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El Banco de España teme que la falta de suministros reste casi un punto de PIB en 2022

El supervisor calcula que la crisis podría recortar el avance de 2021 en hasta tres décimas

Sede del Banco de España en Madrid.
Sede del Banco de España en Madrid.EFE

El Banco de España ha alertado este jueves de que los cuellos de botella en las cadenas globales de suministro podrían provocar una reducción "apreciable" en la tasa de crecimiento del producto interior bruto (PIB) español en el tramo final de este año y durante buena parte del ejercicio próximo. En concreto, el supervisor estima que la crisis restaría durante 2021 "entre dos y tres décimas" al avance, un impacto que escalaría hasta rozar el punto porcentual en 2022, con un retroceso de "entre cinco y nueve décimas".

La estimación a la baja se debe al impacto negativo que ha tenido en los últimos trimestres la falta de insumos en el sector del automóvil, que según señala el propio regulador bancario, es de gran relevancia para la economía. La estimación, defiende el organismo presidido por Pablo Hernández de Cos, "resulta coherente con el elevado peso y relevancia de este sector" para el conjunto de la economía del país.

Dentro de estas estimaciones, la caída de tres décimas para el año 2021 está motivada por un retroceso de casi una décima debido a los efectos directos, de algo más de 0,1 puntos por las consecuencias de arrastre nacionales, y por otra décima basada en los efectos de arrastre internacionales.

En los cálculos de cara a 2022, con un recorte de hasta 0,9 puntos, un total de 0,2 puntos estarían vinculados a los efectos directos de la crisis, dos décimas y media lo estarían a los efectos de arrastre nacionales y el resto a los internacionales.

Para llevar a cabo estos cálculos, el Banco de España ha asumido que la duración de las perturbaciones en las cadenas de suministro globales se mantendrán fundamentalmente durante el cuarto trimestre de 2021 y los tres primeros trimestres del año próximo. Como hay una "notable incertidumbre" sobre el grado de persistencia y la duración de estos cuellos de botella, el supuesto adoptado en este análisis "se encontraría relativamente en línea" con el marco temporal previsto por las empresas españoles y recogido en la Encuesta del Banco de España sobre la Actividad Empresarial (EBAE).

De acuerdo con esta encuesta, el 20,5% del total de las empresas estiman que las dificultades de suministro se alarguen hasta finales de año, porcentaje que asciende al 54,2% en el caso de las compañías que prolongan esta situación hasta mediados de 2022. El 18,3%, por su parte, alarga la crisis hasta finales de 2022 y el 7% la atrasa hasta 2023. En el caso de las empresas del sector industrial, casi un 60% estima que los problemas con los insumos no desistan hasta mitad del año próximo.

Uno de los problemas a tener en cuenta, recalca el Banco de España, es que la crisis de suministros ha afectado de forma muy heterogénea a las distintas ramas de la actividad, teniendo una incidencia especialmente importante en aquellas industrias situadas en las partes más altas de la cadena de valor, es decir, "en aquellas que suministran bienes que son empleados por otras industrias", apunta. Como ejemplo, relata el supervisor, se encuentra de nuevo el sector del automóvil, afectado de lleno por los "fuertes desajustes" entre oferta y demanda que ha venido registrando recientemente la industria de semiconductores y circuitos integrados.

A lo largo de las últimas semanas, varios organismos y analistas internacionales han revisado a la baja las estimaciones de crecimiento de la economía española para 2021 y 2022 debido, entre otros factores, a la crisis global en las cadenas de suministros. Ayer mismo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) recortó el avance previsto para el presente ejercicio desde el 6,8% calculado en septiembre al 4,5%. Para el año próximo, rebajó el avance del 6,6% al 5,5%. La Comisión Europea, por su parte, dio un tijeretazo de 1,6 puntos porcentuales a su anterior proyección para 2021, pasando del 6,2% al 4,6%, y de ocho décimas para 2022, hasta el 5,5%. El Gobierno, mientras tanto, sigue confiando en una subida del 6,5% y del 7%, respectivamente.

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