Un paso más en la consolidación de los servicios de telecomunicaciones
El efecto que ejercerá sobre el sector la mayor cuota de mercado que ostentará MásMóvil probablemente enriquecerá la oferta, tensionará más las tarifas y forzará aún más la rivalidad entre las operadoras
La oferta de adquisición de Euskaltel por parte de MásMóvil, la cuarta operadora de telecomunicaciones en España, es un nuevo fenómeno de consolidación en un sector de intensa competencia, y en el que jugadores ágiles y relativamente jóvenes disputan el espacio a las grandes multinacionales herederas de los viejos monopolios. Y un ejemplo de que los términos y los actores de las operaciones corporativas no están en absoluto escritas, pues este movimiento para consolidar la posición del cuarto operador no era el que descontaba el mercado, que apuntaba más a una fusión entre MásMóvil y la división hispana de Vodafone. En todo caso, la adquisición de Euskaltel, de concretarse y hacerlo en los términos en los que está planteada, es un paso firme de crecimiento de un proyecto que está ya en manos de los grandes fondos, que ya adquirieron y excluyeron de Bolsa a la propia MásMóvil hace escasamente un año.
La compañía liderada por Meinrad Spenger y controlada por Cinven, KKR y Providence abonará 11,17 euros por acción, lo que supone valorar el grupo vasco en 1.995 millones de euros y una jugosa prima sobre la cotización de los últimos meses de la empresa vasca, y que será financiada mediante nuevo endeudamiento. La operación, que cuenta con el respaldo previo de los fondos que controlan más del 50% en la teleco vasca, alumbrará una empresa con unos ingresos superiores a los 2.700 millones y con un ebitda de más de 1.000 millones de euros anuales.
Aunque la opa todavía debe recibir el visto bueno de la CNMC y también el del Consejo de Ministros, debido a la nueva legislación antiopas hostiles aprobada hace un año por la pandemia, todo apunta a que no debería perjudicar los intereses de los consumidores, por el alto grado de competencia que hay en el sector, que podría intensificarse con la presencia de uno más fuerte. El efecto que ejercerá sobre el sector la mayor cuota de mercado que ostentará MásMóvil, una compañía que se caracteriza por una política comercial proactiva y agresiva, probablemente enriquecerá la oferta, tensionará más las tarifas y forzará aún más la rivalidad entre las operadoras, azuzadas por unas cuentas de resultados que acusan las inversiones constantes.
Resulta inevitable reparar en las fuertes salvaguardas que se han pactado en el acuerdo para proteger al operador vasco, que incluyen un blindaje de al menos cinco años sobre la sede social, las marcas y la plantilla, y que dotan a la operación de un innecesario barniz de nacionalismo empresarial. En cualquier caso, la integración, además de ser ventajosa para los accionistas institucionales de ambos grupos, debería serlo también para los minoritarios, cuyos intereses en este tipo de concentraciones negociadas entre los fondos no siempre son tenidos del todo en cuenta.