Las energéticas cobran al cliente hasta un 78% más por el gas en el mercado libre
La intervención del Gobierno limita la escalada en los precios tutelados
La atención se centra en el disparado recibo de la luz, que ha alcanzado precios históricos con la tarifa regulada (PVPC), ligada a la evolución del mercado mayorista, con picos por encima de los 300 euros el megavatio hora. Pero el gas, la otra energía utilizada de forma masiva en los hogares españoles experimenta también una gran carestía. Los precios que ofrecen en el mercado libre a los consumidores las grandes energéticas –Iberdrola, Naturgy y Endesa– son hasta un 78% más caros que los establecidos en tarifas reguladas por el Gobierno.
En la electricidad, las compañías que dominan el mercado han contraatacado con ofertas estables en el mercado libre. Naturgy ofrece una tarifa a 60 euros el megavatio hora; Endesa propone una a 58 euros e Iberdrola plantea costes estables muy por debajo de lo que se paga en el mercado regulado. El consumidor puede sacar partido de la competencia para ahorrar en su factura.
Pero, al menos de momento, ocurre justo lo contrario con los precios del gas natural. Las tarifas de último recurso (TUR) están intervenidas por el Gobierno desde septiembre. Sin embargo, solo 1,6 millones de los ocho millones de usuarios de gas natural en España están en el regulado. Es decir, hasta el 80% de los clientes –no todos los 6,4 millones restantes abonan los precios actuales, sino otros fijados anteriormente, por debajo de esos niveles– está pagando mucho más de lo que abonarían si se adhieren a las tarifas reguladas.
Las tarifas del mercado libre están en vigor en España desde 2009, y las compañías han concentrado esfuerzos en trasladar a sus clientes a ese segmento, en el que cuentan con capacidad de fijación de precios y con más facilidad para ofrecer productos adicionales. La mala noticia es que las empresas han repercutido la escalada de las cotizaciones internacionales del gas natural en estas tarifas.
Los clientes de Iberdrola con tarifa del mercado libre pagan por el equivalente a la TUR 2 –para consumos entre los 5.000 y los 15.000 kilovatios hora (kWh) al año, el consumo habitual para una vivienda con calefacción de gas natural– 0,073532 euros el kWh, con un fijo de 11,18 euros. Es un 78% más que su homóloga gubernamental en la parte variable, a 0,041276 euros el kWh y con un fijo de 10,23 euros.
La diferencia también es notable en el precio de la tarifa equiparable a la TUR 1 (para viviendas con consumo inferior a 5.000 kWh al año, el más común si el gas se emplea solo en la cocina o en el calentador de agua), un 71% más cara en el término variable: 0,0446 euros el kWh, frente a 0,076234. Cierto es que Iberdrola se compromete a mantener las tarifas durante 12 meses, de manera que los nuevos precios se irán aplicando a los usuarios según vaya venciendo ese periodo blindado. Hasta entonces, podrá aplicar una subida equivalente a la inflación. Los clientes tienen potestad para cambiarse a la tarifa regulada si así lo desean, puesto que Iberdrola no impone permanencia. Y viceversa, si los precios tutelados suben.
Las ofertas de Endesa y Naturgy también suponen fuertes sobrecostes frente a la tarifa de último recurso (véase gráfico), con tarifas un 68% y un 40% más caras en la parte variable, respectivamente, en las recomendadas para viviendas con calefacción. La tarifa de Naturgy, además, solo se puede contratar online. En la TUR 3, para consumos entre 15.000 y 50.000 kWh al año, los ahorros rondan estos porcentajes.
Las tarifas reguladas subirán en enero, pero solo un 5%, gracias a que el blindaje del Gobierno aprobado el 14 de septiembre sigue en vigor. La duración de las medidas para no repercutir el alza de la materia prima se aprobaron para el último trimestre de este año y el primero del próximo.