Atlantia se aferra a la expansión de Abertis tras perder Autostrade ante el Estado italiano
La concesionaria perderá más de 2.700 millones de ebitda en Italia,. ante lo que el dividendo y el desarrollo de la catalana es clave
Toda una institución en Italia, como es la firma de infraestructuras Atlantia, ha sido castigada a perder en los próximos meses buena parte de su presencia en el mercado local. Toma máxima relevancia ahora el desarrollo internacional de su filial española Abertis, que se convierte en punta de lanza indiscutible de la mayor concesionaria europea.
La compañía de los Benetton evitó en la noche del martes, con el Consejo italiano de Ministros reunido, la revocación de las concesiones de la subsidiaria Austrostrade per l’Italia (ASPI). Fue con la mejora de sus compensaciones por la caída del viaducto Morandi (Génova), en agosto de 2018, dejando 43 víctimas.
La concesionaria mantuvo la oferta, al Ejecutivo de Giuseppe Conte, de remedios por 3.400 millones y accedió, y ahí está la clave, a abandonar en un año el capital de la mayor operadora italiana de autopistas, con 3.000 kilómetros.
Abertis recupera en julio un 85% del tráfico perdido en España y Francia durante la crisis
El proceso de salida de ASPI, en la que Atlantia tiene el 88% del capital, comenzará en septiembre y contará con varias etapas. La posición del accionista industrial será tomada por la entidad pública Cassa Depositi e Prestiti (CDP), que se hará con un 51% de Autostrade mediante la suscripción íntegra de una ampliación de capital. El hoy primer accionista verá diluida hasta alrededor del 10% su participación, y el cambio de manos se completará con la salida a Bolsa de Autoestrade.
Atlantia iba a ser desterrada del mapa italiano de autopistas sí o sí. Pero haber evitado la revocación de las concesiones, con la que había amenazado el primer ministro Conte, supone que dejará de consolidar ASPI y que se desprende de unos 9.100 millones de deuda.
Con una carga financiera de 36.700 millones, la pérdida súbita de siete autopistas en Italia dejaba a Atlantia en dificultades para hacer frente a sus compromisos e incluso para mantenerse al frente de Abertis. Despejadas las dudas y al calor de una OPV, el dinero volvió a Atlantia, que se revalorizó ayer un 26,6% en Bolsa.
El conglomerado de la familia Benetton cuenta con la catalana para salir a flote. Esta tuvo un peso del 51% en el ebitda de 2019, con 3.737 millones. ASPI aporta un 31,5% del total o 2.300 millones. Los ingresos a los que renunciará Atlantia procedentes rozaban los 4.000 millones anuales (un 35% de la facturación del grupo). También queda en el cajón el plan de inversiones por 7.000 millones diseñado para las carreteras italianas en cuatro años.
Se enfrenta al reto de acelerar su crecimiento con proyectos ‘greenfield’
La situación de Atlantia mete presión a los dividendos de Abertis, que dejó pendiente la mitad de la remuneración (437 millones) para finales de año. Su distribución dependía de la evolución de la crisis y de que S&P mantenga la nota de la propia Abertis. Pero su dueño necesita ese dinero más que nunca.
También toma relevancia el plan de inversiones de Abertis, una vez que se ha hecho con la mexicana RCO y que perdió la liza por absorber la portuguesa Brisa.
A la española le vence el 31 de agosto de 2021 su mayor concesión en España, Acesa, hecho que había amortiguado con el desembarco en México. Ahora se trata de buscar reemplazo a la actividad de ASPI, que explotaba siete concesiones vivas hasta 2038.
ACS, con un 49% de Abertis, queda a la espera de los planes que transmita su socio italiano, durante meses prácticamente desaparecido ante el melón abierto en su país. Hasta ahora, el grupo que preside Florentino Pérez se ha mostrado a favor de acelerar el desarrollo de Abertis, incluso con su entrada en proyectos que incluyan construcción (greenfield).
Síntomas de recuperación
Mientras la italiana gestiona su divorcio con el Gobierno de Conte, trató de dar muestras ayer de la resistencia de Abertis. La compañía que dirige José Aljaro sacó a relucir su mejoría tras el batacazo en el inicio de la pandemia.
Si los desplomes en el tráfico de pago en sus autopistas españolas y francesas alcanzó el 80% en marzo y abril, frente a los mismos meses de 2019, Abertis ha recuperado el 85% de ese tráfico perdido.
En la última semana, la reducción del volumen de usuarios en las autopistas francesas fue solo del 7,1%, volviendo un 87% de la intensidad que había desaparecido en los meses más duros de la crisis sanitaria.
En España, la reactivación en las carreteras de Abertis alcanza el 82% frente a las semanas del estado de alarma. En lo que va de julio la comparativa con 2019 arroja un descenso del 13,5% en vehículos.
Ya en Latinoamérica, los mercados de Brasil y México sufrieron derrumbes del 40% durante marzo y abril. En el primero de esos países, Abertis pierde un 12,3% de tráfico en la primera quincena de julio, mientras en México se aprecia una reducción del 18,7%. “Igual evolución se espera en Chile en las próximas semanas”, afirmó la compañía, “mantenemos el optimismo general a la vista de las últimas cifras y esperamos que dicha evolución positiva continúe en las próximas semanas, mostrando la resiliencia del negocio concesional”.
Tropiezo en un ejercicio de máxima dificultad
Momento crítico. Atlantia estimó el pasado mes de abril una caída de 3.000 millones en su facturación de 2020 por el impacto del coronavirus. Esto equivale a una rebaja del 25% sobre las cifras declaradas el año pasado. La compañía también ha elevado las compensaciones por el siniestro de Génova, de 2.900 millones a 3.400 millones de euros.
Gigante europeo. Además de Abertis, el grupo italiano cuenta con infraestructuras en operación en Francia, Chile o India. Al cierre de 2019 operaba 15.000 kilómetros de autopistas y cinco aeropuertos (64 millones de pasajeros) en 24 países. Daba empleo a 31.000 trabajadores e invirtió 1.700 millones.
Otras inversiones. El grupo de la familia Benetton es titular de una participación en la constructora alemana Hochtief del 23,8% del capital. También es propietaria del 15% de la concesionaria del Eurotúnel.
Batalla laboral en España. Los sindicatos con representación en Abertis (CC OO, UGT, CGT y USO) han llamado a una huelga durante cuatro fines de semana, repartidos entre julio y agosto, a los 1.300 empleados del grupo en España. Buscan superar el “bloqueo” en la negociación con la empresa sobre el nuevo convenio.