Cuáles son las nuevas prioridades de las grandes fortunas
Las inversiones privadas directas, la filantropía y la riqueza sostenible, entre los nuevos objetivos
La pandemia ha cambiado las prioridades de la gente. La vida es mucho más que el trabajo, y eso ha hecho que, por ejemplo, en Estados Unidos muchos baby boomers se hayan jubilado anticipadamente. Se han dado cuenta que la vida es mucho más que trabajo. De hecho, la preocupación por la salud y la familia, asociado a las nuevas relaciones laborales impulsado por el teletrabajo, hayan hecho que consideraciones como la calidad de vida y las relaciones personales escalen puestos en las prioridades de las personas.
Sobre esta base parte el estudio Family Barometer, elaborado por Julius Baer sobre los grandes patrimonios, que concluye que las familias adineradas tienen cada una de ellas su propia idiosincrasia y las situaciones individuales y los requisitos de inversión son muy diversos. Es por ello que, según detalla el análisis, cuando hay una gran riqueza que gestionar y manejar se requiere de mucho tiempo, dado que la complejidad es varias veces superior al cliente o inversor promedio y aumenta en el caso de familias con múltiples partes interesadas que pueden tener diferentes puntos de vista con su entorno. De hecho, asegurarse de que todos estén conformes y alineados cuando se trata de cómo gestionar el dinero es un problema difícil de resolver.
Por tanto, el tema de la gobernanza familiar seguirá siendo uno de los temas de debate en el seno de las familias de todo el planeta durante los próximos años. Los expertos del citado grupo suizo de gestión de patrimonios apuntan a que se está viviendo una época de creación de riqueza global como nunca antes había sucedido, y que este aumento de riqueza trae consigo un incremento de oportunidades, así como la posibilidad de vivir en múltiples emplazamientos, de enviar a los hijos a colegios en otros países y de dirigir negocios a nivel internacional. Todo esto hace que cada nueva oportunidad añada un nivel adicional de complejidad. Y la mejor manera de contrarrestar esto es teniendo claro el marco con el que cada familia gestiona su patrimonio.
Según el estudio, solo una de cada diez familias con elevados patrimonios tienen profesionalizado la gestión de su riqueza. Por tanto, la gobernanza familiar es clave para garantizar la felicidad financiera. Y en los temas relacionados con el patrimonio también se incluyen la filantropía, la planificación de la sucesión y la estructuración de la riqueza.
En el citado barómetro se destaca que en los últimos meses ha aumentado la importancia de la filantropía, debido a la atención prestada a ayudar a otros y al crecimiento de la inversión sostenible y de impacto, así como a la demanda de soluciones patrimoniales filantrópicas que combinen buenos rendimientos.
También se resalta el interés en las inversiones privadas directas, siguiendo la tendencia de los últimos años. Este auge se debe, apunta el informe, a que ofrecen exclusividad y a que en momentos de volatilidad del mercado, tal y como se ha vivido en esta pandemia, parecen ser más estables, dado que los inversores no ven las fluctuaciones en los precios como lo haría en los mercados líquidos.
La inversión sostenible tiene cada vez más adeptos, y lo seguirá teniendo una vez que la transferencia de riqueza pase de la generación X a los mileniales, y posteriormente a loa generación Z, colectivos cada vez más preocupados por operar con un enfoque de responsabilidad medioambiental y social.
En este sentido, los analistas de Julius Baer apuntan al conflicto que puede surgir dentro de las familias multigeneracionales, debido a que las opiniones de cada generación pueden ser muy divergentes, lo que pone de manifiesto la importancia de una buena gobernanza familiar, a la vez que contar con el apoyo de asesores independientes.
La encuesta indica además que en una de cada dos familias con elevados patrimonios, las decisiones las toma una sola persona, que suele ser el patriarca o la matriarca de la unidad familiar.
Es por ello que los expertos aconsejan incluir a las generaciones más jóvenes en los debates sobre cómo se gestiona el dinero familiar, ya que incluirlos de manera más activa en el proceso de toma de decisiones podría ayudar a las familias a garantizar un trasvase de riqueza con mayor fluidez entre generaciones cuando llegue el momento.
Porque si algo ha acelerado la pandemia es el cambio de prioridades de todos, incluidas las de las grandes fortunas.