El Rey dice que la instituciones deben ser ejemplo de "integridad pública y moral"
El monarca hace una encendida defensa de la vacunación y alerta del aumento de personas vulnerables y de la preocupación en los hogares por la subida de los precios
El Rey Felipe VI ha asegurado hoy que el futuro inmediato de España "exige a todos voluntad de colaborar y entenderse" y también necesita que los españoles "confiemos más en nuestras propias fuerzas como Nación", para salir adelante en un momento que ha calificado claramente de "difícil".
En su tradicional discurso navideño, el monarca no solo ha pedido la colaboración de los españoles para superar el nuevo azote de la pandemia de Coronavirus-19 y la situación social que esta crisis ha generado sino también de las instituciones, que dijo, tienen "la mayor responsabilidad". De hecho, estas instituciones, de la que forma parte la propia monarquía, deben estar "en el lugar que constitucionalmente nos corresponde; asumir, cada uno, las obligaciones encomendadas; y respetar y cumplir las leyes y ser ejemplo de integridad pública y moral".
Se trata de un llamamiento de Felipe VI que, a pesar de no haberse referido en ningún momento a su padre, el Rey emérito, durante el discurso, cobra especial importancia al producirse en medio de la polémica posible vuelta a España de Juan Carlos I después de la justicia suiza archivara recientemente su investigación iniciada en 2018 por el presunto cobro de comisiones de Arabia Saudí.
Pero antes, el monarca había arrancado su discurso dirigiendo sus primeras palabras a quienes viven en la isla de La Palma y, en particular, para los que el volcán Cumbre Vieja "ha dejado sin hogar y sin medio de vida". El Rey les ha dicho: "Tenéis nuestra solidaridad y contáis con el trabajo y el compromiso de todas las Administraciones para que podáis reconstruir, cuanto antes, vuestras vidas, vuestra economía, y rehacer así vuestros proyectos con ilusión".
Si bien el impacto de la pandemia ha sido, por segundo año consecutivo, una de las principales protagonistas del discurso de Felipe VI. Ha comenzado haciendo una encendida defensa de las vacunas que, según ha resaltado, han permitido "avanzar sustancialmente en la lucha contra la pandemia". Y, particularmente, ha ensalzado "el gran número de españoles que se ha vacunado, así como el propio proceso de vacunación en nuestro país, del que podemos sentirnos especialmente satisfechos", ha asegurado.
Así, pese a reconocer que la gravedad de la situación es menor que la del año pasado, ha asegurado que "el riesgo no ha desaparecido" y que el virus "todavía tiene la capacidad de hacernos daño, de muchas maneras". Por ello, ha llamado a "seguir teniendo cuidado, protegernos y actuar con la mayor responsabilidad individual y colectiva" y a "no dar pasos atrás" en esta crisis sanitaria "que tanto sufrimiento ha causado y a cuyas víctimas recordamos especialmente en estas fechas", ha continuado. Tras lo cual, y como ha enfatizó el pasado año, ha dado nuevamente "inmensas gracias" al personal sanitario, "con todo nuestro apoyo y ánimo".
Situación económica
En este punto, se ha referido a que muchos ciudadanos en este año que ahora termina "continúan padeciendo las consecuencias sociales, económicas y también emocionales derivadas de la pandemia". Aunque ha reconocido que la economía ha vuelto a crecer y a recuperar la gran mayoría de los puestos de trabajo que se vieron temporalmente suspendidos, así como que el empleo evoluciona a un ritmo "realmente positivo", Felipe VI también ha llamado la atención sobre la parte más sombría de esta recuperación.
Así, ha lamentado que el número de personas en situación de vulnerabilidad ha aumentado durante este año y ha añadido que estos días "existe preocupación en muchos hogares por la subida de los precios, el coste de la energía o por las dificultades para encontrar un empleo estable, especialmente para los jóvenes".
También en materia económica, el Rey ha querido también referirse a la incertidumbre y el desafío que supone el hecho de que las nuevas tecnologías estén cambiando los tradicionales modos de producción de las empresas y, por tanto, influyen en el concepto mismo del trabajo tal y como lo habíamos conocido. Asimismo, ha destacado que la ciencia avanza "y para bien" pero está modificando muchos aspectos de las vidas personales y colectivas y "pone a prueba nuestras convicciones, valores o nuestros principios de organización social".
Pero ante todo esta situación, el monarca ha arengado a los ciudadanos considerando que no se deben "dejar llevar por el pesimismo", "ni caer en el conformismo esperando que los problemas se resuelvan solos". Sin que, por el contrario "debemos reaccionar (...) y adaptarnos rápidamente a los cambios", ha concluido.