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Las empresas familiares enfrían el optimismo económico del Gobierno

Solo el 9% prevé un crecimiento robusto con una fuerte creación de empleo

El presidente del IEF, Marc Puig
El presidente del IEF, Marc PuigRafa Martín (IEF)

Las 500 empresas familiares presentes en el vigesimocuarto Congreso Nacional de la Empresa Familiar han participado esta mañana en una encuesta para valorar la actual coyuntura económica. Y el resultado de esa votación dista mucha del optimismo del Gobierno en cuanto a la recuperación económica. Preguntados por la actual coyuntura, los empresarios la puntuaron con una nota de 4,94 puntos en un rango entre 1 y 9 puntos. Pese a ese resultado se trata del primer incremento de este indicador desde 2018.

Frente a la vigorosa recuperación que el Ejecutivo prevé para el empleo y la actividad tras el desplome provocado por la crisis del coronavirus, los empresarios son mucho más cautos. De hecho, el 53% prevé un moderado crecimiento económico con una limitada creación de empleo para 2022 y un 38% augura un crecimiento frágil sin creación empleo. Dicho de otra manera que solo el 9% predice un crecimiento económico y una creación de empleo vigorosas.

Inflación y falta de suministro

Entre los obstáculos para crear riqueza y empleo se ha colado en esta edición uno que no había aparecido en las anteriores ediciones. La principal preocupación de los empresarios se centra en la actualidad en la inflación y en la falta de suministros, con un 59% de las respuestas. El incremento de los precios de la electricidad está detrás del repunte inflacionista, mientras que la falta de suministro se ha producido por un rebote sin precedentes de la demanda mundial de materias primas, a lo que se ha unido con un efecto acaparamiento de grandes países, como China, que ha reducido la oferta.

Las otras dos preocupaciones de las empresas se deben a la falta de reformas, con un 19% de las respuestas, y el crecimiento de la deuda pública, con un 17% de las respuestas. El pasivo de las administraciones públicas roza en la actualidad los 1,4 billones de euros, un 121% del PIB, como consecuencia del incremento de gasto en el que ha tenido que incurrir el Gobierno para paliar los efectos de la crisis del coronavirus.

Ese diagnóstico pesimista sobre la coyuntura económica en España, sin embargo, choca frontalmente con las buenas perspectivas de las empresas. Una contradicción que se explica por el elevado nivel de internacionalización de las empresas familiares. La mitad de las compañías presentes en el Congreso reconocieron que ya han recuperado el nivel de facturación previo al Covid, otro 13% lo hará en 2021, otro 23% en 2022 y solo un 24% retrasa ese hito hasta 2023 o más tarde. Con una recuperación ya incipiente, las empresas se muestran optimistas en las previsiones de ventas (un 63% prevé incrementarlas en 2022) y de empleo (el 35% avanza que lo elevará y un 58% lo mantendrá)

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