Janet Yellen puede ser una elección más atrevida de lo que parece
Ha evolucionado, apoyando las bajadas de tipos y el aumento del gasto público
En cierto modo, Janet Yellen es una elección segura como secretaria del Tesoro estadounidense. Como expresidenta de la Reserva Federal, tiene décadas de experiencia en el sistema financiero del país. Sin embargo, su capacidad para evolucionar implica que podría ser una elección sorprendentemente audaz si las circunstancias lo requieren.
Si el presidente electo, Joe Biden, designa a Yellen, como informó el Wall Street Journal el lunes, es probable que pase sin despeinarse el proceso de confirmación del Senado. Mientras dirigía la Reserva Federal, la tasa de desempleo de EE UU cayó hasta alrededor de 2,5 puntos porcentuales, desde más del 6,5% a principios de 2014. También defendió consistentemente la independencia del banco central. Incluso el presidente Donald Trump, que la reemplazó por Jay Powell, no fue demasiado duro con ella.
Es cierto que el enfoque tradicional de Yellen para la formulación de políticas llevó a algunos pasos en falso. Siempre se la ha conocido como una paloma, o alguien que normalmente favorece una política monetaria menos rígida para reducir el desempleo, pero de hecho elevó los tipos cinco veces aunque la inflación se mantuviera baja. La justificación fue que la economía había repuntado y el desempleo, alrededor del 5%, era lo suficientemente bajo como para que la inflación empezara a subir. Sin embargo, bajo el mandato de Powell el desempleo cayó aún más sin generar aumentos de precios significativos.
En ese sentido, la nueva Yellen parece diferente a la anterior. Desde que se retiró en 2018, ha apoyado las enérgicas acciones de política monetaria de Powell, tales como llevar los tipos cerca de cero y establecer nuevas facilidades de préstamo. Al igual que la propia Reserva Federal, que recientemente modificó su marco para no apoyar más las subidas solo por una baja tasa de desempleo, puede que Yellen esté cambiando sus ideas sobre lo bajo que puede llegar a estar el desempleo sin provocar problemas.
La economista también parece haber evolucionado en cuanto a los déficits. En 2017, dijo que la trayectoria de la carga de la deuda del país, de unos 15 billones de dólares, alrededor del 75% del PIB en ese momento, debería “mantener a la gente despierta de noche”. Sin embargo, en enero, antes de que la pandemia comenzara de verdad, había modificado su postura, apoyando el aumento del gasto para cosas como la lucha contra el cambio climático; y ha apoyado gastar más para luchar contra esta crisis.
Así que puede que termine estando más dispuesta a apoyar acciones audaces. El único otro expresidente de la Reserva Federal que hizo el cambio a secretario del Tesoro fue G. William Miller, nombrado por el entonces presidente Jimmy Carter. Miller no tuvo mucho éxito en ninguno de los dos roles, en parte porque no logró hacer cambios drásticos de política cuando fueron necesarios. Yellen puede tener lo que se necesita para reescribir ese guion.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías