Almirall entra en pérdidas por el deterioro de un fármaco en EE UU
El antibiótico Seysara arrastra al laboratorio hasta dejarse 42,8 millones en el semestre. El laboratorio sufre una fuerte corrección al comienzo de la jornada bursátil
EE UU vuelve a dar un disgusto a los accionistas de Almirall. El laboratorio farmacéutico ha reconocido en sus cuentas semestrales, presentadas este lunes a la CNMV, un deterioro de 103 millones de euros principalmente al recoger un menor valor contable del activo intangible de su fármaco Seysara (que se reduce en 69 millones) por el mal comportamiento del negocio al otro lado del Atlántico. El laboratorio catalán se apunta pérdidas por 42,8 millones de euros, frente a un beneficio de 42,4 millones el año anterior.
Tras el anuncio, Almirall se dejó un 11,64% en su capitalización en la jornada bursátil de este lunes.
El antibiótico Seysara, utilizado frente al acné, "se ha visto muy afectado por la pandemia de Covid", adelanta en un comunicado la empresa. Este producto fue adquirido en 2018 antes de su lanzamiento en EE UU. La depreciación reconocida del activo refleja un menor nivel de los ingresos previstos debido a un incremento en el reembolso por parte del pagador y en el copago del paciente, que son necesarios para asegurar el acceso del producto al mercado estadounidense, según explica el laboratorio. Además, la compañía controlada por la familia Gallardo ha revisado el objetivo de pico de ventas de este medicamento a 50-75 millones de dólares.
"Esperamos que el Covid-19 siga impactando, con una normalización progresiva en el segundo semestre de 2021", reconoce la empresa en la documentación remitida a la CNMV.
Al deterioro de Seysara se suma la depreciación de la cartera llamada legacy (medicamentos maduros) de EE UU (en 22 millones de euros) y el pago por la opción de compra de la empresa californiana Bioniz, finalmente no ejecutada (12 millones de euros).
No es la primera vez que el negocio de EE UU empeña los resultados del laboratorio. En 2017 entró en pérdidas también por ese mercado.
Aun con este bache, el laboratorio sigue confiando en mejorar los resultados del pasado año gracias al incremento de ventas. “Observamos un sólido rendimiento en lo que va de año que demuestra la buena marcha de nuestro negocio de dermatología en Europa", asegura Gianfranco Nazzi, consejero delegado de Almirall desde febrero. De hecho, la compañía informa que mejora levemente las previsiones de su negocio operativo (al que llama core), a un ebitda de 195 a 215 millones (frente a 190 a 210 millones anunciados anteriormente) y también que aumentará las ventas a un ritmo de dígito medio.
De hecho, en este semestre las ventas core (que excluyen los ingresos diferidos por la venta del negocio respiratorio a AstraZeneca) asciende un 8,2%, hasta los 415,5 millones. Igualmente, el ebitda core se incrementa un 40,4%, hasta los 125,6 millones.
La compañía farmacéutica, que ha virado hacia la dermatología en los últimos años, anuncia además que espera avances en su cartera de medicamentos en I+D en lo que queda de año, como el Klisyri, frente a la queratosis actínica; la aprobación en diversos países europeos de Wynzora, un tratamiento tópico de la psoriasis, y los datos iniciales de fase III en ensayos clínicos de lebrikizumab para la dermatitis atópica de moderada a grave (aunque su lanzamiento al mercado no se espera hasta 2023). Este medicamento podría aportar hasta 450 millones en ingresos al año en Europa.
El crecimiento en ventas viene explicado por la mejora del negocio de dermatología en Europa (20 millones) y el lanzamiento de nuevos productos (24,2 millones), frente al freno en EE UU (9,4 millones) y el impacto de la entrada de genéricos (3,5 millones).
La compañía, además, busca nuevas compras de empresas o productos. "El equipo directivo continúa buscando oportunidades externas, que generen valor sostenible, apalancado sobre nuestro sólido balance", recoge la empresa en su información remitida a la CNMV.