La UE busca que el medio ambiente gane peso en la elección de las ruedas
Bruselas simplifica el etiquetado para que el precio no sea el único criterio considerado por los compradores
Más fácil, transparente y seguro. Y sin que aumente el precio. Así será el proceso de elección de neumáticos de su vehículo a partir de ahora. Una nueva etiqueta europea, en vigor desde el pasado 1 de mayo, hará más sencillo este procedimiento. Con ella se pretende que, además del precio, otros factores, como la eficiencia energética y el medio ambiente, se tengan en cuenta en la decisión.
“El objetivo que tiene es facilitar el proceso de compra con la información que se aporta. Con unos criterios muy claros, que son tres: eficiencia energética, seguridad y respeto al medio ambiente”, explica José Luis Rodríguez, presidente de la Agrupación de Fabricantes de Neumáticos (Afane).
En los dos primeros aspectos se reduce el número de categorías de siete a solo cinco, de la A a la E, y se añaden dos pictogramas que reflejan si los neumáticos son aptos para conducir con nieve y hielo. La emisión de ruido también se refleja de forma más clara ahora con un nivel de tres letras, de la A a la C.
Con unas ruedas más eficientes se puede ahorrar al año 200 euros en combustible
Incorpora igualmente un código QR, que al recogerlo con su teléfono móvil le llevará a una base de datos de la Unión Europea con toda la información disponible sobre el producto.
La nueva etiqueta “se ha simplificado, ha quitado categorías, ha puesto dibujos explicativos y más claros'', argumentan desde Bridgestone. “No van a subir los precios”, aseguran desde Michelin.
Saber leerla correctamente, combinando todos los factores, es la llave para tener una idea global sobre la calidad de los neumáticos. “El objetivo es tener neumáticos mucho más eficientes, que consuman menos combustible y que hagan menos ruido”, dice Óscar Bas, secretario ejecutivo de la Asociación Nacional de Distribuidores e Importadores de Neumáticos (Adine). “Y darle la vuelta a la decisión del consumidor”, añade, para que el precio no sea el factor determinante.
Rodríguez esgrime que, según un estudio de Afane, un consumidor se puede ahorrar el equivalente al precio de uno de los cuatro neumáticos que ponga en su coche si elige uno de la categoría A en eficiencia energética en vez de un E. Con el primero, recorrerá hasta 40.000 kilómetros. Con el segundo, solo hará 25.000. En esa diferencia de 15.000 kilómetros está el ahorro, “con una media de 200 euros”, sostiene.
Mario Pinilla, presidente de la comisión de medio ambiente de la Confederación Española de Talleres de Reparación de Automóviles y Afines (Cetraa), ha calculado una cantidad similar al comparar dos de las ruedas más habituales usadas en modelos como el Ibiza, Astra o Megane. Con un neumático letra B en eficiencia y con un precio de 115 euros, el conductor se ahorra 196 euros en combustible al hacer más kilómetros que con otro de letra C y valorado en 56 euros.
Hay que mejorar la información al consumidor. Solo un 3% de los profesionales conoce al detalle la nueva etiqueta
La propia Unión Europea, a través de su servicio de estudios, ha estimado que la nueva etiqueta permitirá el ahorro de 2.800 millones de euros en combustible a los consumidores. Asimismo, cifra en 10 millones de toneladas la reducción de emisiones de dióxido de carbono.
Asignatura pendiente
Esta nueva normativa tiene la intención de resolver un viejo problema relacionado con la información y que afecta por igual a consumidores y profesionales de los talleres: el desconocimiento de su contenido, en el primer caso, y de los cambios que incorpora, en el segundo.
Un estudio publicado en 2017 por Afane y la consultora GIPA concluía que apenas el 8,3% de los usuarios conocía la etiqueta y las prestaciones que recogía en ese momento.
Otro informe elaborado por los mismos autores y conocido hace unos días, establece que solo el 3% de los especialistas en neumáticos de los talleres se ha informado en detalle sobre los cambios del nuevo etiquetado.
Unos y otros van a tener que esforzarse en mejorar estas cifras. Los consumidores, poniendo más interés en conocer un producto esencial para sus vehículos. No en vano, la Dirección General de Tráfico (DGT) señala que en 2019, en 454 accidentes del total registrado con víctimas, tanto en vías urbanas como interurbanas, los neumáticos estaban muy desgastados o defectuosos.
En cuanto a los mecánicos, el nuevo marco normativo les obliga a informar y asesorar a los compradores sobre todo lo relacionado con las novedades que conlleva esta etiqueta.
Afane y Cetraa ya han organizado distintos webinars para completar una formación que, en opinión de Pinilla, es fundamental para “mejorar la capacidad técnica de los profesionales”. Algo que también están haciendo los fabricantes con el envío de miles de carteles a los talleres, campañas e impartición de seminarios.
Neumáticos ad hoc para los coches eléctricos
La nueva etiqueta se usará también en las ruedas de los coches eléctricos e híbridos enchufables. Este tipo de vehículos empiezan a llevar neumáticos específicos desarrollados por los fabricantes de ruedas para su incorporación como equipos originales de los nuevos modelos eléctricos.
A pesar de que pueden usar las mismas gomas que un automóvil tradicional, los eléctricos presentan una serie de características distintas: las baterías que llevan los hacen más pesados y tienen una aceleración más fuerte. Esto supone mayor desgaste del neumático, un aumento del consumo de combustible y más ruido. Necesitan, por tanto, ruedas más ligeras y con una resistencia menor a la rodadura. En este punto, las estrategias de los fabricantes son distintas.
Desde Michelin explican que “han desarrollado dos neumáticos especiales para vehículos eléctricos e híbridos enchufables”, aunque también se pueden poner en modelos de combustión. Son el e.Primacy y el Pilot Sport EV.
En Bridgestone y Goodyear están adaptando sus tecnologías en colaboración con las marcas de coches para incorporarlas en los equipos originales de los nuevos modelos eléctricos.
Bridgestone desarrolla un perfil nuevo de rueda, llamado Ologic, que Emilio Tiberio, vicepresidente de I+D de la compañía en Europa, Oriente Medio y África, describe como de “gran diámetro y diseño estrecho de la banda de rodadura, lo que reduce la deformación y la pérdida de energía durante la conducción”. Es la que se está poniendo, por ejemplo, en el I3 de Volkswagen.
Goodyear trabaja en una línea similar, de hecho, el I3 también lleva neumáticos de esta marca, completada con “la adaptación y la modificación de compuestos y de las carcasas de los neumáticos”, apuntan desde la multinacional. Así, el Eagle F1 Asymmetric 5 fue “optimizado en su rendimiento al reducir la flexión en el dibujo de la rodadura” cuando Audi lo eligió para el e-tron GT quattro.