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La automoción británica eleva a 62.180 millones el coste de un Brexit con aranceles

La industria de la automoción europea ha perdido ya 100.000 millones de euros a causa de la pandemia de coronavirus

Planta de Nissan en Sunderland (Reino Unido).
Planta de Nissan en Sunderland (Reino Unido).

La Sociedad de Fabricantes y Comerciantes de Automóviles de Reino Unido (SMMT, por sus siglas en inglés) ha advertido de que el sector sufrirá un impacto de 55.400 millones de libras (62.180 millones de euros) durante los próximos cinco años si el país británico y la Unión Europea (UE) no llegan a un acuerdo de libre comercio y se imponen aranceles a la importación de vehículos.

Las negociaciones para evitar un Brexit duro entran en la recta final y la patronal ha hecho un llamamiento a ambas partes para que se alcance un acuerdo antes de Navidad. Según la SMMT, la industria de la automoción europea ha perdido ya 100.000 millones de euros a causa de la pandemia de coronavirus.

A finales de junio, la asociación dijo que un Brexit duro causaría unas pérdidas de producción por valor de hasta 40.000 millones de libras (44.115 millones de euros). "La imposición de aranceles, a partir del 1 de enero de 2021, generaría otro daño de 110.000 millones de euros a los fabricantes de ambos lados del Canal", ha aseverado la asociación en un comunicado.

Además, ha avisado de que incluso con un acuerdo comercial "básico", el coste para el sector sería de aproximadamente de 14.100 millones de libras (15.830 millones de euros). Según sus cálculos, un 'no acuerdo' reduciría la producción de vehículos del país en dos millones de unidades en el próximo lustro.

"Necesitamos una relación comercial futura (entre el Reino Unido y la UE) que funcione para la automoción. Ya hemos gastado casi 1.000 millones de libras (1.123 millones de euros) en prepararnos para lo desconocido del Brexit y hemos perdido 28 veces más con el Covid-19", ha señalado el presidente de la patronal, George Gillespie.

La SMMT asegura que la imposición de aranceles causaría un sobrecoste de 2.000 libras (2.250 euros) sobre los coches eléctricos fabricados en el Reino Unido y que se venderán en el resto de la UE, "provocando que las plantas del país sean considerablemente menos competitivas y socavando el atractivo como destino para invertir".

Por su parte, los clientes británicos pagarían un sobre coste de 2.800 libras (3.145 euros) por un coche producido en otro país de la UE.

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