Un mercado hipotecario que crece más allá del efecto pospandemia
No está de más estar atento a la evolución del endeudamiento de los hogares en un sector que sigue siendo el gran destinatario del esfuerzo inversor de las familias
La progresiva normalización tras los duros meses de confinamiento por el Covid-19 ha disparado los dígitos de la actividad en numerosos sectores económicos. En el caso del mercado hipotecario, el repunte está siendo especialmente intenso, como demuestra el hecho de que la concesión de nuevos créditos para vivienda se haya disparado en los últimos meses hasta un 56% más que en el mismo periodo de 2020. Los datos, sin embargo, revelan que ese crecimiento va más allá del previsible rebote pospandémico y supera los ratios registrados también en los años anteriores a la crisis sanitaria. Con un volumen de 35.887 millones de euros, según los últimos registros disponibles en el Banco de España, la concesión de hipotecas para compra de vivienda durante el primer semestre de este año bate récords desde 2010 y supone un 40% más que en 2019, 2018 y 2017. El ritmo de actividad ha propiciado también que el saldo vivo de los préstamos en el sector crezca de nuevo tras 12 años de caídas, como consecuencia del lento proceso de desapalancamiento llevado a cabo por las familias españolas.
La explicación de esta suerte de primavera hipotecaria no es ningún misterio, sino el resultado de una conjunción de varios factores, todos ellos favorables a la inversión inmobiliaria. Por un lado, el efecto del deshielo de la demanda embalsada durante el año de la pandemia y el aumento del ahorro que los confinamientos ha provocado en los hogares, y por otro, un atractivo entorno monetario de tipos de interés en mínimos, que ha provocado que las hipotecas a tipo variable vuelvan a ser mayoritarias respecto a las de tipo fijo, cuyo porcentaje ha descendido al 40%.
Pese a la vigorosa actividad que reflejan estos datos, el aumento de la demanda no se ha traducido en un incremento de precios en los inmuebles que pueda presagiar un posible recalentamiento o evoque los excesos que se produjeron en el pasado en el sector, pero sí evidencia una recuperación fuerte, que podría ser meramente coyuntural pero también consolidarse en el tiempo. Sin embargo, ante la perspectiva de una política monetaria europea que antes o después reducirá los estímulos actuales y avanzará hacia una subida de los tipos de interés, no está de más estar atento a la evolución de la demanda y del endeudamiento de los hogares en un sector que sigue siendo el gran destinatario del esfuerzo inversor de las familias españolas.