Calviño y los sindicatos meten presión a CEOE para hacer la reforma laboral este año
Sordo, arropado por la plana mayor del Gobierno, advierte dos días antes de ser reelegido al frente de CC OO, que no quiere un "sindicato low cost"
El secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo, inauguró ayer el 12 Congreso Confederal del sindicato, donde será reelegido el sábado por segundo mandato consecutivo, muy arropado por numerosos miembros del Gobierno –el presidente del Gobierno (que intervino telemáticamente); la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos; la de Hacienda y el de Seguridad Social– así como los líderes de UGT y de la patronal CEOE.
Los casi 800 delegados de CC OO y decenas invitados asistieron ayer a esta sesión inaugural que se vivió de manera festiva y relajada ya que el sindicato llega a su cónclave con menos conflictividad interna que en anteriores congresos.
Pero si algo fue común en todas las intervenciones fueron las actuales negociaciones para la inminente reforma laboral. La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, y el propio Unai Sordo aseguraron que desde el Gobierno y los sindicatos no se baraja otro escenario que llegar a un acuerdo o, en su defecto, que el Ejecutivo legisle en materia laboral. Pero lo que sea, siempre antes de fin de año, para poder recibir los fondos de Bruselas condicionados, entre otras, a la reforma laboral.
De ello se desprende cierta presión de Gobierno y sindicatos a los empresarios para que se incorporen a un acuerdo que ya parece bastante avanzado por parte de Trabajo y los sindicatos.
También el líder del Ejecutivo, Pedro Sánchez, avanzó cambios inminentes en el mercado de trabajo repitiendo una idea que ya pronunció en el 40 Congreso del PSOE: “Las leyes impuestas que precarizaron los contratos y bajaron los salarios no pueden formar parte del futuro de nuestro país”. Ante esto, Calviño instó a “superar el debate sobre reformas o contrarreformas laborales” y centrar los esfuerzos en “llegar a un acuerdo en las próximas semanas”, en cualquier caso antes de fin de año.
Asimismo, Calviño, en declaraciones a los medios, sorprendió al asegurar que en la negociación sobre la modernización del mercado laboral “aún no se ha iniciado la fase de concreción de ese paquete de reformas”, pese a que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha asegurado que los trabajos están muy avanzados.
Sordo se mostró también sorprendido por lo dicho por Calviño e insistió en que los cambios del mercado laboral “llevan negociándose bastantes meses”. Dijo que hay avances en materia de negociación colectiva pero ahora, añadió, “hay que hablar de contratación de despido y de flexibilidad interna”. Sí admitió que “lo que ha cambiado es que ahora tenemos un emplazamiento para concluir la negociación antes de fin de año y ya nadie puede esperar a que no se toque nada”, dijo en clara referencia a los empresarios.
El líder de CEOE, Antonio Garamendi, aseguró que cuando los sindicatos y los empresarios se sientan bilateralmente, sin el Ejecutivo, “llegamos a más acuerdos”. Algo que Sordo rechazó, porque para legislar “es necesaria una cosa que se llama Gobierno”.
En cuanto a su reelección, Sordo avanzó que no quiere “un sindicato low cost”. Así, aunque mantendrá las cuotas de los afiliados este año y el que viene, aseguró que será necesaria una mayor financiación.
El mensaje de la vicepresidenta primera sobre el salario mínimo
La vicepresidenta Nadia Calviño retomó ayer la polémica sobre si el Gobierno subirá nuevamente el salario mínimo a 1.000 euros como reclaman los sindicatos y el Ministerio de Trabajo. A falta de saber la decisión del Ejecutivo, Calviño lanzó ayer un mensaje que puede enfriar esta posibilidad: “No se puede olvidar que el salario mínimo ya llega a 1.125 euros al mes en doce pagas, que es el indicador que se usa en las comparaciones europeas”. El salario mínimo está fijado ahora en 965 euros al mes en 14 pagas y los sindicatos piden que suba a 1.000 euros (3,6% más) en 14 pagas en enero. Pero Calviño enfrió esta posibilidad al asegurar que el Gobierno sí cumplirá con el compromiso de llegar al 60% de la carta social europea al final de la legislatura, pero recordando a la vez que la comparativa para cumplir con este objetivo se hace con 12 pagas y no en 14.