La UE discutirá en otoño si sacar las inversiones verdes del cómputo de déficit
La nueva regla de oro podría obviar también el gasto en digitalización La Comisión dará luz verde a la negociación tras las elecciones alemanas
Las reuniones entre los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro (Eurogrupo) y la Unión Europea (Ecofin), celebradas respectivamente este viernes y sábado en Eslovenia, se han saldado con consenso en torno a la necesidad de debatir la revisión de las reglas fiscales que fijan los objetivos de déficit y deuda pública tras la crisis del Covid. El cómo promete desatar relevantes desacuerdos. Los llamados países frugales abogan por cambios menores que preserven la ortodoxia, mientras España y Francia abanderan una modificación de calado que suavice el cinturón de la austeridad. El camino intermedio podría encontrarse en la propuesta puesta este fin de semana sobre la mesa de sacar las inversiones verdes del cómputo de déficit.
Abonado el terreno para iniciar la discusión, la Comisión Europea dará el pistoletazo de salida a la negociación en las próximas semanas, si bien esperará a que pasen las elecciones generales que se celebran a final de mes en Alemania. La posición del país promete ser clave para desbloquear el pulso abierto.
La revisión de las reglas fiscales europeas debe servir para fijar una senda de reconducción de déficit y deuda que “por un lado asegure la reducción y, por otro, sea realista para todos los Estados miembros”, defendió este fin de semana el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis. “Obviamente, la cuestión de una regla de oro será, de una forma u otra, parte de la revisión de nuestro marco fiscal”, admitió, en referencia a la posible introducción de una bula sobre las inversiones que soporten la transición ecológica. Así figura en la propuesta del centro de estudios Bruegel entregada a los ministros comunitarios, en la que también se insta a suavizar los objetivos.
Las normas vigentes obligan a reducir el umbral de deuda por debajo del 60% del PIB y a rebajar los déficits que excedan un 3%. Su fervorosa aplicación tras la crisis financiera anterior tuvo relevantes efectos contraproducentes con lo que ante la llegada de la pandemia hubo acuerdo para dejarlas en suspenso y permitir a cada país acometer el gasto necesario para afrontar la emergencia sanitaria, económica y social que desató el Covid. La expectativa es que las reglas se reactiven en 2023, pero países como España o Francia, y organismos como la OCDE, reclaman suavizarlas antes para evitar que la exigencia del equilibrio presupuestario ponga palos en la rueda de la recuperación.
“Nadie espera que ningún país logre el 60% [de deuda] rápidamente si no es factible”, declaró a Efe el director de Bruegel, Guntram Wolff, que cree que una “regla dorada” para la inversión verde sería el modo “más práctico” de hacer “gradual” la consolidación mientras se afronta el reto medioambiental.
España, que propone eximir también la inversión digital, Francia y Portugal defienden esta vía. Enfrente quedan Países Bajos, Austria, Suecia, Finlandia, Dinamarca, Letonia, Eslovaquia y República Checa, que acudieron a la cita con un documento común en pos de las reformas estructurales y la consolidación fiscal. Unos y otros aguardan ahora a conocer al sucesor de Angela Merkel para medir sus fuerzas en el pulso que se abrirá en otoño.
El Congreso vota este lunes suspender las reglas fiscales en 2022
El Pleno del Congreso de los Diputados debatirá y votará este lunes la suspensión de las reglas fiscales en 2022, que permitiría al Gobierno seguir gastando por encima de los objetivos de déficit para hacer frente a la crisis del Covid. La suspensión, avalada por la Comisión Europea para 2020, 2021 y 2022, ya fue avalada para el ejercicio actual por el Parlamento hace un año. Entonces obtuvo 208 votos a favor, uno en contra y 138 abstenciones, recuerda Servimedia, por lo que se espera que vuelva a salir adelante. El visto bueno parlamentario validaría la intención del Gobierno de impulsar un techo de gasto récord para 2022, por 196.142 millones de euros, como base de su proyecto presupuestario.
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