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Rupert Stadler, ex CEO de Audi, culpa a un grupo de ingenieros del 'dieselgate'

Defiende que fueron estos trabajadores los que no revelaron la información completa de lo que estaba ocurriendo sobre la manipulación de emisiones

Rupert Stadler, ex CEO de Audi, declara ante el Tribunal de Múnich por el dieselgate.
Rupert Stadler, ex CEO de Audi, declara ante el Tribunal de Múnich por el dieselgate.Reuters

Rupert Stadler, ex consejero delegado de Audi, ha culpado este martes un grupo de ingenieros por no descubrir antes el software que alteraba las emisiones de algunos vehículos diésel del grupo Volkswagen cuando estaban siendo sometidos a pruebas de laboratorio.

Así lo ha señalado al testificar por primera vez ante el Tribunal de Múnich tras el inicio del juicio en su contra, después de ser acusado de fraude por el caso conocido como dieselgate.

Stadler ha sido el primero de los altos cargos de la compañía en testificar en el juicio, mientras que el mes que viene se enfrentarán a los tribunales otros directivos, entre los que se encuentra Martin Winterkorn, presidente del consorcio alemán entre 2007 y 2015.

El testimonio de Stadler fue en línea con lo señalado por la propia compañía. Ha asegurado que cualquier manipulación del motor fue culpa de un grupo de ingenieros "deshonestos". Así, ha indicado que fueron estos trabajadores los que no revelaron la información completa de lo que estaba ocurriendo, sino que solo daban fragmentos de la misma.

Según él, esto obstaculizó sus esfuerzos por llegar al fondo de esta mala conducta y causó daños a la empresa. Stadler está acusado de no detener la venta de los vehículos afectados por el software en Europa incluso después de que las autoridades estadounidenses descubriesen esta manipulación. La ley alemana podría condenarlo entre seis meses y diez años de cárcel, según Bloomberg.

Por su parte, los fiscales de Múnich han subrayado que el directivo debería haber sospechado al menos desde septiembre de 2015 que los vehículos manipulados también se vendían en Europa, pero que no detuvo ni la producción ni la venta de los mismos.

Durante el juicio, Stadler estuvo cerca de una hora describiendo al tribunal su vida como consejero delegado de Audi, señalando que la mayoría de los correos electrónicos que recibía fueron atendidos por su secretaria debido a su alta carga de trabajo, tal como recoge la agencia alemana DPA.

En concreto, la fiscalía alemana lo acusa de "fraude, certificación falsa indirecta y publicidad criminal". Alega que Stadler sabía de la existencia de los dispositivos que falsificaban las emisiones de vehículos diésel cuando eran sometidos a pruebas de laboratorio y que no evitó que se vendiesen.

Por su parte, Stadler ha negado en reiteradas ocasiones cualquier conocimiento o participación en este caso, que salió a la luz en septiembre de 2015 y que afectó a cerca de once millones de vehículos de todo el grupo Volkswagen.

Estuvo al frente de Audi desde 2007 a 2018 y fue arrestado en junio de 2018. Tras años de investigación, la fiscalía presentó una acusación a finales de julio de 2019 que contenía alrededor de 400 páginas y un apéndice de 7.000 hojas, según la DPA.

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