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Batacazo en las Bolsas: el Ibex cae un 5% y firma su peor sesión desde junio de 2020

Wall Street registra descensos superiores al 2,5%

El coronavirus vuelve a acaparar la atención. En una jornada de escasas referencias macroeconómicas y empresariales, la aparición de una nueva variante en el Sur de África desató el pánico entre los inversores, una tendencia que se vio amplificada por los niveles de sobrecompra que venían registrando las Bolsas tras las fuertes revalorizaciones acumuladas en el año. El Ibex 35, a diferencia de otros índices, aún estaba lejos de los máximos históricos, pero esto no impidió que el selectivo español concluyera con una caída del 4,96%, en la que fue su peor sesión desde junio de 2020.

En cuestión de dos semanas, la Bolsa española ha pasado de pelear por conservar la barrera de los 9.000 puntos a situarse en los 8.402,7 puntos, mínimos del pasado mes de julio. Tras los recortes del viernes, las ganancias del Ibex en lo que va de año se limitan 4%, lejos del 14,95% que llegó a acumular a mediados de junio,

En una jornada en la que el semifestivo en Wall Street era visto como un escollo para la liquidez, la Bolsa española movió 2.183 millones, una cuantía muy superior a la media diaria de noviembre de 1.666,62 millones. Es decir, las caídas además de abultadas se produjeron con elevados volúmenes, lo que acrecienta los temores.

Aunque la aversión al riesgo fue la tendencia imperante, el Ibex se convirtió en el índice más penalizado, un comportamiento que obedece a su elevada dependencia del ciclo. El Cac francés bajó un 4,75%; el Dax alemán, un 4,15%; el Mib italiano, un 4,6% y el FTSE británico, un 3,64%. Todos los sectores cerraron en negativo, pero como en la Bolsa española los de corte más cíclico como el turístico (-8,79%), el bancario (-6,88%), el automovilístico (-5,85%) y el energético (-5,82%) se llevaron la peor parte. Wall Street no escapó a las ventas. El Dow Jones retrocedió un 2,53%, la mayor caída desde octubre de 2020 mientras el S&P 500 y el Nasdaq perdieron un 2,27% y un 2,23%, respectivamente.

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A pesar de la tensión vivida el viernes, los expertos de Arcano recuerdan que la experiencia acumulada en los casi dos años de pandemia invita a no caer en “catastrofismos excesivos” y que es demasiado pronto para sacar conclusiones sobre lo contagiosa que es la nueva variante y su letalidad. Aunque los descensos registrados en la recta final de la semana superan los anotados en olas pasadas, los analistas de Macroyield señalan que el peor de los escenarios que pueda traer consigo esta nueva cepa será siempre mucho menos grave que lo ya vivido. El departamento de análisis de Bankinter ve las nuevas correcciones como una oportunidad para entrar a precios. Eso sí para evitar sobresaltos aconsejan esperar un par de sesiones.

La aversión al riesgo también pasó factura el petróleo. Si hasta el momento la mayor amenaza para el crudo había sido la liberación de las reservas de EE UU, India, China, Reino Unido y Corea del Sur y las restricciones a la movilidad en Europa, la nueva variante asestó la puntilla. El Brent bajó un 12,46%, hasta los 72,72 dólares en la que es su peor sesión desde el abril de 2020, cuando el petróleo de referencia en EE UU cotizó en negativo por primera vez en su historia. “La caída del oro negro como reacción a la nueva variante es exagerada”, apunta a Bloomberg la consultora Energy Aspects. Superado el shock inicial, desde la firma creen que el Brent debería recuperar los 80 dólares.

Mientras los activos de riesgo sufrieron un fuerte varapalo, la deuda brilló con luz propia. La aversión al riesgo llevó a los inversores a acelerar las compras de bonos, un movimiento que se tradujo en caídas de las rentabilidades. El bono español a 10 años pasó del 0,5% al 0,43% mientras la deuda alemana al mismo plazo profundizó los rendimientos negativos y cerró en el 0,33%. A las puertas de los tipos negativos se situó la deuda francesa con vencimiento en 2031, que finalizó en el 0,03%. Al otro lado del Atlántico el bono estadounidense al mismo plazo cayó al 1,5%, unos descensos que fueron mucho más acusados en los tramos cortos como la deuda a dos años, que cayó del 0,52%. El mercado está descontando ahora un retraso en el proceso de normalización monetaria. Los futuros de los fondos federales posponen a septiembre meses la subida de tipos en EE UU, dos meses más tarde a lo inicialmente previsto. Para el Banco de Inglaterra el alza de las tasas se prevé ahora para febrero, en lugar del próximo mes.

Las expectativas de un retraso en el proceso de normalización monetaria en EE UU sirven de oxígeno al euro. La divisa europea sube un 0,82% y recupera los 1,13 dólares, un ascenso que continúa siendo insuficiente para dejar atrás los mínimos de julio de 2020.

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