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Pierde Ant, y pierden también los pequeños bancos chinos

El regulador chino exige que los proveedores de créditos en internet financien el 30% de los préstamos que conceden en cooperación con bancos comerciales.

Los pequeños bancos chinos serán compañeros de viaje de Ant en su desdicha ante la acción de los reguladores. La Comisión Reguladora de la Banca y los Seguros de China (CBIRC por sus siglas en inglés) publicó nuevas reglas el sábado que exigen que los proveedores de créditos en internet financien el 30% de los préstamos que conceden en cooperación con bancos comerciales. Es algo manejable para la empresa de Jack Ma, aunque reducirá considerablemente la valoración de 300.000 millones de dólares que aspiraba a alcanzar. Pero hay muchas entidades crediticias pequeñas que dependen de sus aliados en los sectores financiero y tecnológico para poder crecer. Las nuevas reglas también limitan esa posibilidad. Tal como se esperaba, la CBIRC está obligando a Ant y sus pares a poner dinero para el crédito al consumo en internet. Esto supone unos 13.400 millones de dólares en el caso de Ant, según un cálculo de Breakingviews basado en el volumen histórico de sus préstamos al consumo.

Todo ello coartará el crecimiento de Ant, y hará mella en un negocio que generó unos 29.000 millones de yuanes en la primera mitad de 2020, el 40%de su facturación total. Aunque las instituciones más grandes como el Banco Industrial y Comercial de China posiblemente se alegren de que le aprieten las riendas a la empresa de Jack Ma, los bancos más pequeños, sobre todo los que operan en zonas económicamente empobrecidas, lamentarán estas nuevas restricciones.

Las autoridades tienen motivos para preocuparse de que los pequeños bancos locales caigan en las garras de los gigantes del sector financiero y tecnológico, y puede que endurezcan más las normas. Pero antes, en provincias donde el crecimiento es tímido y los bancos se ven obligados a consolidarse, los gestores de crédito podían buscar consumidores interesados en obtener un préstamo en otras partes del país a través de Ant y sus amigos. Ya no: las nuevas reglas impiden a los bancos que no son de ámbito nacional recurrir a socios en internet para conceder préstamos fuera de su jurisdicción. La mano dura de Pekín con los gigantes también perjudica a los pequeños.

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