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El Gobierno rebaja la previsión de crecimiento del PIB en 2021 al 6,5%

Calviño descarta ya un alza inercial del 7,2% y una subida del 9,8% con las ayudas europeas pero confía en que la economía crezca un 7% en 2022 Estima que la tasa de paro caerá al 15,2% este año y que el empleo crecerá un 4%

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Juande Portillo

El Gobierno ha constatado finalmente una ralentización en la recuperación económica de la crisis desatada por la pandemia del Covid-19, y una pérdida del potencial de empuje de las ayudas europeas para este año, y ha terminado por revisar hoy a la baja sus previsiones de crecimiento.

“En este contexto y con la información disponible, nuestra intención es que el cuadro macroeconómico que se enviará a Bruselas con el Plan de Estabilidad” a finales de este mes, incluya un avance del 6,5% del PIB en 2021 y del 7% en 2022, "trasladando al próximo ejercicio parte del crecimiento que habíamos previsto para el año en curso", ha detallado la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, en la presentación de la actualización del cuadro macroeconómico del periodo 2021 a 2024.

Esto permitiría recuperar el nivel precrisis a finales de 2022 y mantener en fase expansiva en los próximos años, llevando el crecimiento al nivel precrisis en 2024, con una aumento del crecimiento potencial por encima del 2% para entonces, ha anticipado. En concreto, el crecimiento esperado sería del 3,5% en 2023 y del 2,1% en 2024.

En todo caso, la revisión supone una importante rebaja de las proyecciones anteriores, al entender que el primer trimestre de 2021 se cerrará de nuevo en negativo, retrasando la recuperación, y que el efecto positivo de las subvenciones comunitarias será mayor en 2022.

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Hasta la fecha, el Ejecutivo había proyectado un crecimiento del PIB inercial del 7,2% en 2021, tras el histórico descalabro de cerca del 11% sufrido en 2020. A partir de ahí, Economía aspiraba a elevar al 9,8% gracias al impulso inicial de las ayudas europeas que nutrirán el Plan de Recuperación y Resiliencia, un conjunto de inversiones y reformas que el Gobierno prevé aprobar en el Consejo de Ministros del próximo martes para su remisión a Bruselas. Su aportación será del entorno al 2% anual, si bien será inferior este año que el próximo.

Calviño ha recordado que las previsiones anteriores se presentaron en octubre, cuando España acababa de crecer un 17% gracias a un verano que supuso una fuerte reactivación económica tras la parálisis que trajo el Gran Confinamiento de primavera. Desde entonces, ha justificado, las circunstancias han cambiado con fuerza lo que ha obligado a una severa rebaja de hasta 3,3 puntos en sus estimaciones.

Las anteriores expectativas de crecimiento del Gobierno ya habían venido siendo rebajadas con fuerza por el resto de autoridades y analistas. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) rebajaba este jueves su previsión de crecimiento del 8,2% al 6,6% tras constatar el impacto de la tercera ola del Covid-19 y por el retraso en la puesta en marcha de los proyectos ligados a las ayudas europeas, que no se prevé que arranquen hasta la segunda mitad del año.

El Fondo Monetario Internacional (FMI), por su parte, elevaba este miércoles sus estimaciones en medio punto, hasta anticipar un crecimiento del PIB español del 6,4%, lo que situaría a España a la cabeza de la recuperación, junto a EE UU, de las economías avanzadas en 2021. La cifra, sin embargo, seguía muy por debajo de las proyecciones oficiales y retrasaba la recuperación de los niveles precrisis hasta 2023.

El empleo

Calviño ha asumido que este año se logrará una mejora de la tasa de paro, si bien ha anticipado que será necesario prorrogar los ERTE más allá del 30 de mayo. En cuanto a las previsiones de déficit y deuda, la vicepresidenta ha aclarado que no será anunciadas hasta que se remitan a Bruselas a finales de mes.

En concreto, Calviño ha asumido que el empleo crecerá un 4% este año, un 2,7% el próximo, un 1,1% en 2023 y un 0,9% en 2024. Como consecuencia, la tasa de paro caería del entorno del 16% al 15,2% este ejercicio, el 14,1% el próximo, el 13,2% en 2023 y al 12, 7% en 2024.

En cuanto al turismo, la previsión oficial del Ministerio es que el volumen de visitantes internacionales que llegue este año a España se sitúe "ligeramente por debajo de la mitad del registrado en 2019".

Cuatro factores claves

Cuatro factores clave decidirán la evolución económica, ha detallado Calviño: la principal es la evolución de la vacunación, que busca alcanzar el 70% de la población a finales de verano, “unos pronósticos conservadores y prudentes” basados en la expectativa de un crecimiento exponencial en la recepción de vacunas en el segundo trimestre. Se busca inmunizar a 10 millones al inicio de junio, 15 a mediados el mes y 19 a finales de agosto.

El segundo factor será la estabilidad de la política monetaria y de la coordinación global, si bien parece que hay unanimidad entre las grandes autoridades internacionales para mantener políticas expansivas, en reorientar a empresas viables de los sectores más afectados las ayudas y en facilitar la flexibilización de la deuda de los territorios más vulnerables, ha dicho Calviño.

En este marco, frente al 5% de crecimiento en la zona euro en octubre, ahora se prevé un avance del 4%, si bien la recuperación del crecimiento mundial se ha mejorado del 6,2% al 6,5%.

El tercer factor que determinará la recuperación económica es la estabilidad financiera y el grado de lastre que suponga el lastre estructural sobre el tejido productivo, que Calviño espera ver paliado con las medidas del Gobierno en apoyo a las empresas, como las ayudas directas recientemente aprobadas o los ERTE.

El cuarto factor esencial es la puesta en marcha del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia, una “oportunidad única”, ha dicho la vicepresidenta, para salir de la crisis de forma diferente a la de otras ocasiones, impulsando la inversión en lugar de recortándola. En la Gran Recesión, la inversión pública cedió con fuerza, hasta “niveles inferiores a los necesarios para mantener” el capital español. “Por eso es imprescindible poner en marcha un potente programa de actuación pública” para cerrar la brecha con Europa, ha sostenido. Las medidas ya adoptadas, ha ilustrado, ha permitido sostener tres millones de empleos y evitar un retroceso del PIB del 20%.

El plan, ha detallado, se conformará con reformas estructurales e inversiones por 140.000 millones en seis años, a fin de sacar a España más fuerte de la crisis de cómo estaba cuando se sumió en ella.

Cuestionada sobra la necesidad de poner en marcha un plan de consolidación fiscal a medio plazo, como el que piden la Airef o el FMI, Calviño ha aseverado que ahora mismo todos los esfuerzos del Gobierno deben estar en reforzar la recuperación económica y la creación empleo, aparcando posibles ajustes hasta salir de la crisis.

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