Guerra entre las aerolíneas por los vuelos fantasma y la posible revisión de la normativa de 'slots'
Entre aerolíneas y gestores aeroportuarios se da por descontado que la CE tratará la polémica de los vuelos fantasma
Choque frontal en el sector aéreo europeo entre quienes presionan para la relajación de las normas comunitarias de los derechos históricos sobre slots (permisos de despegue y aterrizaje), con la poderosa Lufthansa a la cabeza, y quienes abogan por una relativa vuelta a la normalidad tras los peores momentos de la pandemia, bandera que ha tomado Ryanair, la mayor low cost del continente.
Todos los agentes involucrados, incluidos los aeropuertos, se juegan millones de euros en esta partida y la presión es máxima sobre la Comisión Europea (CE), que es quien decide.
El grupo germano que integra a Lufthansa, Swiss, Austrian Airlines y Brussels, llamó la atención días atrás al desvelar que operaría unos 18.000 vuelos en vacío con el fin de conservar sus slots, con lo que eso conlleva para el medio ambiente. Brussels prevé 3.000 de estas operaciones. Y el grupo irlandés que lidera Michael O’Leary salió ayer al paso recomendando a Lufthansa, con toda su ironía, que baje los precios para evitar los conocidos como vuelos fantasma y devolver a los ciudadanos la ayuda pública que ha recibido para superar esta crisis sin precedentes. Las advertencias de Lufthansa contrastan con un ejercicio 2021 en que el factor medio de ocupación de sus vuelos ha alcanzado el 70%.
El rifirrafe entre gigantes se debe al endurecimiento de las condiciones que impone la CE, a través de la normativa conocida como 80/20, cuyo leitmotiv es úsalo o piérdelo, para que las aerolíneas renueven sus slots en aeropuertos. El reglamento 95/93 de la UE marca que las compañías que operan en aeropuertos coordinados (donde la demanda excede la capacidad durante periodos de tiempo significativos) cumplan con un 80% de ejecución sobre la programación en cada ruta, medida en series de cinco slots. Se asigna la posibilidad de un máximo del 20% en incumplimientos en salidas o entradas a un aeropuerto.
Ryanair se ha sublevado ante la presión de Lufthansa para “bloquear” franjas en los aeropuertos
Esa exigencia fue suspendida durante el verano e invierno de 2020 ante el derrumbe de tráfico. Se buscó evitar los vuelos sin pasajeros, reducir en lo posible los gases de efecto invernadero y contribuir a la supervivencia de las aerolíneas con la puesta en tierra de las flotas.
El siguiente paso fue establecer una ratio del 50/50 entre cumplimientos e incumplimientos; podían devolverse hasta un 50% de los slots hasta una fecha prefijada y se contempló la fuerza mayor, como el azote de la pandemia en Asia o las restricciones de Canadá, para dejar de ocupar franjas horarias sin perderlas. Y ya en la presente temporada de invierno se está manteniendo la norma 50/50, pero desapareció cualquier posibilidad de devolución de slots, quedando vigente, eso sí, la causa de fuerza mayor. Ahora las aerolíneas dejan de tener que ocupar un mínimo del 25% de las operaciones programadas para estar obligadas a un suelo del 50%.
¿Y para la temporada de verano que arranca el 1 de abril? Bruselas ha fijado una ratio de 64/36 tras diálogo con la industria aérea.
Sin visibilidad
La incertidumbre que genera ómicron en las reservas hace que algunas de las aerolíneas vuelvan a posiciones conservadoras en cuanto a producción y que cunda el nerviosismo entre los Gobiernos. El ministro belga de Movilidad, Georges Gilkinet, exigió por carta a la comisaria de Transporte, Alina Valean, que relajara las reglas aduciendo el impacto de los vuelos vacíos sobre el medio ambiente. También se dirigió en los mismos términos a la Comisión la europarlamentaria Karima Delli.
Los aeropuertos van contra una mayor relajación en el cumplimiento de las programaciones
“En este contexto, es más que probable que la CE ponga en revisión la norma que afecta a los slots”, comentan fuentes consultadas por este periódico.
El CEO de Ryanair, Michael O’Leary, ha demandado al órgano comunitario que desoiga los lamentos de Lufthansa y deje que sea la libre competencia quien ocupe los slots excedentes. “La solución al problema de los vuelos fantasma de Lufthansa es sencilla: se trata de vender esos asientos a los consumidores. Si realmente necesita operar estos vuelos únicamente para evitar la liberación de slots a sus competidores, entonces se les debería exigir que vendan las plazas al público a precios más bajos”, señaló ayer O’Leary. Y añadió que “los ciudadanos alemanes y europeos ya han rescatado a Lufthansa y sus filiales con millones en ayuda estatal”. La low cost carga contra un supuesto plan urdido por la germana para bloquear capacidad en aeropuertos como Fráncfort, Bruselas, Zaventem y Viena, entre otros.
Conectividad
Los aeropuertos asisten a esta polémica con el problema de no saber qué grado de la programación de las aerolíneas va a ejecutarse la próxima temporada de verano. Desde la asociación ACI Europe se asevera que las normas europeas sobre los umbrales de franjas horarias en los aeropuertos ya ofrecen protección a las compañías para evitar los vuelos fantasma. El colectivo ha otorgado firme apoyo a la CE y recuerda que las aerolíneas tienen a su alcance el mecanismo contra el uso no justificado de franjas horarias (JNUS por sus siglas en inglés), por el que pueden presentar sus casos a los coordinadores locales de slots.
Desde ACI también se subraya que los vuelos que ofrecen asientos a la venta no pueden ser consideradas operaciones fantasma. El colectivo de aeropuertos, al igual que la CE, sostiene que la normativa de uso de los slots debe proteger a las aerolíneas en estos duros momentos, pero también garantizar capacidad aeroportuaria y la libre competencia.
¿Qué sucede si se pierde un ‘slot’?
Por temporadas. La pérdida de slots en verano no afectaría a la inmediata temporada de invierno sino a la siguiente de verano. Y de igual modo sucede si se pierde el derecho sobre una serie en invierno.
Coordinador local. En España es la Aecfa quien gestiona y facilita las franjas horarias de los aeropuertos, en virtud de la Orden 1050/2014, y hace seguimiento del cumplimiento de las mismas. La mayor saturación se encuentra en las horas punta de Barajas y El Prat, o en los aeropuertos con alto componente estacional, como los turísticos.