S&P cree que la banca española se verá obligada a elevar provisiones
Eleva la previsión de mora al 9,5% a finales de 2022
La agencia de calificación crediticia S&P ha actualizado sus previsiones sobre el impacto del Covid-19 en la banca española y estima que, pese al repunte de la economía nacional previsto en 2021, las entidades financieras domésticas necesitarán reforzar las provisiones, reducir costes y preservar capital durante este año.
En un informe publicado ayer, la agencia norteamericana calcula que al igual que el deterioro provocado por la pandemia, la mejora de la economía tardará en repercutir en las entidades financieras y que la ratio de mora seguirá subiendo hasta finales de 2022. De hecho, S&P ha elevado la estimación de los activos en mora (NPAs) desde el 6,6% que calculaban el pasado mes de octubre hasta el 9,5% a finales de 2022.
Ese aumento de la morosidad obligará a que las provisiones se mantengan elevadas en 2021, lo que reducirá la posibilidad de que la rentabilidad mejore y sitúa el retorno sobre el capital (ROE) en una media del 3%, que seguirá sin cubrir el coste de capital.
Por ello, la agencia de calificación considera que las entidades continuarán con la política de ahorro de costes que venían aplicando en los últimos tiempos para mejorar su eficiencia y anticipa una oleada de cierres de oficinas y salidas de empleados. “Los tipos de interés ultrabajos y la perspectiva de un crecimiento limitado del crédito seguirán ejerciendo presión sobre los beneficios, lo que obligará a los bancos a intensificar la reducción de costes. Probablemente veremos una reestructuración significativa de la industria este año, con todas las entidades centradas en reducir sus redes de oficinas y recortar personal”, indica el informe.
No obstante, puntualiza que el cierre de sucursales no encontrará demasiada oposición por parte de los clientes, ya que la pandemia ha impulsado el uso de los canales digitales.
Además, S&P considera que la reducción de costes en algunos bancos puede ser una medida insuficiente para “asegurar la viabilidad a medio plazo de los modelos de negocio”, ya que es probable que los tipos de interés persistan en mínimos durante varios años. En este entorno, la agencia prevé que las entidades estudien nuevos movimientos dirigidos a una mayor consolidación bancaria, más allá de las fusiones ya anunciadas de CaixaBank con Bankia y Unicaja con Liberbank.