Exaprint Iberia, la tradición de un siglo de imprenta en su versión más digital
La pyme catalana imprime diariamente 150.000 copias en España Ha sabido hacer frente a la pandemia y reinventarse
“Algo mágico y donde todo lo que imaginas puede suceder”. Así es Exaprint en palabras de su fundador, Enric Pardo. Se trata de una pyme que apostó hace doce años por un negocio tradicional como es el de las imprentas, pero que trató de actualizarse a través de la digitalización. Sin embargo, hay que viajar exactamente a 1921 para conocer el origen de esta empresa que tomó el relevo de Gráfica Minerva.
Hace 100 años, en Molins de Rei (Barcelona), Ildefonso Ginés, junto a dos socios, decidió fundar Gráfica Minerva y llevar el mundo de la imprenta por bandera en medio de un cambio revolucionario: el paso de la tipografía al offset.
Hasta 1997, Pablo Ginés, sobrino de Ildefonso, era quien se encargaba del negocio, pero, además de que sus hijos no querían continuar al frente, ya empezaba a quedarse algo anticuado, tecnológicamente hablando.
Ese año entra en escena Enric Pardo, un emprendedor catalán especialista en artes gráficas e innovador que compra el 100% de la compañía. Su obsesión era “transformar la imprenta a nivel de información y tecnología, dar un cambio de color y modernizarla hasta lo que es hoy, el lugar donde todo sucede”. Cuenta que “todo fue rápido, tanto la digitalización como los servicios de impresión ofrecidos a gran formato”.
En 2009, Pardo se asoció con la imprenta francesa Exaprint, con la que compartía modelo de negocio, para lanzar una filial de esta en España. Así, compró el 10% de la empresa gala mientras mantenía el 100% de Gráfica Minerva. Cada una tenía su propio taller y se gestionaba de manera “más o menos autónoma”.
Juntas crearon la primera aplicación de impresión a través de internet, Web2print. En 2015, Exaprint pasó a formar parte de la estadounidense Cimpress que en 2018 combinó las dos marcas (Exaprint Iberia y Gráfica Minerva) en un solo grupo, Exaprint.
Soportes personalizables
Doce años después, esta pyme, con 60 empleados en España y 300 si se suman los de Francia, sigue dando pasos hacia su crecimiento y ha tratado de llevar a todos los profesionales del sector de las artes gráficas, de la publicidad y de la comunicación la más amplia gama de soportes personalizables.
Exaprint también se dirige a lugares con una producción muy grande, pero que no tienen la capacidad suficiente para hacer que sus clientes reciban el mejor servicio.
Hemos cogido lo que para otros impresores no tenía valor y lo hemos convertido en la base de nuestro negocio
Enric Pardo, fundador de Exaprint Iberia
Pardo habla de Exaprint como una pyme que “ha cogido lo que tenía poco valor para unos y que se ha convertido en la base para nosotros”. Ese nicho de mercado le ha llevado a registrar una facturación en España de 9 millones de euros y un beneficio de explotación de 700.000 euros.
El plan de inversión de aquí a dos o tres años pasa por destinar 3,5 millones de euros a I+D y alcanzar los 15 millones de facturación en 2024. Todo el grupo (España y Francia combinados) factura 90 millones. El objetivo es dotarse de “un músculo financiero importante”.
Momento de adaptación
Los meses de confinamiento han llevado a muchas empresas a readaptarse para salir a flote en unas condiciones hasta ahora nunca vistas. En el caso de Exaprint, la compañía ha tenido que diversificarse y crecer. Durante los primeros compases de la crisis, la firma lanzó productos destinados a facilitar el cumplimiento de las normativas sanitarias y de distanciamiento social.
La cifra
3,5 millones de euros. El plan de negocio para los próximos tres años pasa por invertir esa cantidad en I+D y alcanzar los 15 millones de facturación en España.
A pesar de ser una compañía con un alto número de empleados, “seguimos teniendo la mentalidad de una startup”, confiesa Pardo. Los primeros días de convivencia con el Covid-19 su negocio bajó un 90% respecto al curso anterior; esto supuso tener que adaptarse a una situación inédita.
Crearon mascarillas impresas personalizadas y mamparas de acristalamiento, entre otros productos. “Reaccionamos muy rápido y le dimos la vuelta a la bajada de ventas de nuestros productos típicos”, afirma el fundador.
La compañía lanzó artículos de packaging con los que atender la demanda de los establecimientos que entregan pedidos a domicilio y take away. Los artículos más solicitados fueron los catálogos o las etiquetas, en contraposición con los flyers o productos de usar y tirar, que han perdido su tirón habitual. Para embalaje, en España la empresa produjo el año pasado 150.000 impresiones y atendió 800 pedidos diarios.
Para Pardo, la clave del éxito “es la producción local, la atención nacional y cumplir con altos estándares de calidad del servicio y del producto”. Esto permite destacar en un negocio que mantiene la base tradicional de las imprentas en un mundo digital.
El club de los impresores
Asociación. Exaprint promueve una asociación de impresores llamada ImpriClub. Hasta hace apenas unos meses esta red estaba presidida por Enric Pardo, que cedió el testigo a Sergi Bellido (Novoprint). Desde su fundación en España en 2014, la asociación, que tiene su origen en Francia (donde existe desde 1991), cumple con dos objetivos claves.
Dos ejes. ImpriClub nació con la idea de compartir conocimientos. A la fecha son 42 las empresas asociadas que intercambian información sobre sus métodos de trabajo. El objetivo es adquirir nuevas ideas para mejorar el negocio, ahorrar costes y sumar poder de negociación frente a los proveedores. Con ese fin, han organizado cuatro convenciones anuales; la próxima se celebrará en octubre en Marruecos. Durante estos eventos la competencia queda de lado: son amigos que se ayudan para que sus negocios triunfen.
Facturación. Las empresas integrantes de esta asociación representan actualmente el 30% del volumen de negocio que mueve en España el sector de las artes gráficas.
Pasos hacia el futuro: la inversión en I+D
Como Exaprint no se conforma con lo que ha conseguido hasta la fecha, ha elaborado un plan de negocio 2021-2023 para poner en marcha aspectos de mejora que le permitan seguir creciendo y mantener su competitividad dentro del mercado.
Como principal objetivo, la empresa se ha propuesto sumar 500 metros cuadrados más a la planta situada en Molins de Rei (Barcelona), que ya cuenta con 2.000 metros cuadrados, para ampliar su capacidad de producción. Con el mismo fin, pretende adquirir maquinaria de última generación que le permitirá aumentar y diversificar el rendimiento de la imprenta, además de ahorrar costes con una mayor eficiencia energética.
Hoy en día, la inversión en I+D es esencial, y Exaprint lo sabe; por eso, van a aumentar el gasto en esta partida para optimizar sus procesos. Ya lo hicieron durante la pandemia y quieren perseverar en esta idea. La fábrica de esta pyme es pionera en España, está hiperautomatizada y especializada en producir a un volumen muy alto pequeñas cantidades.
El grupo ha aprovechado esas capacidades tecnológicas para crear Freslab, un laboratorio de I+D con instalaciones en Francia y España. En Francia testan e implementan los proyectos de innovación. Uno de los aspectos que más destacan de este laboratorio es el de haber introducido la inteligencia artificial en las diferentes etapas de producción y gestión de los pedidos.
La idea de utilizar máquinas o sistemas que imitan a las personas en la realización de tareas y que tienen la capacidad de mejorar a partir de la información que recopilan empezó a funcionar hace un año como una apuesta importante.
El objetivo es analizar y sacar conclusiones de lo que hace el cliente y la inteligencia de los propios procesos. Por medio de la inteligencia artificial se intenta automatizar al máximo todos los procesos de producción.
