El Gobierno aprueba los primeros contratos del nuevo modelo de conservación de carreteras
El valor de los contratos alcanza los 627 millones, que afectan a tramos de la AP-2 y la AP-7 que revertirán al Estado
El Gobierno ya tiene preparados los primeros contratos de un nuevo modelo de conservación de carreteras, en concreto de tramos de las autovías de peaje AP-2 y la AP-7 que revertirán al Estado, por un montante de 627,8 millones de euros. Entre otras ventajas, el Ejecutivo prevé aprovechar las sinergias que se obtienen al gestionar de manera conjunta cada tramo.
El Consejo de Ministros, en su reunión de este martes, autorizará la celebración de los primeros seis contratos basados en los nuevos pliegos de contratación para la conservación de carreteras, que supone un cambio relevante respecto al utilizado hasta ahora.
Se trata de contratos de conservación por valor conjunto de esos 627,8 millones, de los que 541 millones se focalizan en Cataluña y 86,8 millones para Aragón, correspondientes a los tramos de las autopistas de peaje AP-2 y AP-7 que revertirán al Estado en septiembre de 2021 tras la finalización de sus concesiones.
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), a través de la Dirección General de Carreteras, plantea un nuevo modelo en los contratos de servicios de conservación y explotación de sectores de carreteras del Estado, en los que se integrarán prestaciones adicionales como la explotación económica de elementos funcionales ya existentes (áreas de servicio) y la ejecución de pequeñas obras.
El objetivo último del nuevo modelo es garantizar una movilidad segura, reforzando así la orientación hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con los que está comprometido el Mitma, según fuentes del departamento dirigido por José Luis Ábalos.
Los contratos basados en los nuevos pliegos de contratación podrán incluir prestaciones de conservación que incluyan actuaciones como permitir que la carretera y sus elementos funcionales dispongan de las mejores condiciones de vialidad y seguridad posibles; vigilancia y atención accidentes e incidentes; el acondicionamiento invernal de las carreteras, o el servicio de control de túneles y comunicaciones.
También se incluye en estos pliegos el mantenimiento de instalaciones; la ayuda a la explotación y estudios de seguridad vial; el mantenimiento de los elementos de la carretera; los proyectos específicos de pequeñas obras necesarias para mejorar la funcionalidad de la vía, y la explotación de los elementos funcionales de las carreteras como son las áreas de servicio existentes.
Desde el Mitma se cree que, por ejemplo, la inclusión de pequeñas obras de conservación preventiva tiene por finalidad la rehabilitación, reposición y mejora de los elementos mediante inversiones que superan el alcance previsto en los contratos actuales. Los ganadores de los contratos también acometerán limpiezas y siegas, reparaciones de firmes, actuaciones en los sistemas de drenaje, mejora de los sistemas de contención.
En el nuevo modelo de contratos se separan, de forma expresa, los gastos e ingresos del contrato, estableciendo, de un lado, el presupuesto de gastos (costes de conservación y explotación y pequeñas obras) y, de otro, el presupuesto de ingresos (canon a abonar como contraprestación por el derecho de explotación de las áreas de servicio y otros servicios públicos).