El ala dura del BCE agita el debate sobre la rebaja de las compras de deuda
El gobernador del Banco de Austria aboga por su reducción, a la vista del dato de inflación de agosto, en máximos de 10 años
La próxima reunión del Consejo de Gobierno del BCE del 9 de septiembre se augura intensa. La senda de recuperación de la economía y un dato de inflación en la zona euro que ha alcanzado en agosto el 3%, el máximo en una década, van a poner sobre la mesa el debate sobre la reducción de las compras de deuda. El gobernador del Banco de Austria, Robert
Holzmann, abrió hoy la caja de Pandora al afirmar que “estamos ahora en una situación en la que podemos pensar en reducir los programas especiales por la pandemia, creo que es una valoración que compartimos”. Sus palabras se suman al mensaje lanzado ayer por el gobernador del Banco de Francia, Francois Villeroy de Galhau, que señaló que es momento de tener en cuenta las condiciones económicas más favorables en la zona euro.
Las palabras de Holzmann han tenido un efecto inmediato en el mercado, provocando la subida de las rentabilidades de la deuda soberana y del euro. Así, el rendimiento del bono alemán a una década ha subido al -0,397%, en nivel más alto en las cinco últimas semanas. Su rentabilidad apenas se había tensionado con la sugerencia de tapering para este año lanzada por Jerome Powell el pasado viernes. El rendimiento del bono español también sube al nivel de mediados de julio, al 0,321%, mientras que el euro avanza el 0,2% y recupera los 1,18 dólares.
Según ha insistido Holzmann en una entrevista, “tenemos la oportunidad de discutir cómo cerramos lo relativo a la pandemia y de poner el foco en lo referente a la inflación”. Sus declaraciones llegan de hecho el día en que se ha conocido el mayor nivel de precios en la zona euro de la última década, con una tasa interanual del 3% en agosto, que se ha acelerado desde el 2,2% de julio y que supera la expectativa del 2,7% del consenso de mercado.
Ese 3% ya está muy por encima del nuevo objetivo del 2% establecido por el BCE, que considera sin embargo, según las últimas previsiones económicas, que el alza de precios será pasajero. Así, la previsión de IPC de la institución para 2023 sigue en 1,4%.
Para Nomura, es improbable que una mayor inflación cambie la postura del BCE, aunque sí podría revisar al alza sus estimaciones de IPC para este año y quizá el próximo, subiendo la de 2021 desde el 1,9% de junio al 2,1%.
En todo caso, la aceleración de los precios en la zona euro está superando la cota del 2% que esperaba el BCE para la parte final de este año. La institución ha asumido en su nueva estrategia que puede aceptar una inflación superior al 2% durante un tiempo, aunque sin precisar la duración o la intensidad de esa subida de precios.