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Pacto estratégico

España e Italia ligan la gestión de los fondos de la UE con su credibilidad

Los dos países han sellado su compromiso para gestionar con eficacia los fondos Next Generation para superar la crisis

La ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya.
La ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya.

España e Italia han ligado este sábado la gestión que hagan de los fondos europeos para la reconstrucción con la credibilidad de toda la UE, y han reforzado su alianza para afrontar los desafíos comunitarios.

El 18 Foro de Diálogo España-Italia, que se ha celebrado en la sede de la patronal catalana Foment del Treball, ha sido el escenario en el que los dos países han sellado su compromiso para profundizar en su pacto estratégico y gestionar con eficacia los fondos Next Generation para superar la crisis provocada por la pandemia de coronavirus.

Los respectivos ministros de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya y Luigi di Maio, han sido los encargados de clausurar este evento que ha durado dos jornadas y que contó en su sesión de apertura con los jefes de Gobierno de los dos países, Pedro Sánchez y Mario Draghi.

Si ambos abogaron por una alianza bilateral para lograr una recuperación "justa y sostenible" en la UE y resaltaron la trascendencia de los fondos europeos para la recuperación, este sábado sus ministros de Exteriores han abundado en esos argumentos.

"Para que la UE tenga todos sus motores en funcionamiento, España e Italia han de estar en el centro del juego, y es lo que vamos a hacer", ha asegurado Laya

La ministra ha lanzado un mensaje de optimismo tras el golpe provocado por la pandemia y ha destacado la respuesta de Europa a esa situación con la aprobación de los fondos Next Generation. "Hemos vencido a los escépticos, a quienes dudaban de la capacidad de Europa para responder", ha añadido.

Su homólogo italiano ha destacado la relevancia de esos fondos y ha considerado que, con su gestión, la UE se juega su credibilidad.

En esa misma dirección, el embajador de España en Italia, Alfonso Dastis, ha opinado que el futuro de Europa y su crecimiento político depende de que España e Italia "hagan sus deberes" con esos fondos.

Una tesis a la que se ha sumado el coordinador italiano del foro y exprimer ministro Enrico Letta. A su juicio, si España e Italia fracasan en esa gestión, "nunca habrá una intervención de inversiones tan importante" como esta. "La minoría europea que la intentó bloquear tendría argumentos irrefutables para bloquear cualquier desarrollo futuro. Esto sería el fin de Europa", ha advertido.

A los fondos Next Generation se ha referido también el Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad de la UE Josep Borrell, quien ha afirmado que son una realidad gracias a la "actitud combativa" que tuvieron tanto Pedro Sánchez como el ya exprimer ministro italiano Giuseppe Conte.

La ministra española ha defendido una Europa más mancomunada, que avance tecnológicamente, lidere la descarbonización con equidad e impulse la economía digital y una mayor justicia fiscal.

Di Maio ha planteado afrontar juntos los desafíos europeos, entre los que ha citado la política migratoria en el Mediterráneo.

Una cuestión a la que ha aludido Borrell, quien ha considerado que la experiencia común de España e Italia ante el problema migratorio debería ser la base para acordar una política común europea en este asunto. "Una política que nos hace mucha falta y que durante muchos años hemos sido incapaces de construir", ha añadido para insistir acto seguido en la necesidad de acordarla tanto por razones humanitarias como por el propio interés de la UE.

Por su parte, el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, ha afirmado que es el momento de "intervenir con pragmatismo" en materia de migración y ha pedido una "gran iniciativa europea" para salvar el Mediterráneo. "Se acabó morir en el Mediterráneo (...) Es el momento de reflexionar", ha añadido para respaldar también corredores humanitarios que permitan "una distribución equilibrada" que tenga en cuenta "las necesidades de los mercados laborales de los estados miembros".

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