La pandemia agranda las divergencias de la economía mundial
El FMI alerta de que la brecha de crecimiento entre países aumenta, con Estados Unidos y China a la cabeza y la zona euro y los mercados emergentes, rezagados
La economía mundial se encamina en 2021 a registrar su mayor crecimiento en más de medio siglo, sin embargo, las diferencias entre países se amplía y puede provocar desequilibrios peligrosos, tal y como ha advertido el FMI. Mientras Estados Unidos lidera el crecimiento mundial y China está aprovechando su éxito en la lucha contra el coronavirus, la zona euro y la mayoría de países emergentes están quedando atrás. A diferencia de la crisis financiera de 2008, la recuperación parece desequilibrada, a consecuencia de la irregular distribución de vacunas contra el Covid 19 y a que el apoyo fiscal difiere entre fronteras.
"Si bien las perspectivas han mejorado en general, las perspectivas divergen peligrosamente", señaló la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, la semana pasada. “Las vacunas aún no están disponibles para todos y en todas partes. Demasiadas personas continúan enfrentando la pérdida de empleos y el aumento de la pobreza. Demasiados países se están quedando atrás ". El FMI espera un crecimiento superior al 5,5% este año y del 4,2% para 2022. Esas divergencias "peligrosas" se observan no solo dentro de los países, también entre los países y las regiones.
El resultado: muchas partes del mundo podrían tardar años en unirse a Estados Unidos y China en recuperarse por completo de la pandemia. Para 2024, la producción mundial seguirá siendo un 3% más baja que la proyectada antes de la pandemia, y los países que dependen del turismo y los servicios serán los que más sufrirán, según el FMI.
La disparidad se refleja en los pronósticos Bloomberg Economics, que muestra un crecimiento global de alrededor del 1,3% intertrimestral en los primeros tres meses de 2021. Pero mientras EE UU está rebotando, Francia, Alemania, Italia, el Reino Unido y Japón se están contrayendo. En los mercados emergentes, Brasil, Rusia e India están siendo claramente superados por China.
Para todo el año, Bloomberg Economics prevé un crecimiento del 6,9%, la mayor tasa en el registro histórico que se remonta a la década de 1960. Detrás de la optimista perspectiva: una amenaza de virus cada vez menor, el estímulo estadounidense y billones de dólares en ahorros acumulados por los ciudadanos.
Mucho dependerá de la rapidez con la que los países puedan inocular a sus poblaciones la vacuna con el riesgo de que cuanto más tarde, mayor será la probabilidad de que el virus siga siendo una amenaza internacional, especialmente si se desarrollan nuevas variantes.
Datos de Bloomberg apuntan a que mientras Estados Unidos ha administrado dosis equivalentes a casi una cuarta parte de su población, la Unión Europea aún no ha alcanzado el 10%, mientras que las tasas en México, Rusia y Brasil están por debajo del 6%. En Japón, la cifra es inferior al 1%.
También juega un papel fundamental los bancos centrales y la capacidad de los aíses para amtener condiciones flexibles durante un largo periodo sin que haya riesgo para la inflación. Tras reducir las tasas de interés y poner en marcha programas de compra de activos el año pasado, las autoridades monetarias de distintos países empiezan a estar divididos y algunos de los mercados emergentes comienzan a subir las tasas de interés debido a la aceleración de la inflación o para evitar que el capital huya. Así, mientras ientras que la Fed y el Banco Central Europeo aseguran que no subirán tipos aún en mucho tiempo, Turquía, Rusia y Brasil elevaron los costes de financiación el mes pasado.
Rob Subbaraman, jefe de investigación de mercados globales de Nomura, considera que Brasil, Colombia, Hungría, India, México, Polonia, Filipinas y Sudáfrica corren el riesgo de aplicar políticas demasiado flexibles.
“Con los principales bancos centrales de los mercados desarrollados experimentando sobre qué flexibilidad en sus políticas monetarias pueden hacer funcionar las economías antes de que la inflación se convierta en un problema, los bancos centrales de los mercados emergentes deberán tener mucho cuidado de no quedarse atrás en la curva, y probablemente necesitarán liderar, en lugar de seguir, los mercados desarrollados en el próximo ciclo de subida de tipos ”, apunta Subbaraman. Es lo que algunos analistas denominan "condiciones de tipo boom con divergencias amplias".
Reuniones del FMI y Banco Mundial
En este contexto se celebran esta semana las reuniones de primavera del FMI y el Banco Mundial. Los expertos esperan que Estados Unidos utilice este foro para transmitir el mensaje de que no es el momento para que los países retrocedan en los estímulos a sus economías. El argumento se dirigirá principalmente a Europa, particularmente a Alemania, con su larga historia de rigor fiscal. El fondo de recuperación conjunto de la UE de 750.000 millones de euros (885.000 millones de dólares) no comenzará a disrtribuirse hasta la segunda mitad del año.
Estados Unidos tendrá dos cosas a su favor al presentar su caso, dijo Nathan Sheets, ex responsable de la Reserva Federal: una economía fortalecida y una secretaria del Tesoro, Janet Yellen, respetada internacionalmente y familiarizada con las reuniones del FMI desde su época como presidenta de la Fed.
Pero la economía más grande del mundo podría encontrarse a la defensiva en lo que respecta a la distribución de vacunas después de acumular suministros masivos para sí misma. “Escucharemos reivindicaciones durante estas reuniones para que haya un acceso más equitativo a las vacunas”, dijo Sheets, quien ahora es el jefe de investigación económica global en PGIM Fixed Income.
Y aunque la economía de Estados Unidos indudablemente actuará como un motor para el resto del mundo al absorber las importaciones, también podría haber quejas sobre el aumento del endeudamiento, especialmente por parte de las economías menos vigorosas.
“El estímulo de Biden es un arma de dos filos”, apunta el ex economista jefe del FMI Maury Obstfeld, quien ahora es investigador del Instituto Peterson de Economía Internacional en Washington. El aumento de las tasas de interés a largo plazo en Estados Unidos “endurece las condiciones financieras mundiales. Eso tiene implicaciones para la sostenibilidad de la deuda de los países que se endeudaron más para combatir la pandemia ”.
El economista jefe de JPMorgan Chase, Bruce Kasman, asegura que no se ha visto una brecha tan amplia en 20 a 25 años entre el crecimiento esperado de Estados Unidos y otros países desarrollados en comparación con los mercados emergentes. Eso se debe en parte a las diferencias en la distribución de la vacuna. Pero también a las decisiones de política económica que estén tomando los distintos países.
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