ITP aleja a los grupos industriales españoles por su alto precio
El Gobierno sondea a Aernnova, CAF, Aciturri o Sener, que no están dispuestos a alcanzar los 1.600 millones del capital riesgo
La batalla por ITP se complica. De un lado, su actual dueño, Rolls-Royce, opta por vender el fabricante español de motores para la aviación a Cinven o Bain. Por el otro, el Gobierno español exige que el nuevo dueño de la firma vasca tenga ADN español y un proyecto industrial. Pero los grandes grupos españoles sondeados rechazan alcanzar las ofertas de los fondos, que llegan a los 1.600 millones.
Esta misma semana el Gobierno español, el Ejecutivo vasco y representantes de Rolls-Royce y de ITP han mantenido la enésima cumbre para tratar de desatascar el futuro de la compañía. En este caso, la cúpula de la empresa presentó el plan industrial con el que espera que el Gobierno dé el visto bueno a las pujas de Bain o Cinven.
El Gobierno cuenta con la posibilidad de vetar cualquier operación en ITP que no sea de su agrado. Desde hace más de un año, el Consejo de Ministros debe autorizar la toma de más de un 10% de cualquier empresa considerada estratégica. Y no ve con buenos ojos que un fondo de capital riesgo internacional se quede con un fabricante de motores para el Ejército español.
Tanto representantes del Ministerio de Industria, que pilota Reyes Maroto, como del Gobierno vasco han dejado claro que ven sendos déficits en las ofertas de Cinven y Bain. Reclaman un papel de inversores españoles con, al menos, una participación relevante y con un claro plan industrial para la compañía.
El problema está en que los posibles compradores industriales no muestran demasiado interés en la operación. El Gobierno ha sondeado ya a Sener, Aernnova, Aciturri, CAF o Indra, que declara no estar en el proceso, pero todos han declinado presentar sus propias ofertas por las elevadas pujas que maneja el capital riesgo, de 1.600 millones de euros.
El Gobierno vasco seguirá intentando que Aernnova forme parte del pool industrial. El fabricante alavés de estructuras aeronáuticas ha afrontado su propia reconversión a cuenta de la crisis del Covid-19, que ha desplomado los vuelos de pasajeros en todo el mundo.
Aernnova ha reducido en 1.300 trabajadores su plantilla, con 950 despidos en España, principalmente en las plantas de Euskadi y Álava. Animado por el Ejecutivo de Vitoria, que está dispuesto a entrar en el capital de la filial de Rolls-Royce, Aernnova pujó por ITP Aero junto al fondo Towerbrook, su principal accionista. Los directivos de la empresa, liderados por su presidente Iñaki López Gandásegui, controlan otro 24%. Pero Gandásegui, que creó Aernnova a partir de los activos aeronáuticos que compró a Gamesa, tiene 70 años y ha reducido su ritmo de trabajo.
Otro veterano del sector, Ginés Clemente, está al frente de Aciturri. También ha recortado empleo por los motivos antes citados y además adquirió el 76% de Alestis a Airbus en 2019, antes del estallido de la crisis de la pandemia. Alestis, con una presencia industrial muy importante en Andalucía, ha activado un ajuste que alcanza a la quinta parte de sus 1.300 empleados. SEPI controla el 26% de Alestis, lo que pudiera habilitar ese proyecto de crear un grupo nacional del sector aeronáutico.
CAF sigue apostando por la movilidad terrestre del tren y el autobús, a pesar de que el Gobierno vasco, accionista con el 1,24% del grupo de Beasain (Gipuzkoa), ha intentado que abriera su diversificación al sector aeronáutico con ITP Aero.