El fondo Terramar aportará 200 millones a Abengoa si la SEPI inyecta 250
La gestora californiana ofrece quedarse con la filial operativa junto a los acreedores
Abengoa ha solicitado un rescate de 249 millones al fondo de la SEPI para preservar sus activos. La estrategia para salvar la parte sana, que se encuentra en la filial operativa, Abenweco 1, está ya totalmente desplegada. La gestora de fondos de deuda y capital riesgo con sede en Los Ángeles (California) Terramar Capital inyectará 200 millones de euros –150 en forma de crédito y 50 como capital–, que le permitirá controlar el 70% de la sociedad. El resto quedará bajo el control de los actuales acreedores, si bien el fondo de rescate estatal tendrá la última palabra, pues puede obligar a que se le haga hueco en el capital, según ha comunicado Abengoa este miércoles a la CNMV.
La operación de salvamento de los negocios y los alrededor de 13.000 empleos de Abengoa está trazada. La matriz, la empresa que cotiza en Bolsa –suspendida de negociación por la CNMV desde el pasado julio, ante las dudas sobre la viabilidad del grupo– reconoce que seguirá adelante con el concurso de acreedores, que previsiblemente concluirá en su liquidación.
La clave de bóveda es Abenewco 1. La empresa reconoce que todavía "no ha alcanzado un acuerdo definitivo" con los diferentes grupos de acreedores ni ha obtenido todavía la aprobación de las diferentes instituciones públicas (la SEPI, el ICO y Cesce) para la puesta en marcha de la operación, que pivota sobre la intervención de un tercer inversor. Este es la gestora estadounidense Terramar Capital, que propone inyectar 50 millones de capital y un crédito de 150 millones de euros. Abengoa sentencia que es "la única opción posible en la actualidad". El salvamento tendría lugar en tres fases.
En principio, Abenewco 1 recibiría 35 millones de euros en forma de un préstamo por parte de Terramar y dispondría de un avance de una nueva línea de avales por un importe inicial de 40 millones de euros. Se suscribiría además un nuevo contrato de reestructuración y los compromisos de financiación en dinero y avales del ICO y de Cesce.
La segunda fase sería firmar el acuerdo de reestructuración en línea con el acordado el 6 de agosto, que suponía la inyección de más de 500 millones en avales y liquidez, así como quitas y recapitalizaciones. Eso sí, con ciertas modificaciones para que Terramar pueda convertirse en accionista. Así se rompería el grupo contable del que ahora es matriz Abengoa SA y el grupo pasaría a estar encabezado por Abenewco 1.
TerraMar realizaría el segundo desembolso de la financiación por un importe de 115 millones de euros y Abenewco 1 lanzaría una ampliación de capital que suscribiría TerraMar, con 50 millones adicionales, para obtener el 70% del capital social.
La última parte del salvamento sería la intervención de la SEPI, con su inyección de 249 millones. Esos fondos se emplearían para el repago de la financión del ICO y la cuantía sobrante sería utilizada para usos generales de Abenewco 1. Aquí, el organismo público tendrá la última palabra, para decidir su forma de entrada: si con capital, deuda subordinada o préstamos sénior. De ahí que la propiedad final de Abenewco estaría en entredicho.
La empresa, asesorada por Ramón y Cajal Abogados, busca ahora que el organismo dependiente del Ministerio de Hacienda participe en la operación de salvamento, como publicó CincoDías el pasado 4 de marzo. Los acreedores están de acuerdo en que esta es una de las posibilidades para sacar adelante la porción sana del grupo andaluz. Hay mucho riesgo en manos de fondos, especialmente de KKR y Blue Mountain en la operativa y de KKR, Alden y Melqart en una de las sociedades holdings. Santander está muy concentrado en avales y también están presentes Bankia, CaixaBank y Crédit Agricole.
Desde la sindicatura de minoritarios AbengoaShares, que suma más del 15% de la matriz cotizada y que se ha rebelado reiteradamente contra los planes de rescate trazados por la compañía, que les reservaba un 2,7% del capital de la filial operativa consideran improbable que el Gobierno respalde esta opción, en la que interviene un fondo oportunista estadounidense, que inyectaría 50 millones de capital para quedarse con el 70% de la filial operativa. "Nuestro planteamiento era de inyectar 30 milloness por el 38,5% y la empresa seguiría siendo española", señala a CincoDías Clemente Fernández, expresidente de Amper, que capitanea la sindicatura.
El concurso de acreedores de Abengoa SA fue propiciado por la decisión de los bancos de retirar el waiver (acuerdo de no agresión), que habían extendido sobre la firma desde que en agosto pactaron el rescate de la firma. Entonces acordaron la inyección de más de 500 millones, con aval del ICO y Cesce, más 20 millones aportados por la Junta de Andalucía. La institución autonómica finalmente decidió no suscribir esta cantidad, lo que terminó por hacer fracasar el acuerdo.