Tavares asegura que la fusión entre Fiat y PSA es un "escudo" contra recortes de empleo
El consejero delegado de Stellantis asegura que el nuevo grupo no cerrará ninguna planta
El consejero delegado de Stellantis, Carlos Tavares, ha asegurado que la fusión entre Fiat Chrysler Automobiles (FCA) y PSA "es un escudo fantástico para evitar problemas sociales en ambas empresas", descartando así posibles recortes de empelo.
"Nuestro compromiso en esta fusión es no cerrar ninguna planta. Lo que hubiera sido dramático para los puestos de trabajo es que no hubiéramos podido fusionarnos", ha recalcado este martes durante su primera rueda de prensa (virtual) ya como directivo de Stellantis.
Stellantis, con más de 400.000 trabajadores en todo el mundo, mantendrá operaciones industriales en más 30 países y venderá vehículos en más de 130 mercados. En España, PSA opera tres factorías en España (Zaragoza, Vigo y Madrid) con más de 15.000 trabajadores.
Por otro lado, ha afirmado que tiene la "confianza" de que la compañía logre las sinergias anunciadas de 5.000 millones de euros, incluyendo el 80% dentro de cuatro años. Asimismo, ha señalado que el nuevo grupo prevé generar un flujo de caja neto positivo desde este año y que gracias a la fusión se diluyen los costes de I+D y las inversiones de capital.
El proyecto de fusión se anunció en diciembre de 2019 bajo un acuerdo formal para la creación de un consorcio participado al 50%, con un gasto no periódico para lograr los ahorros de 4.000 millones de euros, y fue aprobado casi por unanimidad el 4 de enero de este año, con el 99,15% de los votos de los accionistas de FCA y el 99,95% de los de PSA.
El portugués ha indicado que sumando los datos de ambos grupos de 2019 (sin contar con la filial de componentes de PSA Faurecia), Stellantis tendrá una facturación de unos 167.000 millones de euros; un beneficio operativo ajustado de unos 12.000 millones de euros; un margen operativo ajustado en torno al 7% y un flujo de caja libre operativo relacionado con el segmento de automoción de más de 5.000 millones.
Además, ha dicho que Stellantis será un "líder global en movilidad inteligente, limpia, segura y asequible" con 29 modelos electrificados ya en el mercado y otros diez adicionales para finales de 2021. Desde 2025 todos los nuevos modelos que lancen sus marcas tendrán una variante electrificada.
La nueva multinacional, con sede en Países Bajos, comenzó su andadura el sábado tras que FCA y PSA culminaran su fusión, dando lugar al cuarto grupo automovilístico más grande del mundo, con unas ventas de 8,7 millones de vehículos al año. Además, sus acciones comenzaron a cotizar este lunes en el Mercato Telematico Azionario de Milán y en el Euronext de París con subidas del 7%. Este martes lo han hecho en la Bolsa de Nueva York, con un alza del 12,7%, hasta 17,7 dólares por título (14,6 euros). En todos los casos, el código bursátil será “STLA”.
Con el estadillo de la pandemia de coronavirus, los grupos italoestadounidense y francés modificaron los términos de su acuerdo para reforzar la estructura financiera de la empresa resultante. El consejo de administración de Stellantis está liderado por John Elkann (presidente), Robert Peugeot (vicepresidente) y Carlos Tavares (director ejecutivo). En total, el consejo estará compuesto por 11 miembros.
Junto al consejo, la compañía tiene desde este lunes un comité de auditoría, uno de remuneraciones y un comité de gobernanza y sostenibilidad. Stellantis engloba las firmas Peugeot, Citroën, DS Automobiles, Opel y Vauxhall, por parte de PSA; y Abarth, Alfa Romeo, Chrysler, Dodge, Fiat, Fiat Professional, Jeep, Lancia, Ram y Maserati del lado de FCA.
En opinión de Tavares, todas las firmas se centrarán ahora en un "crecimiento rentable". Tavares ha resaltado que la nueva empresa creará valor por 25.000 millones de euros a los accionistas. La nueva entidad quedará controlada en su mayoría por las familias Peugeot y Agnelli, que contarán con un 6% y un 14% del capital, respectivamente.
Nueva estrategia en China
Stellantis ya tiene una fuerte presencia en Europa, Norteamérica y Latinoamérica y se lanzará a explotar otros mercados como China, África, Oriente Medio, Oceanía e India. En esta línea, el consejero delegado de la empresa ha detallado que Stellantis diseñará una nueva estrategia concreta para el mercado chino, ya que tanto PSA como Fiat registraron un mal 2020 en términos de ventas.
"El propósito no es ser grandes, sino ser excelentes en lo que hacemos", ha reivindicado Tavares, que ha avanzado que "cinco de los mejores ejecutivos de Stellantis" trabajarán en una estrategia para lograr un buen desempeño en China, el mercado automovilístico más grande del mundo.
El luso ha explicado que la empresa no excluye ninguna opción, incluso buscar un nuevo socio local. Por otro lado, Tavares también ha dicho que la empresa decidirá en las próximas semanas si continuar invirtiendo en el Reino Unido tras analizar con detalle el acuerdo alcanzado entre la Unión Europea y el país británico.
PSA indicó en 2019 que quería mantener en activo su factoría de Ellesmere Port con la fabricación del nuevo Opel/Vauxhall Astra, pero que todo dependería del pacto alcanzado para el Brexit. "Ahora estamos decidiendo dónde vamos a poner ñas inversiones y no olvidamos que tenemos un activo fuerte, que es una marca llamada Vauxhall", ha argumentado Tavares.
Advertencia a los gobiernos
Tavares ha instado a los gobiernos de Argentina y Brasil a que reduzcan sus exigencias normativas para la industria de la automoción porque de lo contrario las firmas del sector pueden tomar "decisiones muy difíciles". "Hay un momento en que se van acumulando todas las exigencias, todas las normativas, todos los aranceles. Hay un momento en que no se puede más", ha advertido.
Ha recordado, sin mencionar el nombre de la compañía, que Ford anunció la pasada semana que cerrará durante este año sus tres factorías en Brasil, decisión que afecta a unos 5.000 trabajadores. "No es nuestra situación", ha manifestado Tavares, destacando que
Sobre la electrificación del automóvil ha expresado que la cuestión clave es "si esta tecnología será suficientemente asequible para los clientes". "Por ahora la electrificación no es muy asequible para las clases medias. Hay que ver con los gobiernos si mantenemos nuestras tecnologías de combustión o si desarrollamos otras, que son más caras", ha incidido Tavares, reconociendo que la movilidad eléctrica "no es una tecnología que se pueda desplegar en muchas partes del mundo" de momento.