Abertis cumple con ACS y Atlantia: pagará 601 millones en dividendo tras el crítico 2020
La concesionaria saldó el ejercicio con la pérdida de 392 millones y una caída del 21% en el tráfico
La española ACS y la italiana Atlantia siguen teniendo en su participada Abertis un seguro de rentabilidad por la vía de los dividendos pese al delicado contexto económico. La concesionaria de autopistas ha ratificado esta mañana su compromiso de repartir 601 millones de euros entre sus accionistas a finales de abril. La junta de Abertis ha sido convocada para el día 20 de ese mes.
Los poco más de 600 millones a cuenta de 2020 formaban parte del compromiso de Abertis tanto para 2021 como para 2022, conjugando el pago de dividendos con el mantenimiento del rating de alta solvencia otorgado por Standard & Poor’s (BBB-) y Fitch (BBB).
El pasado mes de noviembre el consejo de administración de la concesionaria decidió liberar el 50% de la remuneración con cargo a 2019 que había quedado en suspenso, supeditada a la evolución de la crisis y a que las agencias de rating mantuvieran la calificación crediticia de la concesionaria. Así, Atlantia y ACS se repartieron 437 millones como segundo pago con cargo a reservas voluntarias.
La concesionaria cuenta con una posición de liquidez de 7.500 millones y continúa teniendo buena entrada en el mercado de deuda
Una vez dado ese paso, Abertis también se comprometió con una nueva política financiera en la que se fijó la cifra de 600 millones como dividendos para 2021 y 2022, desde los 874 millones distribuidos en 2020.
El pasado ejercicio fue crítico en lo operativo, por el efecto de las restricciones a la movilidad, pero intensivo en la inversión para el crecimiento internacional. La catalana vio caer su ebitda un 30%, hasta los 2.628 millones (74% fuera de España), y pasó de ganar 352 millones a perder 392 millones. El tráfico de pago en sus autopistas sufrió un descenso del 21% (6% a la baja en vehículos pesados).
Abertis destinó 2.583 millones a las adquisiciones del 53% de Red de Carreteras de Occidente (RCO,) en México, por cerca de 1.500 millones de euros, y el 55,2% de Elizabeth River Crossings (ERC), en Virginia (EE UU), por 585 millones. En 2019 la inversión apenas alcanzó los 670 millones.
La ofensiva ha logrado la incorporación de nuevos activos que van reemplazando la aportación de concesiones de próximo vencimiento, como es el caso de la española Acesa o la salida ya del perímetro de Aumar. De hecho, Abertis también intentó hacerse con la portuguesa Brisa y el presidente de ACS, Florentino Pérez, anticipó días atrás que el objetivo de la concesionaria seguirá siendo buscar oportunidades de crecimiento en el mercado concesional.
Muy activa en los mercados de deuda
Abertis Infraestructuras realizó dos emisiones de bonos en 2020: una de 600 millones de euros en enero, con vencimiento en febrero de 2028, con un cupón del 1,25%, y otra de 900 millones de euros en junio, con vencimiento en marzo 2029 y con un cupón de 2,25%. Ya en noviembre emitió su primer bono híbrido de 1.250 millones de euros. El programa de híbridos alcanzaba los 2.000 millones y ha sido completado en enero de este año con una nueva emisión de 750 millones.
A la apuesta por nuevos activos hay que sumar otros 397 millones de euros en inversión orgánica, destinados principalmente a la ampliación de la capacidad de las autopistas en Brasil (174 millones de euros) y en Francia (132 millones).
Después de ese esfuerzo, la catalana cuenta con una posición de liquidez de 7.500 millones y continúa teniendo buena entrada en el mercado de deuda, donde ha colocado emisiones de bonos por 4.000 millones en el crítico 2020. Los vencimientos de deuda significativos llegan a partir de 2023.
Mejoría en la actividad
Abertis ha hablado esta mañana, en el marco de la presentación de sus resultados, de una “significativa recuperación” en el segundo semestre desde los niveles mínimos de tráfico del mes de mayo. En ese momento, la caída en la intensidad media de vehículos fue del 60%.
Por mercados, las autopistas españolas de Abertis tuvieron un desplome del 31% en el tráfico, por el 28% que sufrieron las concesiones italianas. Menor fue el impacto en Brasil y México, donde las caídas fueron del 7% y 12% de media en el ejercicio, respectivamente.
Abertis cerró 2020 con la pérdida de un 24% en ingresos, bajando a 4.054 millones. Además de la menor actividad por la pandemia, la empresa notó el vencimiento de la concesión española Aumar o el efecto adverso de los tipos de cambio.
De los 2.628 millones de ebitda, el 37% procede de Francia, mientras que España tiene un peso del 27%, Chile otorga un 11% y el 9% procede de las concesiones brasileñas.
La compañía que dirige José Aljaro ha explicado distintas medidas de eficiencia en costes, refinanciación de la deuda a corto plazo y priorización de inversiones para hacer frente a la crisis y blindar su liquidez. La deuda financiera neta consolidada de Abertis alcanzó en diciembre de 2020 los 23.971 millones de euros. Y su coste se sitúa en el 3,3%.
Para 2021 se espera mejoría en el tráfico de pago, pero sin llegar a alcanzar los volúmenes previos a la crisis sanitaria. Abertis ha declarado que seguirá estudiando operaciones corporativas y desarrollando su cesta de concesiones.