La banca ostenta monopolio en uno de cada tres códigos postales donde tiene negocio
Existen 1.620 códigos postales en los que solo tiene presencia una entidad
La banca española tiene cada vez menos competencia. La reducción del número de entidades por las fusiones llevadas a cabo en los últimos años, unido al recorte de la red de oficinas debido a la continua digitalización y el ahorro de costes, han llevado a la banca a ostentar una posición de monopolio en uno de cada tres códigos postales donde tiene negocio.
Según los datos que ofrece el banco de España, actualizados a cierre de junio de 2021, existen 1.620 códigos postales en los que solamente hay una entidad presente (a través de oficinas). Se trata de una cifra elevada teniendo en cuenta que en total hay 4.945 códigos postales en los que la banca cuenta con al menos una sucursal.
En realidad el número de códigos postales existentes en España es mayor, pero en buena parte de ellos no existe ninguna oficina bancaria. Como ya informó este diario el pasado mes de octubre, más de la mitad de los municipios de España están vacíos de sucursales. El caso es que para el cliente la oferta (en los lugares que existe) es cada vez más reducida y los bancos (allí donde tienen el negocio de forma física) tienen menos competencia.
El análisis por códigos postales es el criterio que ya utilizó la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) cuando estudió la fusión entre CaixaBank y Bankia porque consideraba que era el indicador más fino. Entonces, el organismo presidido por Cani Fernández detectó 86 códigos postales en los que la entidad resultante ostentaría una posición dominante: en 21 de ellos sería la única entidad presente mientras que en los 65 restantes tendría una posición de duopolio con una baja presión competitiva en un radio de 1,5 kilómetros desde la sucursal. Fuentes de la CNMC explican que en aquel momento solamente se tuvieron en cuenta los nuevos códigos postales en los que la entidad pasaría a ostentar monopolio y no incluía aquellos en los que ya mantenía esa posición.
Según los datos analizados por este diario, a cierre de junio la entidad catalana era la única presente en 460 códigos postales. Le sigue Abanca, que tiene una presencia dominante en Galicia, en 187 códigos postales. En tercer lugar, Unicaja, la otra entidad que ha protagonizado una fusión en el último año, tras absorber Liberbank, con 171 códigos postales en los que es el único banco.
Se da la circunstancia de las que las entidades de tamaño medio y las cooperativas de crédito copan las primas posiciones de la tabla, ya que en muchas ocasiones están ligadas a una zona geográfica rural y se trata de la única entidad que ofrece servicios financieros de forma presencial en esa área.
Por provincias, Toledo es la que acumula un mayor número de códigos postales en los que solo está presente una entidad. Le sigue A Coruña, con 60, y Badajoz, con 59. Las provincias de Castilla y León están entre las que cuentan con menos códigos postales en los que solo opera una entidad, sin embargo, se debe a que son zonas tradicionalmente vacías de sucursales.
Recorte de más de la mitad de red
La crisis financiera que se inició entre 2007 y 2008 fue el germen de la revolución que se ha vivido en el sector financiero y que ha venido acompañada de quiebras de entidades, fusiones y la digitalización del negocio. Y todo ello ha provocado un continuo recorte de la red de oficinas.
De hecho, en 2008 el sector financiero español contaba con 45.662 oficinas, el dato más alto de la serie histórica. Sin embargo, a partir de ese año el cierre de sucursales ha sido imparable. Al cierre de 2020, el número total de oficinas bancarias en España se había reducido a 22.271, lo que supone dar el cierre a más de la mitad de la red de sucursales (51,2%) en apenas 12 años. Ese proceso ha llevado a reducir la oferta bancaria y a que, igualmente, más de la mitad de los municipios españoles no tengan ni una sola oficina. Según los últimos datos que ofrece el Banco de España, de los 8.131 municipios que hay en España, 4.443 no tienen sucursal.
El indicador que se utiliza habitualmente para medir la concentración en el sector financiero es el índice Herfindahl-Hirschman. Según los datos provisionales del Banco Central Europeo, las cinco mayores entidades españolas concentraban en 2020 el 66,4% de los activos del sector financiero.
En ese sentido, España ocupa el puesto 18 de entre los 27 países de la Unión Europea, con 1.081 puntos, lo que significa situarse en un mercado moderadamente concentrado. No obstante, España es uno de los países que más ha aumentado su puntuación desde 2008, cuando era de 497 (se ha más que duplicado desde entonces). A partir de ahí ha ido aumentando hasta alcanzar el nivel máximo en 2018, con 1.138 puntos, y se ha mantenido más o menos estable (1.110 puntos en 2018 y los citados 1.081 en 2020).
Según los expertos, la barrera en la que se puede hablar de un mercado altamente concentrado está en los 1.800 puntos, y se empieza a hablar de oligopolio y monopolio a partir de los 2.500 puntos. En esos niveles se sitúan países como Finlandia (2.250), Holanda (2.001), Lituania (2.408), Chipre (2.285), Grecia (2.320) y Estonia (2.578), aunque se trata de mercados más reducidos.
España se sitúa muy por debajo del umbral que el BCE consideraría como monopolio u oligopolio, pero está en un nivel de concentración bancaria muy superior al de las primeras economías europeas. De hecho, países del entorno como Alemania (325), Francia (688) e Italia (675) tienen un nivel muy inferior.