La mejor herramienta para frenar a las ‘big tech’ es limitar sus usuarios
En 2018 la Fed ordenó a Wells Fargo que mantuviera sus activos por debajo de un cierto nivel, límite que sigue vigente
La denuncia de que Facebook perseguía beneficios en lugar de frenar la incitación al odio deja dos preguntas a las instituciones: ¿merecen las acciones de la red social una respuesta regulatoria y, si es así, cuál debería ser? Una de las respuestas a la segunda pregunta podría ser limitar la capacidad de la empresa para registrar nuevos usuarios.
Los críticos de Facebook y otras tecnológicas tienen cada vez más protagonismo, y los políticos están alerta. En cierto modo, se trata de una variación sobre una vieja canción. Los máximos ejecutivos del sector han testificado en múltiples ocasiones ante el Congreso, y la FTC impuso a Facebook una multa récord de 5.000 millones de dólares por cuestiones de privacidad en 2019.
Aun así, la máquina de los beneficios sigue bullendo. Los ingresos de Facebook en el segundo trimestre se dispararon un 56% interanual y tiene 3.500 millones de usuarios activos mensuales en su familia de plataformas. Las ventas de anuncios de YouTube, con 2.000 millones de espectadores mensuales, subieron un 84%. Amazon también crece rápidamente.
Los reguladores tecnológicos podrían tomar ejemplo de los de Wall Street. En 2018, después de una ola de escándalos de cuentas falsas, la Fed ordenó a Wells Fargo que mantuviera sus activos por debajo de un determinado nivel –algo menos de 2 billones– hasta que mejorara su gobernanza y gestión de riesgos. Ese inusual límite sigue vigente. Una restricción similar sobre el crecimiento de usuarios o suscriptores, si los responsables políticos lo deciden, tendría un efecto rápido. Esas métricas son una obsesión para Silicon Valley, ya que alimentan su influencia y sus ingresos, así como el precio de las acciones.
China ya lo ha conseguido: su Gobierno prohibió en julio a la empresa de VTC Didi captar nuevos usuarios a la espera de una investigación sobre la seguridad de los datos. En EE UU, es probable que el Congreso tenga que legislar una sanción de este tipo y conceder autoridad a un regulador como la FTC para aplicarla. No es tarea fácil. Pero incluso la amenaza de esta medida podría hacer que las big tech se tomaran más en serio su impacto social.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías