Preacuerdo entre Faurecia y sindicatos para evitar la huelga que amenazaba la producción de Seat
La compañía se abre a rebajar el número de trabajadores afectados por el ERE
La dirección y el comité de empresa de Faurecia en Abrera (Barcelona) han alcanzado un preacuerdo para rebajar de 160 a 124 el número de trabajadores afectados por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que plantea el fabricante de componentes de automoción, y que ha sido avalado por la asamblea de trabajadores.
Además de la reducción del número de salidas de empleados, el acuerdo recoge la voluntad de la empresa de evitar las medidas traumáticas con la oferta de bajas voluntarias, prejubilaciones y recolocaciones.
La plantilla ha votado por mayoría a favor del preacuerdo en las asambleas celebradas este lunes, con lo que el comité suspende la huelga que debía empezar hoy mismo e iba a alargarse hasta el viernes, ha informado CC OO en un comunicado.
La huelga amenazaba con alterar la producción de Seat, ya que Faurecia es uno de sus principales proveedores. El ERE que planteaba la empresa contemplaba el despido de 160 de los 308 trabajadores de la factoría de Abrera, un número que se ha reducido hasta estos 124 tras las largas negociaciones que acabaron por fructificar a última hora del pasado viernes y la presión llevada a cabo durante semanas por los trabajadores.
La empresa se ha comprometido a que no se produzca ninguna baja antes de este próximo 1 de diciembre, mientras que la salida de los empleados se llevará a cabo hasta el 30 de abril de 2022.
Las prejubilaciones serán para los trabajadores a partir de 57 años y que lleven 15 años en la empresa, y las bajas voluntarias contarán con una indemnización de 45 días por año trabajado, además de contemplar una cantidad lineal de 400 euros.
Por último, el acuerdo prevé la recolocación de hasta 61 puestos de trabajo en otras plantas del grupo en España y una ayuda de 5.000 euros si ello supone un cambio de domicilio, además de asumir la empresa los gastos del traslado.
Faurecia produce los salpicaderos con los que van equipados los Seat Ibiza y el Audi A1, lo que explica que la automovilística española siguiera de cerca la situación para conocer el posible impacto de uno de sus proveedores más directo.
