El 15,4% de las pymes prevén crear empleo en 2021 y el 10%, destruirlo
El 37,5% estima que aumentará ventas en el segundo semestre
La pandemia ha dejado una gran cicatriz en las pequeñas y medianas empresas españolas, especialmente en las microempresas y en las de una antigüedad menor de 10 años. El informe Impacto económico de la covid-19 sobre la pyme de España, basado en una encuesta a 960 compañías y presentado esta mañana, revela que, en cuanto al empleo, el 15,4% prevé aumentar su plantilla en lo que queda de año, el 9,6% disminuirá el que tiene y el 74,9% lo mantendrá. El 25,2% de las pymes redujeron sus puestos de trabajo en 2020 respecto a 2019.
La encuesta que conforma el informe, elaborado por el Consejo General de Economistas (CGE) y Faedpyme en colaboración con la Cámara de Comercio de España, se llevó a cabo entre los meses de febrero y abril de 2021 y pone de manifiesto que las expectativas para el segundo trimestre del año mejoran en cuanto a ventas, ya que el 37,5% estima que se incrementarán, porcentaje que sube al 50% en el caso de que sean ventas online. El mayor grado de optimismo se observa entre las medianas y las más antiguas o "maduras".
En 2020, las ventas cayeron para el 52,6% de las pymes. La reducción media fue de un 12,8%, "mayor que la caída del PIB nacional, que fue de un 11%", ha señalado Domingo García, coordinador del informe y director general de Faedpyme.
Rentabilidad e inversiones
El mayor impacto negativo de la crisis sanitaria ha caído sobre la facturación de las pequeñas y medianas empresas, ya que afectó negativamente al 64,3%, y en la rentabilidad, que disminuyó para el 62,2%, según el informe. El 50% paralizó nuevas inversiones y en cuanto a deuda y liquidez, se vieron afectadas el 41,3% y el 44,9%, respectivamente.
Las pymes más internacionalizadas también se vieron influidas negativamente por la pandemia, aunque un poco menos que la media general. El 47,2% bajó su facturación con otros países y el 30,6% perdió mercados de destino.
El informe resalta como aspecto positivo la flexibilidad en cuanto a la organización de las empresas y la adaptación de sus actividades operativas durante la crisis. Lo peor fue la ruptura de la cadena de proveedores que, en una escala del 1 al 5, las pymes consultadas sitúan en el 3,6.
Una de las cuestiones planteadas a las pymes ha sido el del acceso a la financiación. Para el 80% de las que solicitaron créditos se mantuvieron las mismas condiciones que antes de la pandemia. El 16,9%, sin embargo, las tuvo peores. Como aspecto favorable las encuestadas destacan el volumen de financiación concedido y como aspecto desfavorable, el aumento de gastos y comisiones. El 40% de las pymes se autofinanciaron.