El Ibex se sobrepone a la super inflación de EE UU y sube un 0,74%
El selectivo español se hace fuerte sobre los 9.100 puntos, mientras crece la presión sobre los bancos centrales ante el alza de precios
Las altas tasas de inflación han llegado para quedarse y los inversores deberán acostumbrarse. Una prueba de ello es lo acontecido en el mercado. En una jornada en la que la que el alza de precios en las principales economías del mundo volvió a constatar la posibilidad de que los bancos centrales se vean abocados a endurecer sus políticas monetarias antes de tiempo, las Bolsas europeas lograron sobreponerse y cerraron la jornada al alza. Con una subida del 0,74% el Ibex 35 se erigió como uno de los índices más alcistas. Gracias al impulso de las grandes cotizadas como Inditex (1,35%), Telefónica (2,95%), BBVA (0,99%), Repsol (2,35%) e Iberdrola (0,59%), el selectivo español se refuerza sobre los 9.100 puntos.
Aunque fueron los grandes valores de la Bolsa los pilares de los ascensos, Siemens Gamesa (7,43%) fue la firma más alcista. En las tres últimas jornadas el fabricante de aerogeneradores se revaloriza un 17,8%. En el lado opuesto se situaron las acereras ArcelorMittal (-1,35%) y Acerinox (-1,16%), junto a Meliá (-1,79%) y Fluidra (-1,19%).
El resto de índices europeos se sumaron a las compras. El FTSE británico avanzó un 0,91%; el Dax alemán, un 0,17%, y el Mib italiano, un 0,44%, mientras el Cac francés concluyó en tablas (0,03%). No corrieron la misma suerte los índices estadounidenses. Después de que el martes Wall Street pusiera fin a la tendencia imperante en las últimas semanas de encadenar máximos históricos, hoy se repetían las pérdidas. Eso sí, los índices lograron moderar las caídas de la apertura y al cierre de los mercados europeos el Nasdaq se dejaba un 0,5% y el Dow Jones, un 0,12%.
Hoy, Alemania ha confirmado que su tasa cerró octubre el en 4,5%, el dato más elevado desde agosto de 1993. Este repunte evidencia cómo el alza de las materias primas y los problemas de suministros son a día de hoy el principal obstáculo para las economías. En este contexto crecen las voces que apuntan a la posibilidad de que los bancos centrales se vean abocados a endurecer su política monetaria.
De hecho, la fuerza con la que están subiendo los precios en las principales economías del mundo va a poner a prueba el discurso de los bancos centrales, que insisten en que el alza de la inflación es un fenómeno que perderá intensidad el próximo año, sin que sea motivo para acelerar el alza de tipos. Pese a sus llamadas a la calma sobre las presiones inflacionistas, los inversores siguen apostando por las subidas de tipos el año próximo, con la expectativa de dos alzas en EE UU y de incluso una primera subida en la zona euro a finales del ejercicio.
Tras la publicación del dato de inflación estadounidense, los tipos de interés reales de la deuda estadounidense han quedado en mínimos. Se han acentuado las subidas de la rentabilidad nominal en los bonos y disparado a máximos la expectativa de inflación en EE UU a 5 años, al 3,08%. Además, el diferencial entre el bono a 2 y 10 años de EE UU se ha reducido por debajo de los 100 puntos básicos, prueba de que en los plazos más cortos ya se anticipa con más intensidad la subida de tipos. La contundencia del dato de IPC ha llevado incluso al presidente de EE UU Joe Biden a declarar que está “comprometido con la independencia de la Fed para vigilar la inflación y combatirla”, justo en un momento en que se especula sobre si Jerome Powell renovará o no su mandato al frente de la Reserva Federal, que finaliza en febrero.
En la zona euro, Alemania se ha puesto hoy al frente de las presiones en favor de un endurecimiento de la política monetaria. El Consejo Asesor de Economistas del Gobierno alemán, conocido como los “cinco sabios”, ha publicado un informe en el que urge al BCE a diseñar una estrategia con la que normalizar su política monetaria ultraexpansiva a la vista de la pujanza de los riesgos inflacionistas.
El grupo de expertos advierte de que la persistencia en los problemas de suministro en la cadena de producción, especialmente graves para una economía industrial como la alemana, y el alza de los precios de la energía podrían pasar de ser factores transitorios sobre la inflación a elementos de más largo plazo. “Hay riesgos al alza en las perspectivas de inflación para los próximos años”, afirma el comité de expertos. “El BCE debería comunicar pronto una estrategia de normalización”, con datos precisos sobre cómo desmontar los enormes estímulos monetarios activados con la pandemia.
Los bonos del Tesoro a más largo plazo se han recuperado en las últimas sesiones, aplanando
la curva de rendimiento a medida que los inversores apuestan por alzas durante el próximo año, aplastando el crecimiento en los años siguientes. La calma tensa que vive el mercado secundario se traslada también al primario. El Tesoro Público de España ha vendido hoy 5.097 millones en letras a seis y 12 meses a tipos más negativos. La mayor parte del importe, unos 4.160,68 millones, corresponde a la deuda a un año. El tipo de interés ha caído al -0,626% desde el -0,571% previo. Los 937,05 millones restantes corresponde a las letras a seis meses, referencia para la cual el tipo de interés se ha situado en el -0,65% frente al -0,63% anterior.