¿Y si me toca la Lotería de Navidad?
Cómo rentabilizar el premio de la lotería y evitar errores típicos
Con la recta final del año y las Navidades a la vuelta de la esquina, hay una fecha que muchos españoles tenemos marcada en el calendario: el sorteo de la Lotería de Navidad.
Este 2020, Lotería y Apuestas del Estado pone en juego un total de 2.408 millones de euros, que se repartirán en un total de 172 millones de décimos. En los días previos al sorteo es habitual leer artículos o escuchar a compañeros y amigos hablar sobre las probabilidades que tenemos de ser uno de los agraciados, que suelen ser bastante bajas, pero ¿y si nos toca? ¿Sabemos realmente qué vamos a hacer con el dinero del premio?
La realidad es que muchas de las personas que son agraciadas con algún décimo premiado de la lotería suelen tomar decisiones precipitadas movidas por la euforia del momento. Lo más recurrente, además de darse un capricho, es cancelar la hipoteca, dejar el trabajo o regalar el premio a algún familiar. Decisiones que, a veces, pueden no ser las más adecuadas. Un estudio de la asociación European Financial Planning Association (EFPA) refleja que el 70% de los premiados con la Lotería de Navidad tiene mucho menos dinero cinco años después de haber ganado el premio. Una encuesta que pone de manifiesto que tomar decisiones precipitadas nos puede salir muy caro.
¿Cómo podemos sacarle partido al dinero del premio?
Para evitar tomar decisiones emocionales de las que nos podamos arrepentir con el paso de los años, si el 22 de diciembre somos de los que estamos abriendo la botella de champán, lo primero que deberíamos hacer, como recuerda Paula Satrústegui, socia de asesoramiento patrimonial de Abante, sería no hacer nada. “Se trata de tomarnos un tiempo de seis meses para acostumbrarnos a vivir con una cantidad elevada de dinero y contextualizar ese dinero extra en nuestro plan vital. Esos meses también nos van a servir para reflexionar sobre qué es lo que realmente queremos conseguir con ese dinero”, explica Satrústegui. Aquí, además, hay que tener en cuenta que la ley da un plazo de tres meses para que podamos cobrar el décimo.
Otro aspecto que no debemos pasar por alto tiene que ver con los impuestos que vamos a pagar por el décimo premiado. Desde este 2020, solo hay que tributar si el premio supera los 40.000 euros. Es decir, si somos agraciados con el cuarto o quinto premio - que reparten 20.000 y 6.000 euros al décimo, respectivamente- recibiremos ese importe íntegro en nuestra cuenta corriente, pero a partir de 40.000 euros hay que tributar, al 20%, por el exceso. Esto se traduce en que si nos toca el ‘Gordo’ -400.000 euros al décimo- la cuantía neta que nos va a llegar al bolsillo será de 328.000 euros.
Respecto a la parte fiscal debemos tener en mente también que si queremos donar parte del premio a un familiar y no podemos demostrar que el décimo era compartido, deberemos tributar por el Impuesto de Sucesiones y Donaciones en algunas comunidades autónomas.
Cuando ya tenemos claro cuál es la cuantía neta que nos ha tocado y nos hemos dejado un tiempo para reflexionar y no tomar decisiones precipitadas, ¿qué hacemos con el premio? Otro tema recurrente que aparece con la lotería es el típico “voy a destinar el premio a tapar agujeros”. Y aquí, para ver cuál es nuestra situación financiera y patrimonial y comprobar si tenemos alguna necesidad inmediata de liquidez, conviene que realicemos un ejercicio de planificación financiera en el que hagamos una foto real de todas nuestras finanzas e inversiones y tengamos en cuenta nuestras circunstancias personales, familiares y profesionales y qué vamos a querer en el futuro.
Este ejercicio nos va a ayudar a ver qué cantidad podríamos destinar a invertir a largo plazo. Debemos tener presente que si no vamos a necesitar ese dinero en un corto periodo de tiempo porque invertimos, por ejemplo, para la jubilación, rentabilizarlo es siempre la mejor opción para no perder poder adquisitivo con el paso de los años. Porque, por ejemplo, si hemos ganado el primer premio, esos 328.000 euros, dentro de 20 años equivaldrían a unos 220.735 euros (actuales), al tener en cuenta una inflación media anual del 2%, que es el objetivo que persigue el Banco Central Europeo.
Un asesor financiero nos va a ayudar definir nuestros objetivos y a calcular qué coste tienen y, en consecuencia, qué rentabilidad le tenemos que exigir a los mercados financieros, teniendo en cuenta nuestro punto de partida y cuándo vamos a necesitar el dinero y, también, nuestro perfil de riesgo como inversores.
Además, en este análisis también podremos valorar si nos compensa, por ejemplo, amortizar parte de la hipoteca, que es otro de las decisiones que más se toman cuando toca la lotería. Aquí habría que ver si la rentabilidad que da el dinero invertido es mayor que el coste de financiación porque, en ese caso, no nos interesaría amortizar la hipoteca. Por otro lado, hay que tener en cuenta que, si la vivienda habitual se compró antes de 2013, existe una ventaja fiscal en el IRPF (la ley permite deducirse cada año un 15% de una cuota máxima de 9.040 euros), que puede que no interese perder.
En definitiva, si somos uno de los premiados, además de celebrarlo, la receta para no perder dinero con el paso de los años y rentabilizar el dinero del premio es pensar en nuestros objetivos y trazar un plan que nos ayude a conseguirlo, sacándole partido al premio.