a 2015, Duro Felguera ha conseguido 120 millones de euros del organismo bajo la batuta del Ministerio de Hacienda. Y el rosario de dificultades de esta última firma arrancó antes de 2018.

El giro de guion de último momento se debe a que, en el caso de Abenewco 1, no cumple los requisitos de elegibilidad. Aquí sí se puede probar que no está en problemas por circunstancias del Covid y, además, tenía deudas con Administraciones, según fuentes conocedoras de la situación. Así, serán la siete filiales operativas de la holding, y que concentran el negocio valioso, las que pidan oficialmente la ayuda. Cada una de ellas deberá además explicar de forma detallada su plan de viabilidad.

La oferta de Terramar, que ofrece 200 millones para quedarse con el 70% de Abenewco, estará vigente hasta el 24 de febrero, como publicó CincoDías el pasado 5 de enero. La parte que el fondo desembolsará en capital suma 60 millones, que irán en su mayor parte a repagar parte de los pasivos financieros. Los 140 millones de euros adicionales serán en forma de créditos.

La SEPI, por su parte, exigirá que los intereses que cobre por esos préstamos el fondo con sede en California se alineen con los que ella reciba y que, en todo caso, no sean descabellados. No hay que olvidar que la misión final, si nada se tuerce, es que Abengoa –es decir, las siete filiales operativas de Abenewco 1– logre salvarse y que devuelva en tiempo y forma el dinero inyectado por el organismo estatal.

Las fuentes consultadas indican que la situación es crucial. Una vez recibidos los informes, la SEPI debe tomar una decisión, y esta ha de trasladarse al Consejo de Ministros. Además, existe una cohorte de involucrados que tienen que seguir tomando decisiones. Los primeros son los acreedores financieros, a los que Abenewco les debe unos 170 millones (el denominado New Money 2 en la jerga de Abengoa); después los acreedores comerciales (400 millones),; a continuación entra en escena la SEPI, y, por último, los bancos y Cesce.

Abenewco 1, como sociedad holding, no puede optar a las ayudas estatales

El papel de Santander, BBVA, CaixaBank y Crédit Agricole es clave, pues deben liberar los avales para que Abengoa pueda contratar. El importe máximo es de 300 millones, pero se da por descontado que, tras un primer desembolso previsiblemente superior a los 100 millones, irán liberando las garantías con cuentagotas. Cesce, aseguradora controlada por el Estado, debe blindar el 60% de los avales.

El presidente de la matriz sigue en busca de un inversor alternativo

 

Otra opción. El tiempo corre y todavía no se ha presentado una oferta alternativa a la de Terramar para que el rescate de Abengoa sea posible. Pero este sigue siendo el primer escenario para el presidente de la matriz, Abengoa SA, sociedad en concurso de acreedores desde febrero del año pasado. Clemente Fernández, expresidente de Amper y líder de la sindicatura de accionistas AbengoaShares, que controla más del 20% de la empresa que cotizó en Bolsa hasta el 14 de julio de 2020, está a la espera de conocer la nueva estructura que podrían recibir las ayudas, según fuentes conocedoras de sus intenciones.

En gestación. En la junta de accionistas de Abengoa SA del pasado 16 de noviembre, Fernández aclaró que una segunda oferta de rescate está en proceso de gestación. Terramar, por su parte, ha abierto la puerta a que los accionistas de la matriz participen en el rescate, pero con condiciones. El importe mínimo es de cinco millones, tanto en la deuda como en el equity, con un máximo del 10% del importe total invertido por Terramar. Esto daría a los actuales accionistas de la empresa en concurso de acreedores una participación entre el 1,75% y el 7% de Abenewco 1.

 

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