TSMC dispara un 14% sus ganancias por el auge en la demanda mundial de chips
El gigante taiwanés predice márgenes de beneficio bruto del 50% tras la escasez de este componente y anuncia la construcción de una nueva fábrica en Japón
El gigante taiwanés de los chips, TSMC, el mayor fabricante de chips del mundo y uno de los proveedores clave de Apple, incrementó un 13,8% su beneficio neto en el tercer trimestre, hasta 156.259 millones de dólares taiwaneses (4.806 millones de euros), debido al empuje de la demanda de semiconductores para smartphones y otros dispositivos de electrónica de consumo en medio de una escasez de este componente a nivel global.
La compañía elevó sus ventas netas un 16,3% entre julio y septiembre, hasta un récord de 414.671 millones de dólares taiwaneses (unos 12.755 millones de euros). En los nueve primeros meses del año, su cifra de negocio se disparó un 17,5%, alcanzando los 35.250 millones de euros.
“Nuestro negocio del tercer trimestre estuvo respaldado principalmente por una fuerte demanda en las cuatro plataformas de crecimiento: teléfonos inteligentes, automóviles, computación de alto rendimiento y el IoT [internet de las cosas]”, dijo Wendell Huang, vicepresidente y director financiero de TSMC.
De cara al cuarto trimestre, dijo que espera una fuerte demanda de su tecnología de 5 nanómetros y alcanzar unas ventas de entre 13.313 y 13.572 millones de euros.
La compañía, que ha superado las estimaciones de los analistas en el tercer trimestre (habían previsto ganancias de 149.000 millones de dólares taiwaneses), elevó su pronóstico de crecimiento de ingresos para el año en un 24% frente a algo más del 20% que había estimado con anterioridad.
La tecnológica taiwanesa también aseguró ayer que podría lograr a más largo plazo unos márgenes de beneficio bruto del 50%, ya que los clientes están más dispuestos a pagar precios más altos por los chips en medio de una prolongada escasez mundial de este componente, informó el Financial Times.
TSMC anunció igualmente que va a construir una fábrica en Japón, que hará chips de 22 y 28 nanómetros, una tecnología más antigua que la de 5 nanómetros que utiliza en sus fábricas más modernas, para satisfacer la demanda a largo plazo de este producto. Aún así, la compañía dijo que la escasez de este componente probablemente continuará en 2022.
La compañía dijo que su plan de expansión en Japón está pendiente de aprobación por parte de la Junta directiva de la empresa y se negó a revelar detalles sobre la inversión que harán y qué capacidad tendrá la fábrica, según recoge Reuters. El citado periódico sí apunta a que TSMC recibirá un fuerte subsidio por parte del Gobierno japonés, pues el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, aseguró en una rueda de prensa que su gobierno apoyará la inversión de la compañía con alrededor de 8.900 millones de dólares.
“Estamos trabajando en estrecha colaboración con nuestros clientes para planificar nuestra capacidad de producción e invertir en tecnologías de vanguardia para respaldar la demanda”, dijo la compañía. La producción en la nueva planta está prevista para finales de 2024, aunque su construcción arrancará el próximo año.
El FT también apunta que Sony y Denso, el fabricante de piezas para el sector del automóvil, son socios potenciales para la nueva fábrica, aunque aún no se han acordado los detalles, según le cuenta una persona con conocimiento del tema.
Las acciones de TSMC, que también está construyendo otra fábrica en Wisconsin para la que prevé contar con ayudas del Gobierno de EE UU, han subido en torno a un 8,5% en lo que va de año, otorgándole un valor de mercado de 526.300 millones de dólares, más del doble que Intel, cuya capitalización supera ligeramente los 218.000 millones.
La compañía taiwanesa controla alrededor del 60% del mercado mundial de chips hechos bajo pedido en tecnologías menos avanzadas, y hasta el 90% en las más sofisticadas. En el mercado de chips para el sector de la automoción sobre tiene el 15%, según explicaron sus directivos.