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Aeronáutica

Bain, Sener, Sidenor y JB Capital compran ITP tras ofrecer 1.600 millones a Rolls-Royce

La empresa británica confirma las conversaciones exclusivas al supervisor con el consorcio, que se ha impuesto a la alianza de Cinven con Aciturri

Oficinas de ITP Aero.
Oficinas de ITP Aero.

Rolls-Royce ya ha elegido al comprador de ITP Aero:  la gestora de capital riesgo estadounidense Bain, aliada con el grupo de ingeniería Sener. En el consorcio también están JB Capital y Sidenor, según fuentes financieras. El fabricante británico de coches de lujo lo hará por el precio que deseaba: unos 1.600 millones de euros. En comunicado al supervisor británico, Rolls confirma que ha establecido "conversaciones exclusivas con un consorcio dirigido por Bain Capital sobre una posible venta" de ITP.

Los ganadores virtuales de la puja –aunque Rolls matiza en su nota que la operación no se ha cerrado– se han impuesto al consorcio de la británica Cinven y la también española Aciturri, cuentan con el beneplácito de los gobiernos español y vasco. Rolls planea dar más detalles de la potencial operación este jueves en la presentación de resultados. Serán buenas noticias, pues ingresará unos 1.600 millones de euros con la venta del fabricante español de turbopropulsores ITP Aero. Lanzó la venta de nuevo este año tras paralizarla en 2020 por el estallido del Covid.

CVC y Carlyle decidieron salir del proceso en sus primeras etapas. Y Platinum, Towerbrook —a través de su participada Aernnova— y KKR presentaron oferta, pero se quedaron descabalgados en la fase final. A ella llegaron la británica Cinven y Bain, para terminar imponiéndose esta última, con sede en Boston.

Rolls se desprenderá del proveedor español de equipos aeronáuticos como parte de un plan para lograr más de 2.000 millones de libras (unos 2.300 millones de euros) con la venta de activos. Rolls-Royce viene de un año difícil en el que ha recortado de 7.000 puestos de trabajo, ya que la crisis del coronavirus dejó en tierra los aviones de fuselaje ancho que utilizan los motores de ITP.

Sener es el antiguo propietario de ITP Aero, cofundador de la división en 1989 con Rolls para fabricar motores para el avión militar Eurofighter Typhoon. ITP también trabajó con Rolls para desarrollar turbinas utilizadas en los aviones de fuselaje ancho de Airbus y Boeing. En 2016, Sener ejerció una opción de venta de su participación del 53% en la operación a Rolls-Royce por unos 720 millones de euros.

Al proceso aún le falta vencer un escollo importante. Se trata de la autorización del Gobierno. Desde el año pasado, el Consejo de Ministros debe autorizar cualquier compra de más de un 10% de una empresa española considerada como estratégica por inversores no europeos. Además, los contratos de ITP con el Ministerio de Defensa para la fabricación de motores militares le da una capacidad extra de veto.

Los dos fondos finalistas han tratado de convencer al Gobierno en los últimos meses de las bondades de sus pujas. Para ello han rubricado acuerdos con grupos industriales españoles, un encuadre que exigía tanto el Ejecutivo estatal como el vasco para autorizar cualquier operación. Cinven lo ha hecho con Aciturri y Arraigo, un grupo de inversores vascos, mientras que Bain concurre con Sener, JB Capital y Sidenor.

Los dos fondos también presentaron un plan de crecimiento al Gobierno. Basado, Bain en dar la vuelta a la compañía en un sector con la letra escarlata por el Covid-19, y Cinven en hacerla crecer de manera inorgánica para dar el salto internacional. También asumían compromisos en mantener la sede en el País Vasco, la plantilla intacta y representantes del Ministerio de Defensa en el Consejo de Administración. Unos compromisos análogos a los que adquirió Rolls-Royce hace cuatro años.

Planes de futuro

Los planes para ITP pasan por potenciar su crecimiento en estos años de la mano del private equity, para después desembocar en una salida a Bolsa. Entonces los socios industriales se quedarían en el capital como accionistas de referencia. También está garantizado que los máximos dirigentes de la compañía sean españoles.

Desde entonces, la demanda de aviones propulsados por motores Rolls-Royce se ha desplomado, lo que ha obligado a la empresa a obtener efectivo con la venta de activos. Precisamente, este martes, la firma británica acordó la venta del fabricante de motores diésel y de gas Bergen, con sede en Noruega, a la empresa, también británica, Langley por 63 millones de euros.

Con esta operación, la participación de Indra en la compra queda descartada. La empresa de tecnologías de la información negoció en 2019 la adquisición de una participación de control de ITP a Rolls-Royce. Las conversaciones terminaron entonces sin acuerdo entre las partes.

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