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Bruselas idea planes de contingencia en aviación, pesca y carretera ante el amago de un Brexit duro

Propone a Londres un uso recíproco de las aguas durante al menos un año más

El primer ministro británico, Boris Johnson, y la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, ayer en Bruselas.
El primer ministro británico, Boris Johnson, y la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, ayer en Bruselas.AP
Pablo Sempere

La Comisión Europea empieza a prepararse ante la posibilidad de no encontrar un acuerdo de Brexit con Reino Unido, lo que inmediatamente cambiaría por completo la relación comercial con Londres a partir del 1 de enero. En esta línea, Bruselas ha presentado este jueves una propuesta con una serie de medidas de contingencia para los sectores del transporte por carretera, la pesca y la aviación, tres de los más castigados en caso de una ruptura a las bravas.

El plan provisional se basa en medidas concretas y con una duración limitada, según recalca Bruselas, que quiere evitar que esta solución cubra a largo plazo las lagunas que se deberían resolver con un acuerdo de asociación y comercial más amplio ya entrado el año 2021. En su iniciativa, Bruselas emplaza a Londres a aceptar la reciprocidad de las medidas propuestas.

En su propuesta, como ya ocurrió con los planes de contingencia que se prepararon para el Brexit, Bruselas deja claro que el alcance territorial de estas medidas "no incluye a Gibraltar".

"Las negociaciones siguen en curso. Sin embargo, puesto que el final de la transición está muy próximo, no hay garantías de que, si se alcanza un acuerdo, pueda entrar en vigor a tiempo. Es nuestra responsabilidad estar preparados para cualquier eventualidad, incluida la falta de acuerdo con el Reino Unido el 1 de enero de 2021. Por eso presentamos hoy estas medidas", ha explicado la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen.

Si fracasan las conversaciones, que tienen como plazo para llegar a un acuerdo este domingo, muchos sectores se verán afectados por la falta de reglas. Sin embargo, algunos de ellos sufrirán de manera "desproporcionada", a juicio de la UE, porque sus actores no pueden tomar la iniciativa de poner en marcha medidas de contención propias, como es el caso del transporte aéreo y por carretera y la pesca.

En cuanto a la aviación, la Comisión plantea una conectividad aérea básica. Presenta, de esta forma, una propuesta de reglamento para garantizar la prestación de determinados servicios aéreos entre el Reino Unido y la UE durante seis meses, siempre que Londres garantice lo mismo. Respecto a la seguridad aérea, Bruselas opta por una propuesta de reglamento que garantiza que los diversos certificados de seguridad de los productos puedan seguir utilizándose en las aeronaves de la UE sin interrupción, evitando así la inmovilización en tierra de las aeronaves comunitarias.

En la conectividad básica por carretera, la idea de Bruselas contempla las conexiones básicas tanto en lo que se refiere al transporte de mercancías por carretera como al transporte de pasajeros por carretera también durante medio año, "siempre que el Reino Unido garantice lo mismo a los transportistas de la UE", recalca la Comisión.

Para la pesca, uno de los asuntos más espinosos de las negociaciones, se propone crear el marco jurídico adecuado hasta el 31 de diciembre de 2021, "o hasta que se haya celebrado un acuerdo de pesca con el Reino Unido, si esta fecha es anterior", para el acceso recíproco continuado de los buques de la UE y del Reino Unido a las aguas de la otra parte después del 31 de diciembre de 2020. A fin de garantizar la sostenibilidad de la pesca y habida cuenta de la importancia de esta para el sustento económico de muchas comunidades, es necesario facilitar los procedimientos de autorización de los buques pesqueros. Algunos socios como Francia han avisado en varias ocasiones que vetarán un eventual acuerdo in extremis si este no recoge los intereses de la flota pesquera gala, la más perjudicada si hay un Brexit duro.

En todo caso, la Comisión recuerda que "independientemente del resultado" de las negociaciones en curso para el acuerdo comercial futuro, cuando se cumpla definitivamente la desconexión el próximo 31 de enero entrarán en vigor las disposiciones del Tratado de Retirada ya aprobado que protegen los derechos de los europeos en Reino Unido y aclara la factura económica que deberán asumir los británicos pese a su salida.

Sobre la firma

Pablo Sempere
Es redactor en la sección de Economía de CINCO DÍAS y EL PAÍS y está especializado en Hacienda. Escribe habitualmente de fiscalidad, finanzas públicas y financiación autonómica. Es graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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