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El Gobierno apuntala las previsiones macro para su Presupuesto al calor de la mejora de perspectivas

Revalida su cuadro macroeconómico aprovechando que Banco de España y OCDE han elevado sus estimaciones de crecimiento del PIB Calviño estima que el nivel de actividad diaria precrisis se superará en el arranque de 2022

Juande Portillo
Proyecciones macroeconómicas 2021-2023

El empuje de la economía española en su salida de la crisis provocada por la pandemia del Covid, que hizo caer el PIB un histórico 10,8% en 2020, comienza a ganar credibilidad entre las principales instituciones internacionales y patrias. Así lo demostraron ayer el Banco de España y la OCDE, que elevaron sus previsiones de crecimiento para este año, en una décima y un punto, respectivamente, dibujando una horquilla de avances de entre el 6,3% y el 6,8%. El país lideraría así a las economías desarrolladas en la remontada (aunque también encabezó la debacle). El Gobierno aprovechó la coyuntura para reeditar el cuadro de previsiones macroeconómicas el que sustentará su inminente plan presupuestario para 2022 y, si bien se mostró prudente al mantener el crecimiento anual esperado en el 6,5%, aseveró que la actividad económica diaria será ya similar a la prepandémica a finales de este mismo año.

“Antes de que acabe este año, la actividad económica diaria habrá recuperado los niveles previos a la pandemia. En el caso del empleo la recuperación será incluso anterior”, sostuvo la vicepresidenta primera del Gobierno, y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que aprobó el nuevo cuadro macroeconómico. “Así que el primer trimestre de 2022 será el primero con un nivel de actividad superior a su equivalente de 2019 y no hay precedentes en nuestra historia económica reciente de una recuperación tan rápida”, reivindicó.

Conviene matizar que el hito que espera la ministra es la recuperación de los niveles de actividad diaria precrisis, pues el volumen de PIB prepandémico no se recuperaría hasta la segunda mitad de 2022. Después de todo, el Gobierno mantiene inalterada su previsión de que el PIB avance un 6,5% este año y un 7% el que viene.

Pese a la ausencia de cambios en la superficie, la construcción de esas cifras sí que varía. El crecimiento del consumo privada salta ya del 7,3% al 8% y si el Ejecutivo no ha revisado al alza el avance del PIB es porque la formación bruta de capital fijo, es decir la inversión, en el ámbito de la construcción se desploma del 6,1% al 3%.

Calviño, en todo caso, quiso dejar claro que el avance de la campaña de vacunación; la reactivación económica en general y del turismo en particular, así como, sostuvo, las medidas del Gobierno para contener el golpe (como los avales del ICO; los ERTE o las ayudas directas) están contribuyendo a reimpulsar el gasto de las familias. “La reducción de la incertidumbre está permitiendo que los ciudadanos gasten parte del ahorro embalsado”, que llegó a alcanzar 50.000 millones de euros, dijo, lo que “hace prever una evolución positiva del consumo en los próximos meses”.

Coincide con este diagnóstico el Banco de España, que con motivo de la publicación de su nuevo Boletín Económico, actualizó sus previsiones al alza asumiendo que el consumo está inyectando ya lo que las ayudas europeas tardará más de lo esperado en aportar (ver información adjunta). “Revisamos al alza la previsión de crecimiento económico, básicamente por el incremento de PIB del segundo trimestre, que nos sorprendió, y que compensa la moderación de otros factores” económicos, explicó el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce.

“El punto de partida de esta revisión son los datos del INE: habíamos planteado un crecimiento del 2,2% para el segundo trimestre y finalmente fue del 2,8%. Una evolución muy positiva atribuida básicamente a la mejora del consumo. Esperábamos un 2,9% y el INE certificó un aumento superior, del 6,5%”, ilustró Arce, que confía en que el PIB crezca un 2,7% intertrimestral el tercer trimestre.

A partir de ahí, el Banco de España abandona los escenarios optimista y pesimista que lanzó ante la pandemia y revisa al alza una única proyección central que implica un crecimiento del 6,3% en 2022, el 5,9% en 2023 (una décima más de lo esperado, en cada caso) y del 2% en 2023 (dos décimas más).

En paralelo, el organismo mejora sus previsiones sobre las cuentas públicas y espera que el déficit acabe este año en el 7,6% del PIB (una mejora de seis décimas), baje al 4,3% en 2022 y al 3,5% en 2023. La deuda pública, a su vez, finalizaría 2021 en el 117,9% (2,2 puntos por debajo de lo temido) y caerá al 114,3% luego.

El supervisor admite, de otra parte, que un nuevo riesgo en el horizonte es del aumento de la inflación, que cerró agosto en el 3,3%, si bien confía en que “a medio plazo el IPC volverá a tasas moderadas”.

Horas antes de esta valoración, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) elevaba en nueve décimas su previsión de crecimiento del PIB español para este año, hasta el 6,8%, y en tres la de 2022, al 6,6%. En una proyección que estima que el PIB global crezca un 5,7% este año y un 4,5% el próximo y que la eurozona avance un 5,3% y un 4,6%, respectivamente, España se dibuja como líder de la recuperación entre las economías desarrolladas. Un marco que el Gobierno quiso aprovechar para sacar pecho y anticipar que en una o dos semanas lanzará un plan presupuestario con el que mantener el empuje económico en 2022.

La Airef avala las cifras oficiales pero pide detalle del plan fiscal

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) “avala las previsiones económicas incorporadas en el borrador del escenario macroeconómico del Gobierno que se incorporarán en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para el año 2022 (PGE 2022)”, anunció ayer el organismo que preside Cristina Herrero, apostillando que “considera que predominan riesgos a la baja” sobre estas previsiones. “Estos últimos están relacionados con la evolución de la pandemia, la aparición de disrupciones y problemas de suministro en los procesos productivos a nivel global y con el impacto macroeconómico del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia)”, explica la Airef. La autoridad fiscal, por tanto, considera que “tanto la senda esperada del PIB como los supuestos sobre los que se sustenta son factibles, si se mantiene el control de la pandemia a nivel global y comienzan a materializarse las inversiones” sufragadas con las ayudas europeas. Para 2022, eso sí, el equipo que dirige Herrero detecta riesgos relacionados con la evolución del a pandemia, la ejecución del Plan de Recuperación y “la aparición de disrupciones y problemas de suministro en los procesos productivos a nivel global que de persistir podrían lastrar la recuperación”.

Más allá, la Airef reclaman al Gobierno “más información sobre las medidas de carácter presupuestario y fiscal en aras de aumentar el rigor del proceso de aval y reitera la recomendación de regular el intercambio de información”.

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