La nueva oferta de fondos: verdes y megatendencias en los escaparates
Las gestoras españolas de fondos acumulan ya casi 300.000 millones de euros
Los bancos están mutando su oferta de fondos de inversión a velocidad de vértigo. El sector quiere aprovechar la mejoría de la situación económica para vender más productos de inversión. La pandemia ha provocado un embolsamiento récord de dinero en depósitos y las entidades aspiran a reconducir una parte hacia los fondos, valiosa fuente de ingresos por comisiones. En el caso de las gestoras españolas de fondos acumulan ya un patrimonio de casi 300.000 millones de euros. Buena parte de este dinero se canaliza a través de contratos de gestión discrecional de carteras. Las nuevas categorías estrella son los fondos sostenibles y los de megatendencias.
En 2020, y pese a la grave crisis bursátil provocada por la pandemia, el patrimonio acumulado en fondos cerró en el mismo nivel que el año anterior. En lo que va de 2021 ha crecido un 6,3%, hasta los 291.000 millones de euros, según datos de Inverco, la asociación sectorial. En el caso de las gestoras extranjeras suman ya 240.000 millones de euros, tras crecer un 9% el año pasado.
Este empuje de las firmas internacionales tiene una explicación en el cambio del modelo de negocio. Si hace 10 años los bancos se dedicaban a vender sin ton ni son fondos garantizados, los bajos tipos de interés han invalidado este tipo de productos y las entidades han migrado hacia los servicios de gestión discrecional de carteras.
El 56% de todos los fondos que se distribuyeron en España en 2020 lo hicieron bien mediante gestión discrecional de carteras, bien mediante asesoramiento. Según estos mismos datos, casi uno de cada cuatro euros que la banca comercializa de fondos, son fondos de terceras gestoras (normalmente internacionales).
El movimento del sector
Value. La inversión en valor, que busca compañías que estén muy infravaloradas por el mercado, ha recuperado su pulso después de varios malos años. Los fondos de Cobas, AzValor, Bestinver ofrecen rentabilidades de entre el 15% y el 20% en el año.
Independientes. Renta 4 Banco, aún no contando con una red de oficinas tan amplia como los grandes bancos, lleva años creciendo con fuerza en fondos de inversión. También el banco andorrano Andbank, especialmente con su filial de fondos y carteras indexadas Myinvestor.
Aseguradoras. Compañías como Mutua Madrileña o Mapfre también están haciéndose hueco en este competido mercado.
CaixaBank y BBVA han sido pioneros en desarrollar la fórmula de la gestión discrecional, antes reservada a clientes de banca privada. La entidad catalana suma más de 30.000 millones de euros bajo esta modalidad (incluyendo lo absorbido de Bankia Fondos), y BBVA AM otros 14.000 millones. En ambos casos, cuentan con diferentes modelos de carteras, más sofisticadas en función del nivel de patrimonio acumulado.
“Con los tipos cero, la asignación eficiente de activos, para que se ajusten a la perfección al perfil de rentabilidad-riesgo de cada cliente, es la mejor fórmula que tenemos para aportar un valor añadido al cliente”, explica Luis Megías, consejero delegado de BBVA AM.
En cuanto a las tipologías de fondos, todas las entidades están haciendo una decidida apuesta por los fondos de megatendencias y los fondos de inversión sostenibles. El fondo Ibercaja Megatrends, lanzado hace dos años, acumula ya un patrimonio de 350 millones de euros y una rentabilidad acumulada de casi el 30%. El BBVA Quality Mejores Ideas ha conseguido una rentabilidad media anual de casi el 10% durante los útlimos cinco años. Las gestoras Pictet AM o Global ETF llevan años lanzando gamas muy específicas con todo tipo de megatendencias: demografía, robótica, inteligencia artificial...
También firmas de banca privada, como Banca March, lanzó en enero de 2020 el fondo Next Generation, que invierte a su vez en los mejores fondos de megatendencias de todo el mundo (como el Robeco Sustainable Water, el Nordea Global Climate o el Pictet Nutrition). En un año y medio de existencia ha acumulado una rentabilidad del 34,4%.
En paralelo, todas las gestoras están adaptando su oferta de fondos para que tengan en cuenta criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo a la hora de invertir. Además, muchas han lanzado productos específicos que persiguen un fin medioamebiental concreto.
Por ejemplo, el fondo Caja de Ingenieros Enviroment ha tenido una rentabilidad media anual del 7% en los tres últimos años, invirtiendo siempre bajo criterios de sostenibilidad. También el fondo Ibercaja Sostenible y Solidario tiene una política de inversión muy rigurosa y ha rentado un 4,3% de media en los tres últimos años.
Otra de las tendencias más evidentes que ha provocado el largo periodo de bajos tipos de interés es una progresiva migración de los clientes desde productos más conservadores a otros con más riesgo.
Durante los últimos años, los fondos de Bolsa internacional, y los fondos mixtos han ido ganando protagonismo en las carteras de los clientes, mientras que los fondos monetarios, los de renta fija a corto plazo o los garantizados, han registrado fuertes salidas de dinero.
Otra de las tendencias potentes de los últimos años es la llegada de nuevos fondos con activos alternativos a la Bolsa y los bonos. BBVA, que ya tiene fondos de fondos de capital riesgo, va a lanzar ahora un fondo de fondos de deuda privada. Santander AM, por su parte, utliza las capacidades del grupo para poder ofrecer a los clientes fondos que invierten en instrumentos de leasing o de comercio internacional. Aun así, el gran reto pendiente sigue siendo destronar al depósito como producto estrella del ahorro de los españoles.